Por Jorge Jaime Rivera Guadarrama
La guerra contra el narco no es otra cosa que un disfraz por parte del gobierno, por querer tener el control total de ese sucio negocio que representa grandes ganancias y también un gran problema social.
Descaradamente calderón afirma que en otras administraciones se han dedicado a realizar esto, lo que ya sabíamos muchos de los mexicanos, puesto que en este negocio las ganancias son altísimas inclusive por arriba del crudo ya que su precio es constante y la de manda es cada vez mayor.
La guerra es entre narcos por el poder, que ahora es o pretende ser arrebatado por el gobierno, ya algunos afirman que seria mejor su legalización, ya que así seria más viable su manejo.
Lo que el gobierno no sabe es que una gran cantidad de familias depende de este sucio negocio por el simple hecho de no tener una oportunidad decente de trabajo cada vez más negado, caen en las manos de organizaciones que ofrecen más que unas migajas por realizar diferentes actividades de este negocio ilícito, no es justificable pero es una realidad , los empleos se crean en base a una demanda de mercado, y aunque suene difícil de creer esta demanda de drogas es cada vez mayor en nuestro país, debido a una fuerte descomposición en los valores de nuestra sociedad, y porque no decirlo, también por el incremento de material televisivo y medios visuales de publicación en donde de manera descarada promueven un sinfín de porquería, ante la aceptación de las autoridades.
Así esta guerra sucia es también contra la inteligencia de un pueblo, tratando de despertar el terror por medio de operativos y del uso exagerado de la fuerza así como la negación de muchos derechos que ya se habían ganado desde tiempo atrás, hoy parece que se ha retrocedido en este país que parece la Colombia de los años 90 donde día tras día era noticia la violencia como parte del menú.
No es posible explicarse cuanto está costando esta guerra, (además de soberanía ya que el plan Mérida contempla ayuda que el pueblo realmente no necesitaría si los gobiernos realizaran su trabajo; es humillante que otros vengan a decir que es lo que se debe de hacer a cambio de unos ‘verdes' que la verdad quien sabe a que precio se deberán pagar después), hasta ahora se habla de más de 6000 personas, muchos de os cuales son civiles que nada tenían que ver con todo esto, lo único que queda claro es el descaro de lo que ocurre en la frontera norte donde la puerta está abierta para dejar entrar arsenales de armas para armar a los grandes capos (¿y el negocio de quien es, quien es el que gana?; es obvio y descarado: en esta guerra ganan los fabricantes de armas de los países ricos, tal vez así reactiven su economía (se acabaron las ideas brillantes y ahora todo es barbarie), los que controlan las mafias que descaradamente se sabe quienes son) pero esta cerrada para los paisanos que van en busca de una oportunidad que es negada por el señor del empleo en su propio pueblo.
Así que esta guerra es contra nuestro pueblo porque los ricos saben de su poder y que todo les pertenece, todo lo compran y lo manejan a su placer y solo con una educación sólida y unidos se podrá luchar contra todo esto y más.
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