miércoles, 3 de diciembre de 2008
Muere Abascal, prócer de la derecha
ALVARO DELGADO
MEXICO, D.F., 2 de diciembre (apro).- Prócer de la derecha política, religiosa y empresarial de México, quien la mayor parte de su vida repudió la democracia y terminó como un prominente ideólogo del Partido Acción Nacional (PAN), Carlos Abascal Carranza murió ayer como consecuencia de cáncer terminal.
Germán Martínez, presidente del PAN, lo definió como "un panista de los grandes", a pesar de que se afilió a ese partido en 2002, cuando ya era secretario del Trabajo del gobierno de Vicente Fox, quien lo promovió al final del sexenio como secretario de Gobernación y como tal condujo no sólo las elecciones del 2006, sino la represión contra el movimiento social de Oaxaca.
Aunque no tuvo cargo en el gobierno de Calderón, a quien apenas antenoche lo visitó su mujer, Margarita Zavala, Abascal era consultado a menudo en su carácter, además, de secretario general adjunto del PAN, en cuyo partido mediaba entre la facción encabezada por Martínez y su antecesor, Manuel Espino.
Admirado en los círculos de la derecha académica, como en la Universidad Panamericana, del Opus Dei, Abascal fue homenajeado la semana pasada en la universidad de los Legionarios de Cristo, la Anáhuac, y en junio también fue ovacionado en la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), que presidió entre 1993 y 1995.
Después de que hace tres semanas, el lunes 10, Homero Niño de Rivera, quien era vocero del PAN y ahora lo es de la Secretaría de Gobernación, informó erróneamente de su muerte, ahora sí se confirmó el deceso de Abascal, de 59 años de edad, quien era director de la Fundación Rafael Preciado Hernández, que lleva el nombre de un viejo parlamentario panista quien en la Escuela Libre de Derecho lo influyó, según dijo al reportero, para deponer su condena a la democracia.
"(La democracia) es una farsa de la que se ha servido la masonería en México, como en todas partes, para hacer creer a una mayoría confundida y desorientada que se está haciendo su voluntad y que ésta es forzosamente buena", escribió en su tesis de licenciatura de derecho, en 1972.
--¿Sigue pensando lo mismo? -le preguntó el reportero, en julio del año pasado.
--En esa época era una verdad difundida de boca en boca que a la política sólo se podía llegar si eras parte de la masonería --justificó Abascal.
Pero esa concepción evolucionó, aclara, desde mediados de la década de los 80, gracias al obispo polaco Carol Woytila --"como filósofo"-- y al ideólogo Preciado Hernández: "Me cae el veinte desde el ángulo de los pensadores y los prácticos del PAN y desde el ángulo de un filósofo convertido en Papa que arrastra la experiencia comunista."
Pero lo que nunca cambió Abascal fue "el ideal más preciado" en su vida: "La defensa ideológica de la Iglesia y de mi patria", tal como lo escribió en su tesis de licenciatura Relaciones entre el poder temporal y el poder espiritual, con la que se graduó, en 1972, en la Escuela Libre de Derecho.
"Mi misión implica un compromiso radical con Dios, con mi patria, con mi familia. Y esa lógica subsiste, sin duda, porque lo que le da sentido a mi vida temporal es justamente mi esperanza de regresar, algún día, a la casa del Padre."
--Usted también escribió en sus tesis: "Siendo la Iglesia encarnación de la Verdad, el Estado debe estar a su servicio". ¿Sigue pensando igual?
--¡En lo absoluto, no! Es una conclusión fruto de suponer que el Estado debe ser confesional y, por tanto, el Estado debe subordinarse por gestionar sus realidades temporales a las realidades espirituales. No. Cada ámbito tiene su legítima autonomía. Y por lo tanto no hay subordinación. Lo que debe haber es un espíritu de cooperación con la iglesia católica, mayoritaria en este país, y con los judíos, los cristianos y con cualquier religión.
--¿Es vigente es lo que escribió usted en sus tesis: "Un pueblo que es católico en su mayoría debe tener un gobierno que proclame la religión católica como religión oficial"?
--Este pensamiento era más una herencia, acrítica, que un pensamiento propio --responde el hijo de Salvador Abascal Infante, fundador de la Unión Nacional Sinarquista (UNS), arquetipo del conservadurismo católico.
--¿Nunca lo pensó?
