¿Cuánto faltaría para dejar de ser un país y convertirnos en una colonia si perdemos el dominio del petróleo?, cuestionó a nombre del "gobierno legítimo".
La Jornada On Line
Publicado: 13/05/2008 13:58
México, DF. Es evidente que la iniciativa de reforma para el sector energético presentado por Felipe Calderón es violatoria de la Constitución, cuyo propósito es consumar "el gran atraco de la privatización de la industria petrolera nacional", aseveró a nombre del "gobierno legítimo" de Andrés Manuel López Obrador, José Agustín Ortiz Pinchetti.
Durante su participación en el primer foro del debate sobre la reforma en la materia, el titular de Relaciones Políticas del gabinete "legítimo", lamentó que por ignorancia, los defensores de la propuesta del Ejecutivo no perciban que ésta implica violar y privatizar el recurso.
Hizo énfasis en la postura encabezada por el movimiento de López Obrador que defiende los siguientes puntos:
a) Los principios de dicha iniciativa energética revelan que se trata de una contrarreforma petrolera.
b) El intento de privatización es inconstitucional.
c) El verdadero problema de Petróleos Mexicanos está en la corrupción, por lo cual debe resolverse este problema.
d) La propuesta es que México sí tiene los recursos necesarios para la industria petrolera.
Nunca aceptaremos semejante agravio a la nación, dijo. La iniciativa de Calderón no tienen ningún propósito para fortalecer a Pemex, sino entregarlo a "los grandes tiburones de aguas profundas". En contraparte, anunció que en los próximos días "el gobierno legítimo" presentará su propuesta de reforma "actualizada y detallada" en la materia.
Debemos convertir a Pemex en un motivo de orgullo nacional: Meyer
El historiador Lorenzo Meyer hizo un llamado a retomar las lecciones del pasado y fortalecer Petróleos Mexicanos (Pemex) con recursos de y a favor de la sociedad mexicana.
"Se tienen los recursos y si se tiene la voluntad, se puede fortalecer a Pemex para los mexicanos", dijo.
En su participación en el inicio del debate sobre la reforma energética, señaló que es primordial incluir en la discusión de la reforma petrolera tres temas fundamentales: el nacionalismo, la exportación y la participación ciudadana.
En México, dijo, no es posible separar el petróleo del nacionalismo desde principio del siglo XX y refirió que fueron Manuel González y Porfirio Díaz quienes cedieron el derecho de la nación a los privados por una razón muy similar a las aducidas actualmente: el país lo requiere, se necesita inversión para explotar el hidrocarburo.
La Revolución, dijo, estalló justo cuando se dio el auge de la producción petrolera, y avanzó con el deseo de recuperar la industria. En 1938, un entorno favorable y la voluntad política de soberanía permitieron la expropiación del 18 de marzo.
En ese momento, recordó, también se decía que no había tecnología y que se requería de la participación privada y extranjera. Sin embargo, se llegó a dominar esta tecnología y se desarrolló la industria.
México, señaló, tiene ahora la necesidad y oportunidad de vivir un nacionalismo defensivo y “hacer de Pemex una empresa que sea motivo de verdadero orgullo nacional”, en provecho de los mexicanos.
Sobre este punto, recordó que antes de la expropiación, el país destinaba a exportación el 99 por ciento de la producción de crudo y sólo el 1 por ciento se empleaba para necesidades internas. Pero en 1938, la balanza empezó a cambiar y el petróleo se convirtió en un producto para México.
Con Luis Echeverría, dijo, se regresó a la dinámica de país exportador, y cuestionó si era conveniente seguir vendiendo el energético al extranjero en lugar de reservarlo para consumo interno.
Asimismo cuestionó que el sistema fiscal esté apoyado totalmente en Pemex en lugar de reforzar la recaudación. Se depende de un sector del que la experiencia en otros países muestra que es posible prescindir, dijo.
“Nos hicimos dependientes de la exportación porque no se ha querido hacer frente a la reforma fiscal”, dijo, y cuestionó que si es justo este uso del petróleo.
Como último punto abordó la necesidad de que la sociedad participe en la reforma energética.
La nacionalización del petróleo, sostuvo, es la único gran proceso político donde la sociedad ha tenido una participación directa. Lázaro Cárdenas fue el primero en introducir a la sociedad en una gran reforma, por eso el mexicano se siente dueño del petróleo, dijo.
Ahora, la sociedad entró a la discusión de la proyectada reforma energética antes de que se presentara la iniciativa. Sin embargo, añadió, faltan medios para que esta participación sea más directa.
La Jornada
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