miércoles, 25 de junio de 2008

El encarecimiento de los alimentos minó el poder adquisitivo de los más pobres







■ Es un problema muy preocupante, coinciden ministros de Finanzas

Roberto González Amador (Enviado)

Cancún, QR, 24 de junio. El alza en el costo de los alimentos, que comenzó a reducir el poder de compra de la población más pobre del continente, se ha convertido en un problema “particularmente preocupante”, se concluyó en un foro que reunió aquí a ministros de finanzas y los principales dirigentes de organismos financieros internacionales, que sentó las bases para crear un mecanismo permanente de diálogo y cooperación hemisférica. El encuentro avanzó también en una iniciativa para buscar “una integración energética” de Canadá a Argentina.

La crisis derivada del mayor precio en los alimentos debe ser enfrentada con políticas nacionales que incrementen la productividad de los sistemas agrícolas, resumió el secretario mexicano de Hacienda, Agustín Carstens, quien convocó al foro. El comunicado final pide también a organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Interamericano de Desarrollo (BID), cuyos dirigentes acudieron a esta cita, “poner a disposición de los países instrumentos y programas que contribuyan a mitigar los efectos del incremento de precios”.

El Banco Mundial presentó aquí cifras sobre el efecto que está teniendo en la región el mayor costo de la comida. Entre marzo de 2006 y el mismo mes de este año el precio promedio de los alimentos se elevó 82 por ciento en los mercados internacionales. En ese periodo, el valor del trigo subió 152 por ciento; el del maíz 122 por ciento, mientras el de algunas exportaciones latinoamericanas se ha revaluado en menor medida: la carne ha subido 20 por ciento y los plátanos 24 por ciento.

Robert Zoellick, presidente del BM, anunció que el organismo busca nuevas fuentes de financiamiento para ayudar a países afectados por el precio de la comida, adicional al fondo de mil 200 millones de dólares acordado en abril pasado en Washington.

“El aumento del precio de los alimentos ha minado el poder adquisitivo de la población pobre, en particular la que vive en zonas rurales y en situación de pobreza. De hecho, las personas pobres son hoy más pobres”, aseguró el Banco Mundial.

“Sí hubo preocupación de los ministros por el alza en los alimentos”, resumió el secretario Carstens en una conferencia de prensa al término de los trabajos, que estuvieron cerrados a la prensa.

Se llegó a la conclusión, dijo, de que los mecanismos de transferencia de recursos públicos a la población más pobre –como el mexicano Oportunidades– son adecuados a corto plazo para enfrentar problemas como el mayor precio de los alimentos. A largo plazo, aseveró, lo importante es mejorar la productividad en el campo y fomentar una mayor producción de alimentos.

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