Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla)
MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA
El despacho que Catalina Pérez Osorio –representante del Colectivo de Mujeres por la Democracia– comparte con el urbanista Francisco Vélez Pliego, fue allanado la noche del pasado domingo. Aunque en el lugar había decenas de computadoras, aparatos electrónicos y otros objetos de valor, los ladrones sólo sustrajeron los ordenadores personales de la pareja y hurgaron en los archiveros.
Pérez Osorio es una destacada feminista que tuvo un papel protagónico en el combate a las enmiendas constitucionales que aprobaron 29 diputados del Congreso local para impedir la legalización del aborto. Por esa razón, y por la selectividad con la que se condujeron los bandidos –prácticamente arrancaron las puertas de la habitación en la que estaban las computadoras personales–, la activista no descarta la posibilidad de que el saqueo pueda inscribirse en la controversia por la suspensión voluntaria del embarazo y que sea un intento de amedrentarla.
“Sin embargo, quiero dejar claro que yo voy a seguir diciendo lo que pienso y manifestando mis puntos de vista claramente, públicamente. En esas computadoras no hay nada oculto o vergonzante, es información que nosotros hemos trabajado. No estamos escondiendo nada”, advirtió Pérez Osorio.
Los representantes legales de Pérez Osorio y de Vélez Pliego interpusieron una denuncia penal por los hechos.
Por la noche, el titular de la Secretaría de Gobernación, Mario Alberto Montero Serrano, se comunicó telefónicamente con Pérez Osorio y le dijo que la administración de Mario Marín estaba pendiente de salvaguardar su integridad física y la de su familia.
Tres minutos más tarde, el titular de la Procuraduría General de Justicia, Rodolfo Igor Archundia, también estableció comunicación con la feminista y le manifestó a ésta su sorpresa por la agresividad con la que fue perpetrado el robo. En particular le llamó la atención que se hubieran arrancado dos puertas del despacho de la familia Vélez para obtener sólo un par de computadoras cuando en el recinto había equipos de cómputo de mucho más valor.
También le reiteró su sospecha de que el delito sea parte de una campaña de grupos de ultraderecha en su contra por la actividad que ha desempeñado a lo largo de los años como investigadora y promotora de los temas de género y muy particularmente por la oposición abierta y pública que manifestó contra las reformas constitucionales que impiden la despenalización del aborto.
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