martes, 24 de marzo de 2009

Impone militarización nuevas formas de sometimiento social


Fuente: La Jornada de Zacatecas

Análisis de coyuntura política, económica y social del CEND-SNTE
MARTIN CATALAN LERMA

Persiste México sumiso y entreguista a los dictados del FMI y OCDE

En el Programa Nacional Alternativo de Educación y Cultura (PNAEC) se presenta un análisis de la coyuntura política económica y social, en la que se afirma que el gobierno federal que preside Felipe Calderón pretende imponer una dictadura “cívico militar”.

El programa fue presentado al Senado de la República por el movimiento magisterial, representado por el Comité Ejecutivo Nacional Democrático del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (CEND-SNTE).

En el documento el magisterio disidente expone que la ilegalidad e ilegitimidad del gobierno de Calderón ha concertado estrategias con las fuerzas armadas, policiacas y medios de comunicación. Por tanto, el proceso de militarización del país se desarrolla a través de acciones policiaco-militares con el argumento de combatir la ”delincuencia organizada”.

No obstante, “la militarización del país impone nuevas formas de sometimiento social y socava garantías constitucionales y derechos de los ciudadanos; de esa forma se camina a la dictadura cívico militar con características de fascismo”.

Asimismo, se expone que el gobierno de Calderón está por concretar la entrega “de lo que queda de la nación al interés privado trasnacional”, mediante la implementación de contrarreformas a la seguridad social, como la nueva ley del ISSSTE, y educación, como la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) y la modificación al artículo 3 Constitucional.

De igual manera, se aplica al rubro fiscal (mayores impuestos al pueblo), electoral, laboral, judicial y energético, en atención a las órdenes del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Ante tal situación, la disidencia magisterial del país afirmó que la clase política, el gobierno y sus partidos políticos carecen de una propuesta política y un discurso en el que se dé una explicación convincente de la situación y mucho menos propuesta de resolución para el grueso de la población.

“No hay proyecto que diferencie a los partidos políticos entre sí en lo económico, político, social y cultural”. Por tanto, existe una creciente crisis de credibilidad, legitimidad y representatividad del régimen político que se refleja en el deterioro de las cámaras, el Poder Judicial y la Presidencia de la República.

“El vacío de autoridad del gobierno cede el paso al endurecimiento gradual del régimen, que se observa en la violación de los derechos humanos, de la Constitución y demás leyes; la penalización de la protesta, la participación del Ejército en asuntos civiles y de política interna del país”.

Asimismo, se percibe en la imposición de medidas de excepción, como la cancelación de algunos derechos, y el control hegemónico de los medios informativos, con la consecuente reducción de la libertad de expresión.

En el documento también se asegura que el gobierno federal impone la flexibilización y la desregulación laborales como vías de sobrexplotación a los trabajadores. Al respecto, concluyen: “es el adiós a la jornada de ocho horas, al Contrato Colectivo de Trabajo, a los derechos de los trabajadores, y en particular, de las trabajadoras y niños”.

Sin embargo, “también es la imposición de la contratación por horas y a prueba, así como el desmantelamiento de la seguridad social y de los sindicatos. Esas son las vías salvajes impuestas por los neoliberales para ampliar sus fortunas y la expresión de este nuevo colonialismo imperialista”.

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