miércoles, 3 de septiembre de 2008

Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), incompetente y oneroso








El trasiego de drogas por México se mantiene, las mafias ordenan más de 5 mil asesinatos desde diciembre de 2006 y la ingobernabilidad parece engullir al calderonismo. Mientras, se incrementa el presupuesto del Cisen, pero compra discos compactos para spining y pilates, utensilios para el aseo personal y uniformes de bomberos y médicos. Además, su director se sube al ring político con legisladores. Especialistas en seguridad nacional descalifican la gestión de Valdés Castellanos y dicen que el único mérito del mercadólogo es ser amigo de Felipe Calderón

Zósimo Camacho / Érika Ramírez


El Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) “cuenta con un gimnasio, el cual es un espacio común, propio para el esparcimiento y convivencia de los servidores públicos adscritos al mismo. El gimnasio cuenta con aparatos de ejercitación estática, así como área para la práctica de aeróbicos. En razón de lo anterior, se requiere de provisiones para su uso y mejor aprovechamiento (...) Diariamente se ofrece el servicio de comedor. Los parámetros de higiene y servicio son comparables con los estándares comerciales, por lo que cuenta con la certificación ISO 9001 desde diciembre de 2003. Es así que este Centro adquiere material adecuado para facilitar dicha asistencia”.

Se trata de la respuesta del organismo civil de inteligencia y contrainteligencia del Estado mexicano a la solicitud de información 0410000014008 presentada por un ciudadano, a través del Sistema de Solicitudes de Información del Instituto Federal de Transparencia y Acceso a la Información (IFAI). El peticionario había escrito: “Quiero saber para qué necesita el Cisen los siguientes productos de su Programa Anual de Adquisiciones 2008, publicado en internet: CDs para aerobics, CDs para pilates, CDs para spining, cotton pads 4 pulgadas para limpiaplacas Omega, máquina para cortar cabello y abrelatas fino de mesa para uso profesional” (sic).
El ciudadano también quiso saber por qué compra “máquinas para cortar patillas y barba, bases para calentar cera depiladora, cepillos para desenredar cabello y peines”. En repuesta a la solicitud 0410000013908, el organismo de inteligencia informó que cuenta “con una peluquería con el fin de satisfacer las necesidades primarias de higiene de los servidores públicos adscritos al Centro, por lo que requiere allegarse de material propio para dicha asistencia”.
Días después de recibir tales solicitudes de información, el Cisen retiró de su página electrónica el desglose de su programa anual de adquisiciones 2008. Ahora sólo aparece por rubros.

Sin embargo, la licitación pública 041000001-010-08, publicada en el Sistema Electrónico de Contrataciones Gubernamentales, señala que el centro está próximo a adquirir 25 “gogles de protección con micas intercambiables”; 20 fajas elásticas de nylon; 27 fajas sacrolumbares, y 40 fajas sacrolumbares con tirantes. Además, seis pantalones con tirantes para bombero; seis pares de botas para bombero; seis monjas (capuchas) para bombero; seis cascos para bombero y cuatro uniformes para bombero. También cinco filipinas para enfermero; tres pantalones para enfermera; 15 batas para médicos; un par de zapatos tenis para mujer y uno para hombre; 25 gorros de cocina; 81 batas industriales, y 78 pantalones negros “unisex”.

Entre otros artículos, el Cisen adquirirá 128 pantalones para hombre; 128 camisolas para hombre; 81 batas; 50 pantalones para mujer; 130 pares de medias botas para hombre; 52 pares de zapatos para mujer; 72 pares de zapatos choclo; 10 pares de zapatos de vestir; 76 impermeables tipo gabardina; dos conjuntos de “pans” para mujer y dos para hombre; 100 guantes de piel para electricista; 60 pares de guantes de carnaza suave para electricista; 15 overoles; tres cobertores matrimoniales; tres cobijas matrimoniales; tres edredones matrimoniales; tres juegos de sábanas matrimoniales; 50 cobertores individuales; 50 edredones individuales; 50 almohadas; 50 cobertores individuales; 50 juegos de sábanas individuales; 12 pares de botas blancas, y 54 filipinas de chef.

Y, según la licitación 041000001-003-07, antes de que termine el tercer trimestre del año, el Cisen habrá adquirido 1 mil 900 aromatizantes ambientales en aerosol; 200 absorbedores aromatizados y 60 atomizadores cilíndricos “de plástico rígido”.

El Cisen es la dependencia que más vio crecer su presupuesto de 1996 a 2007, al pasar de 239 millones 113 mil 900 pesos a 1 mil 114 millones 398 mil 723 pesos, es decir, 466 por ciento más (Contralínea 82). Ahora, de acuerdo con el Análisis funcional programático económico del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2008, el centro dispone de 1 mil 270 millones 486 mil 462 pesos. En un año, el presupuesto del centro creció 11.3 por ciento, es decir, 156 millones 87 mil 739 pesos.