--Claro que lo pensé y lo sostuve. De eso no me hecho para atrás. Pero es evidente que hay una serie de conceptos que, a lo largo del tiempo, tú los sostienes, unos de ellos por convicción, porque ya los razonaste, ya los digeriste, ya los hiciste tuyos, y otros pensamientos que son asumidos porque se dan por buenos sin una reflexión mayor.
Eso sí, Abascal Carranza mantuvo su empeño en promover reformas a la Constitución en temas sustantivos de la derecha católica, como la protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural y la impartición de educación religiosa en las escuelas públicas, a todos los niveles. "¿Por qué limitarnos sólo a la educación básica?"
En su tesis de licenciatura, Abascal escribió: "Si en México existe una abrumadora mayoría católica, debería el gobierno sostener escuelas católicas para los católicos."
Lo ratificó, como parte de su objetivo de modificar el artículo 3 constitucional y propone que se impartan religión en materias optativas: "Me pronuncio porque la Constitución siga avanzando en la lógica de reconocer y tutelar el ejercicio de todos los derechos humanos, incluido el derecho de los padres a educar a sus hijos."
Educación católica ya
En su minúsculo y sobrio cubículo en la sede del PAN, donde hizo instalar un altar a la virgen de Guadalupe --que permanentemente tiene rosas blancas en un florero-- y colgó, frente a él, un crucifijo de acero sobre madera maciza, Abascal hablaba con el reportero de su evolución como político, cuando reflexionaba si lanzaba su candidatura para suceder a Espino en la presidencia de ese partido, un político que también hace ostentación de su catolicismo.
Era el jueves 21 de junio, antes de la nueva ofensiva de la Iglesia católica para buscar reformar la Constitución en asuntos que le son sustantivos, Abascal aseguraba que aproximación a la democracia no produjo ninguna ruptura con su padre, de quien aprendió a no creer en ella y quien proclamaba que los militantes de la UNS debían ser "mitad monjes, mitad guerreros".
"Mi padre merece su nicho en la historia nacional --y cuando hablo de nichos no hablo de santos--, quien con sus convicciones y liderazgo logra hacer grandes cosas, no reconocidas, aunque eso es irrelevante. Al final no se trabaja para que te pongan una estatua en el Paseo de la Reforma. Varios de los que están ahí no lo merecen"
--¿Cómo quiénes?
--No, porque de eso vas a hacer la nota --objeta, sin aludir a ninguno de los próceres liberales--. No, no hay ruptura con mi padre.
"Hoy, congruente con la convicción de la idéntica dignidad de todos los seres humanos y por tanto con la convicción de que hay derechos anteriores y superiores al Estado, pienso que hay una libertad religiosa que implica una libertad de conciencias, que es un derecho humano y que por tanto es fundamental el respeto a todas las personas, independientemente de su credo religioso."
--¿Y quienes no tienen ninguno?
--O que no tienen ningún credo religioso. Y por lo tanto un gobierno de un Estado debe gobernar absolutamente para todos. Ese gobierno, como gobierno, no tiene que ser confesional y, por lo tanto, tiene que incluir en el gobierno del Estado a todas las personas y a todas las religiones o a los ausentes de religión. El avance en la legítima autonomía entre el poder temporal y el poder espiritual es un avance real de la civilización, expresión que alguna vez llega a usar el propio Ratzinger cardenal.
--Es decir, la secularización de la sociedad.
--¡No, es cosa diferente! La secularización tiene otras notas: Pretende eliminar la idea de dios en la vida del siglo, en la vida ordinaria de la comunidad.
En eso, dice Abascal, no está de acuerdo: "Atenta contra la libertad religiosa, evidentemente. Si el católico está convencido, como el cristiano, como el mahometano, como otros muchos, que hay que impregnar la realidad temporal con el compromiso de fe de cada quien, ¿cómo obligar la secularización de la sociedad eliminando de la vida social ordinaria la presencia de Dios? No, me parece que es ir a contrapelo de una libertad esencial de los seres humanos
En ese sentido, pide cambios al artículo 3 de la Constitución, que establece que la educación que imparta el Estado será laica y por tanto se mantendrá por completo ajena a cualquier doctrina religiosa, pero además "el criterio que orientará a esa educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios".
Abascal no está de acuerdo: Los padres de familia son los que tienen el derecho original, "anterior y superior al Estado", de educar a sus hijos. "El Estado coadyuva con los padres de familia y el Estado debe asegurarse de que todos los niños tengan acceso a la educación. Si un padre de familia escoge que en la escuela su hijo reciba educación religiosa, debería ser posible."
