jueves, 16 de octubre de 2008
Silencio Cómplice
JOSé GIL OLMOS
MÉXICO, D.F., 15 de octubre (apro).- Frente al escándalo de las 59 Hummer que Elba Esther Gordillo regaló a sus huestes, una de las cosas que más ha llamado la atención es el silencio del gobierno de Felipe Calderón y del PAN, lo que viene a corroborar la alianza electoral que han firmado rumbo a las elecciones de 2009 y que mantendrán a cualquier costo.
El silencio cómplice de Calderón y del dirigente del PAN, Germán Martínez, frente a un nuevo escándalo sobre la manera en que la maestra compra voluntades, haciendo uso no sólo de los recursos sindicales, sino de los públicos que canaliza a través de los tres fideicomisos, forma parte de los compromisos adquiridos con Elba Esther Gordillo y de las deudas políticas que se tienen con la maestra por los trabajos realizados en la elección del 2 de julio de 2006.
Es conocido que Germán Martínez ya firmó una alianza con Elba Esther Gordillo para ir juntos en las elecciones de 2009 y ganar la mayoría en la Cámara de Diputados. Este acuerdo con el Partido Nueva Alianza (Panal), propiedad de la maestra, es fundamental para los planes de Calderón y Germán Martínez, a quienes poco importa el aura de corrupción que tiene la política chiapaneca.
Cuando la maestra regaló las Hummer a los líderes de las 59 secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), anunció que convocaría a una marcha de los trabajadores de la educación hacia la Cámara de Diputados, con la finalidad de exigir un presupuesto de 5 mil millones de pesos para la educación básica.
Quienes conocen a la maestra observan que parte de este dinero no estaría destinado a mejorar las aulas o las condiciones en que trabajan los maestros en zonas rurales, sino que sería utilizado para apuntalar la estrategia electoral del magisterio y del Panal.
Elba Esther Gordillo es una verdadera maestra para la estrategia electoral, sabe cómo movilizar a los profesores antes, durante y después de una elección. Su experiencia es muy amplia desde que fue delegada en las elecciones de Chihuahua, en 1986, aunque no siempre con éxito. Pero desde entonces ha sido una operadora que trabaja para el mejor postor.
Ese papel lo desempeñó de mejor manera en las elecciones de 2000 y 2006 en favor de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, respectivamente. Para ellos puso a disposición la estructura nacional del SNTE, convertida desde 1994 en una estructura electoral, es decir, una amplia red de movilizaciones de los maestros en todos los rincones del país.
Sin importar la base de corrupción con la que se mueve la maestra Gordillo, de esta estructura se ha valido el PAN desde hace ocho años para apuntalarse en la Presidencia de la República, y ahora pretende hacerlo para alcanzar la mayoría en la Cámara de Diputados.
Sólo que para movilizar a tanta gente durante las campañas y el día de la elección se necesita mucho dinero, por eso la profesora chiapaneca está solicitando los 5 mil millones de pesos, supuestamente para mejorar la educación básica del país.
El problema para conseguir este dinero es que seguramente el PRI y el PRD tratarán de impedirlo en la Cámara de Diputados, pues no le darán a su enemiga los recursos para que se fortalezca financieramente rumbo a la elección intermedia del año entrante. Así que el dinero, convertido en el aceite que necesita la maquinaria electoral de la maestra, tendrá que venir de los propios recursos del SNTE.
Se trata de una especie de inversión que Gordillo hará con Felipe Calderón y el PAN para fortalecer su poder político a través del Panal, porque en el SNTE dicho poder está debilitado por las múltiples manifestaciones que en su contra se han desatado en 20 estados donde no se acepta la firma que hizo con el gobierno para implantar la Alianza por la Calidad de la Educación.
Dicha alianza educativa pareciera ser una extensión más de los acuerdos político-electorales de Felipe Calderón y Elba Esther Gordillo, pues no se concibe que se quiera mejorar la educación básica del país a través de uno de los personajes más corruptos y dañinos como la líder del SNTE.
Por todo ello se entiende el silencio del gobierno federal frente al escándalo de las camionetas Hummer que recibieron los líderes del SNTE de manos de Gordillo.
Paradójicamente, Felipe Calderón usó una Hummer en el rancho de Vicente Fox, una vez que fue declarado presidente electo. La camioneta tuvo que ser devuelta, pues había sido un regalo de la concesionaria al gobierno foxista, violando los montos establecidos para los regalos que recibe la Presidencia de la República.
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