jueves, 16 de octubre de 2008
Salinas, artífice de la reforma energética, acusa AMLO
ROSALíA VERGARA
MÉXICO, D.F., 15 de octubre (apro).- El excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador calificó como un triunfo del Movimiento en Defensa del Petróleo y del "gobierno legítimo" el anuncio hecho por el presidente Felipe Calderón en el sentido de construir una refinería.
Sin embargo, reclamó que si no le hubieran "robado la Presidencia" en las elecciones del 2006, su gobierno estaría terminando de construir "las tres refinerías que hacen falta para dejar de exportar (sic) gasolinas al país".
En una asamblea informativa realizada en el Hemiciclo a Juárez, a la que acudieron integrantes de las brigadas en defensa del petróleo, junto con senadores, diputados locales y miembros del "gobierno legítimo", López Obrador denunció también que el empresario Claudio X. González, presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, "vinculado a Carlos Salinas", y uno de los principales promotores de la "guerra sucia" durante el proceso electoral del 2006, pretende convencer a los senadores priistas, Manlio Fabio Beltrones y Francisco Labastida; al diputado Emilio Gamboa; al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, y a la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, "para terminar de amarrar la alianza con Calderón y llevar a cabo la privatización del petróleo".
Sostuvo que el empresario tiene intereses en el sector energético: "Concretamente está haciendo jugosos negocios en la Comisión Federal de Electricidad, a la que él, junto con otros salinistas y empresas extranjeras, han llevado a la ruina, y ahora pretenden hacer lo mismo con la industria petrolera que también es del pueblo y de la Nación."
Luego, volvió al tema de la refinería y manifestó su desconfianza de que el presidente Calderón cumpla su palabra de construir dicha planta.
"Calderón no sabe poner un ladrillo y (los funcionarios de su gobierno) han demostrado que son unos inútiles", precisó.
Ante sus simpatizantes que le gritaron una y otra vez "es un honor estar con Obrador", silbaron o lanzaron improperios cada vez que mencionaba el nombre de Calderón, a quien insiste en llamar "espurio" y "usurpador", el excandidato presidencial recordó que Vicente Fox prometió lo mismo hace cuatro años. "Hizo el anuncio de la nueva refinería y todavía la estamos esperando", dijo.
De nueva cuenta, denunció que la modernización que pretende realizar el presidente Calderón es para "privilegiar sus intereses y ambiciones", aunque termine destruyendo la nación y el pueblo se empobrezca más.
"Es momento de decir basta. No vamos a permitir ese saqueo, los vamos a parar", dijo en su discurso.
López Obrador aclaró que las movilizaciones para impedir la "privatización" del petróleo iniciarán cuando se discuta en el Congreso la reforma energética. "Dependerá de lo que decidan el PRI y el PAN", advirtió.
"No habrá titubeo ni vacilación si pretenden privatizar la industria petrolera", reiteró en medio de gritos de "¡No tenemos miedo!"
Anunció también que suspendió sus giras por el país para estar al pendiente sobre la eventual discusión de la reforma energética en el Congreso de la Unión; y comenzar la movilización y las protestas adentro y afuera de las cámaras de Diputados y de Senadores, si el PRI y el PAN pretendan privatizar el petróleo.
Pidió a los legisladores del PRD, PT y Convergencia que se sumen a las protestas en el Congreso, mientras él encabeza las movilizaciones ciudadanas y a la resistencia civil pacífica.
Dijo que diariamente informará al pueblo de México sobre las acciones urgentes para atender los problemas provocados por la crisis financiera, la devaluación, el desempleo y la carestía.
"Ahora más que nunca es indispensable defender el petróleo. Si antes lo hicimos, con más razón en estos momentos de crisis, tengamos presente que con nuestro pueblo y con el petróleo bajo dominio de la nación podemos salvar a México", subrayó.
López Obrador advirtió que no aceptará la creación de filiales de Pemex, como propone el PRI; ni contratos de riesgo disfrazados, como pretende el PAN; o contratos "de éxito", como los bautizaron los priistas.
"No estamos de acuerdo en que en el nuevo régimen de excepción que proponen el PRI y el PAN se dé manga ancha para la asignación de obras, adquisiciones y servicios, mediante el procedimiento de invitación restringida o asignación directa de contratos. Sería grotesco que, con toda la corrupción que opera en Pemex, todavía se siguiera fomentando el contratismo en beneficio de empresas y de funcionarios deshonestos", agregó.
El líder perredista señaló que tampoco aceptarán que se asignen a compañías nacionales o extranjeras, bloques o áreas del territorio o de las aguas nacionales para la exploración y perforación de pozos petroleros; mucho menos que Pemex compre fianzas y seguros para dar impunidad a los consejeros y a su director, ya que con ello se estaría legalizando descaradamente la corrupción y la impunidad.
"Rechazamos tajantemente que Pemex se someta a la decisión de tribunales internacionales, porque se estaría permitiendo la violación de nuestra soberanía", insistió.
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