Fuente: La Jornada de MOrelos
Escrito por LJM
Miércoles, 18 de Marzo de 2009 00:00
Finalmente, el ayuntamiento de Cuernavaca comenzó con la detención de vendedores, “franeleros” y limpiaparabrisas en las calles, dentro del llamado programa para mejorar la imagen urbana de la capital del estado.
Se trata de 12 jóvenes, a los que extrañamente se les encontró en posesión de drogas por lo que serán canalizados a centros de Integración Juvenil supuestamente para su rehabilitación.
El programa municipal pretende dejar limpias las calles y avenidas de quienes se apostan para limpiar los cristales de los vehículos u ofrecer mercancías diversas y que, según las autoridades, ofrecen una imagen urbana negativa.
Las modificaciones al Bando de Policía y Buen Gobierno prevén multas hasta de 350 pesos o 36 horas de cárcel a los supuestos infractores aunque nadie ha explicado con claridad cuál es la ley o marco jurídico que violan.
Ante la ola de críticas de la sociedad que despertó esta decisión municipal, las autoridades han establecido el compromiso de ofrecer empleo con pago de dos salarios mínimos –unos 3 mil pesos mensuales- y ahora que inició el programa falta por comprobar si el ofrecimiento fue en serio, o se trata de una simple declaración demagógica.
El ayuntamiento afirma que se realizó el levantamiento de un censo para conocer el número y características de quienes venden en las calles, lo malo es que omitió dar a conocer datos precisos.
Una novedad es que -según la autoridad- los “franeleros” que se encargan de cuidar espacios para estacionamiento de vehículos y que los ofrecen a cambio de unas monedas, son considerados como extorsionadores y por tanto delincuentes.
Bajo esa premisa, todo aquel que ofrezca un servicio a cambio de un pago, podría considerarse como un extorsionador, lo que finalmente deberán determinar los juristas.
En este programa, los voceadores –quienes venden periódicos y revistas en las calles- no serán afectados por las nuevas disposiciones, por lo que a partir de ahora habrá vendedores callejeros de primera y de segunda.
Es oportuno recordar que quienes venden en las calles -con sus excepciones- son niños, jóvenes y adultos que carecen de un empleo formal y que la solución no es multarlos o encarcelarlos, ni fabricarles delitos de consumo de drogas, sino efectivamente crear las fuentes de trabajo que les permitan tener un ingreso para satisfacer las necesidades más elementales de sus familias.
COMENTARIO: Le pregunto a los panistas ¿Qué sigue? ¿“una solución final” cómo la que Hitler aplicó en Alemania contra los judíos, gitanos homosexuales y cualquiera que no fuera Ario? Si tanto les afecta a los panistas ver a limpiaparabrisas y franeleros en las calles por que mejor no les dan empleo, esa gente no esta en las calles por gusto, sino por necesidad. Los únicos antiestéticos en Morelos y en todo el país son los políticos, ustedes son los parásitos que han fregado a este país.
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