Del presupuesto asignado, el Cisen erogará 955 millones 386 mil 462 pesos por concepto de “Servicios personales”; 277 millones 656 mil 714 pesos por “Servicios generales”; 36 millones 943 mil 286 pesos por “Materiales y suministros”, y 500 mil pesos por el Servicio Profesional de Carrera en el centro.

De la activa rotación de personal en el centro da cuenta el documento Comparativo del presupuesto asignado –elaborado por el Cisen y obtenido por Contralínea a través de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental– y la respuesta a la solicitud de información 041000001608. El comparativo informa de una partida en 2006, por 80 millones 800 mil pesos para la creación de plazas, mientras que la respuesta a través del IFAI dice que en 2007 se crearon 56 plazas “con un impacto presupuestal” de 24.5 millones de pesos, es decir, por cada nuevo contratado el Cisen eroga 36 mil 500 pesos mensuales.

Sin agenda de riesgos


Pero las aparentes incongruencias en las erogaciones por artículos y servicios sólo serían una muestra de la decadencia del Cisen. Éste padece una “incapacidad para elaborar una agenda permanente de información sobre seguridad nacional, pues todo lo resuelve a bomberazos”, dice el especialista en seguridad nacional y fuerzas armadas Guillermo Garduño.

El catedrático e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, quien también ha sido profesor en el propio Cisen, el Colegio de la Defensa Nacional y el Heroico Colegio Militar, dice contundente: “El Cisen es una estructura que ya no debería de seguir existiendo en el siglo XXI”.

Y es que, a decir de Garduño, más que una agencia de seguridad nacional, el Cisen sigue siendo una oficina que tiene como objetivo la defensa del régimen en turno y de los políticos en el poder. Así, “se viene considerando al disidente como enemigo”.

Para Jorge Carrillo Olea, el primer director del Cisen –una vez concluida la etapa de la Dirección General de Investigación y Seguridad Nacional en 1989– el principal problema es la incapacidad para elaborar, siquiera, una agenda nacional de riesgos. El trabajo del Cisen “es deplorable, advierto una gran descoordinación: cada quien jala por su lado”. Agrega que el centro está metido “en asuntos que no le competen y en una gran desorganización”.
El también exgobernador de Morelos dice que por “desprecio” y “desconocimiento” nadie está dirigiendo el esfuerzo nacional de inteligencia.
Según Carrillo Olea, desde la llegada de Ernesto Zedillo a la Presidencia de la República se canceló el proceso de integración de una política de inteligencia. “Tenemos ya un acumulado de 15 años de abandono de la dirección de la inteligencia”.

El Cisen fue instaurado formalmente el 13 de febrero de 1989. Con la creación del centro se dio por concluida la etapa de la DGISN que había sido fundada cuatro años atrás, al fusionar a la Dirección Federal de Seguridad y la Dirección de Investigaciones Políticas y Sociales. A finales de la década de 1980 el gobierno federal ya no tenía empacho en reconocer los “excesos” que la policía política había cometido durante la guerra sucia. Ahora decía que buscaba la profesionalización y modernización de los servicios de inteligencia.
Acerca de los primeros años del Cisen, Jorge Carrillo Olea dice: “Había dirección de la inteligencia a cargo del presidente; calificaba una agenda que le era propuesta por el consenso de todos los participantes. El presidente calificaba la agenda de riesgos y era la que debíamos seguir. En todo esfuerzo de inteligencia había un secretario técnico, que en ese caso era yo, y con toda la facultad y confianza que el presidente me daba los correteaba y exigía, con todo respeto y formalidad, y todo mundo cumplía con su parte”.

En esos años el presidente era Carlos Salinas de Gortari. Carrillo Olea permaneció en el cargo de febrero de 1989 a octubre de 1990. Durante el salinismo fueron asesinados alrededor de 500 luchadores sociales. Luego de dejar el Cisen, Carrillo fue candidato del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura de Morelos, la cual ganó. Dejó el cargo en medio de un juicio político y acusaciones de proteger a la delincuencia organizada en 1998.

El camino de modernización y profesionalización del Cisen ha sido lento, señala Jorge Luis Sierra. Está de acuerdo en que los encargados de realizar inteligencia en el país, no responden a la seguridad nacional, sino a la del gobierno y la fracción en el poder.