--¿Aunque sean escuelas públicas?
--A ver: Los papás siguen siendo papás siempre, trátese de escuelas públicas y escuelas privadas.
--No lo establece así la Constitución.
--Pero no estamos hablando de la Constitución, sino de derechos humanos anteriores y superiores al Estado, y por tanto anteriores y superiores a la Constitución.
Es como la vida, alegaba: "¿Yo tengo derecho a la vida porque la Constitución me la dé? Yo tengo derecho a la vida. Punto. Y la Constitución tiene el deber de tutelar el derecho a la vida. ¿Tengo el derecho de educar a mis hijos? Lo tengo, aunque la Constitución no me lo dé."
Añadía: "En esa medida, debiera la Constitución recoger ese derecho y, con el pleno respeto a la pluralidad de la sociedad mexicana, a los padres que pidieran educación religiosa complementaria para sus hijos debiera poder proporcionársela en las instituciones de educación pública. Este es uno de los procesos históricos en los que me parece hay que avanzar. Sociedades democráticas europeas, por ejemplo, tienen optativas materias religiosas."
Y enseguida aclaraba: "Habrá padres que digan: 'Yo no quiero religión para mi hijo'. Está bien. Pero que haya materias optativas para responder a ese derecho natural de los padres."
--¿En todos los niveles o sólo en educación básica?
--¡Es que la educación es un continuo! Cada edad y cada etapa del chico tienen sus propios requerimientos. Entonces, ¿por qué limitarnos tan sólo a la educación básica?
Yunques y masones
Abascal se mostraba irreductible, también, sobre causales de despenalización del aborto y aun desafiaba a quienes desde la iglesia se han pronunciado por una consulta ciudadana. "Estos principios no están sujetos a la voluntad mayoritaria, porque entonces tendríamos que concluir que cuando Hitler logró arrastrar a su pueblo mayoritariamente a una dirección, tenía razón. ¡Por Dios! ¡No, hay principios que están por encima de la mayoría!"
Responsable de la estrategia para hacer crecer electoralmente al PAN en el Distrito Federal y el Estado de México, una de cuyas estrategias es la vasta difusión contra los manifestantes --en cuyos promocionales radiofónicos los acusan de asesinos--, Abascal se sumaba a Espino en la voluntad de que en ese partido se discuta institucionalmente, como lo han demandado militantes, la presencia de la organización ultraderechista de El Yunque.
"No puede haber temas tabúes, ni mucho menos, pero yo lo que sé, y puedo afirmarlo con conocimiento de causa, es que los 13 o 14 miembros de El Yunque deben estar verdaderamente en la gloria. Se les reconoce poder", dice y subrayaba la malicia.
A pregunta expresa sobre su militancia en El Yunque, Abascal se escabullía --"yo soy mexicano"-- y aclaraba: "Yo lo que puedo decir es que no veo ningún criminal, ningún antimexicano, ningún sujeto despreciable. Los que son señalados no me merecen más que el máximo de mis respetos."
Y sobre Bernardo Ardavín Migoni, jefe general de esa organización secreta y a quien dio contratos como secretario del Trabajo, como lo documentó Proceso, Abascal elogiaba: "Es una persona a la que yo he tratado mucho y lo veo como un mexicano más, convencido en el amor y en el trabajo por México."
En suma, decía el exsecretario de Gobernación, "no encuentro ninguna organización de esta naturaleza secreta, antimexicana, que ponga en riesgo las estructuras del Estado mexicano."
--Insisto: ¿Usted es militante de El Yunque?
--No, en absoluto, soy orgullosamente mexicano. Creo en la suma, en una convivencia que establezca las menores barreras posibles entre seres humanos y respeto profundamente cualquier tipo de organización intermedia de la sociedad que sume intereses, visiones, ideales, siempre en el marco de la ley.
--¿Aun siendo secreta, como los masones?
--Es que las organizaciones secretas siempre tienen un ámbito de riesgo, en donde puede suponerse que puede haber un riesgo para el Estado. Por eso muchísima gente se preocupa enormemente por organizaciones como la masonería, en efecto, porque no se sabe realmente qué está pasando allá abajo. Yo pienso que es importante que todos actuemos de cara a la ley y que todos demos de frente la cara y nuestro compromiso con México
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