“Cuando un organismo de inteligencia responde a la seguridad nacional, está respondiendo a todo, sin diferencia de partido, de corriente ideológica, de doctrina. Esto no se ha logrado en México; y toda la acumulación de conocimientos se ha echado a perder, pues se usa con otros fines. Por ejemplo, no forma parte del interés del gobierno combatir al narcotráfico de manera real; utiliza a los organismos de inteligencia para otra cosa.”

El posgraduado en el Centro Hemisférico de Estudios de la Defensa de la Universidad de la Defensa Nacional en Washington considera que el desastre en materia de seguridad nacional e inteligencia tiene su origen en la inadecuada legislación al respecto. Explica que la actual Ley de Seguridad Nacional sólo regula las operaciones de inteligencia, “pero no establece una política de seguridad nacional para el país”. Agrega que la ausencia de política de seguridad nacional permite que el gobierno en turno use de manera discrecional, tanto a las fuerzas armadas como a la inteligencia civil.

La discrecionalidad también ha cerrado el paso a los profesionales de la inteligencia, quienes no han tenido la oportunidad de dirigir al centro. “Han llegado políticos o técnicos de fuera, esto ha ocasionado la salida de personas con experiencia y trayectoria de décadas. Han puesto empresas o se han ido a la cancillería… Por ello el Cisen ha contratado personal nuevo”.

La guerra de declaraciones establecida entre el director del Cisen, Guillermo Valdés, y senadores y diputados fue el colmo para los especialistas en seguridad nacional. Coinciden en que con el hecho quedó demostrada la incapacidad de Valdés Castellanos para ocupar la dirección de la oficina de inteligencia civil.

El 10 de julio pasado el senador Manlio Fabio Beltrones presentó ante la Procuraduría General de la República una denuncia de hechos, a raíz de que en forma anónima –dijo– llegara a su oficina un documento “difamatorio”, cuyo contenido supuestamente atentaba contra su honorabilidad, la de otros legisladores y funcionarios públicos de diversos órganos y niveles de gobierno. Días previos, ante los medios, el coordinador de la bancada priista en el Senado de la República había acusado a la Secretaría de Gobernación –de la cual el Cisen es órgano desconcentrado– de espionaje y difamación en su contra.

El 9 de julio, legisladores de los partidos Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática, del Trabajo y Convergencia habían promovido un punto de acuerdo para solicitar la renuncia del director del Cisen, Guillermo Valdés Castellanos. El 26 de mayo el diario El Universal reveló que el Cisen contrató a la empresa privada Consultores en Diseño de Estrategia Político-Legislativas, para realizar un análisis clasificado con reserva de 12 años sobre el trabajo de senadores y diputados.

En respuesta a la solicitud de renuncia, el director del Cisen dijo al diario londinense Financial Times que los cárteles de la droga habían “infiltrado” al Congreso mexicano y que incluso no descartaba “la posibilidad de que el dinero de la droga estuviera involucrado en las campañas” de algunos de los legisladores. El secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, tuvo que desmentir al director de la inteligencia civil mexicana el 15 de julio.

“Eso es una estupidez, lo único que revela es que ese tipo no conoce nada. Es un mercadólogo que se coloca como peón del presidente en turno. Calderón lo tendrá que sacrificar tarde o temprano, porque no responde a ningún interés de carácter público o estatal. El puesto no está diseñado para andar haciendo declaraciones; los de inteligencia son los órganos de mayor discreción”, dice Guillermo Garduño.

Además, considera Jorge Luis Sierra, las palabras del director del Cisen no fueron dichas “en un marco institucional, sino a una publicación europea; lo que tenemos es un comportamiento irregular de lo que puede esperar un país de un director de la inteligencia civil. El Cisen debe ser sobrio y neutral, políticamente, a toda prueba. Los comentarios que hizo el director no están acompañados de pruebas claras ante un juez o un agente del Ministerio Público. El director de la inteligencia debería saber que el asunto no tendría que estarse ventilando en los medios, debe haber una acción de Estado”.

Jorge Carrillo Olea completa: “Los directores del Cisen, por naturaleza, debieran ser mudos. Por falta de oficio, ese señor se pone a hacer declaraciones. Es una persona que tenía un negocio de hacer encuestas, de repente lo ponen a hacer una actividad que para los que conocen ya resulta complejísima. Pero lo peor no es que no conozca, sino que es vanidoso y cree que sí sabe. Entonces inicia una reestructuración del Cisen para desbaratar todo lo que existía y sustituirlo por lo que sí sabe hacer: encuestas y acumulado de opinión con base en 50 llamadas telefónicas”.

1 comentario:

10061973 dijo...

Gracias para un introduccion si buenos. There aren't much material on this agency on the internet. The article in Wikipedia is short.

Don't be too pessimistic. The lesser the capacity of a nation's intelligence agency, the happier its people.