Sique
A pesar de las evidencias que se puedan tener, uno siempre se resiste a creer que las cosas están tan mal. Los actos de flagrante traición a los principios del PRD que había llevado a cabo NI no bastaban para apagar la última llamita de esperanza de que tal vez sólo era una posición diferente como decían ellos de la resistencia ante el embate usurpador.
Los últimos acontecimientos han dejado muy claro de que en efecto la fracción de los Chuchos es un sector de inmorales, traidores y negociadores con la derecha y la usurpación. Muchos de ellos colaboraron para operar el fraude, pero eso era increíble y en el fondo nos resistíamos a creerlo. Sin embargo, ahora que los Chuchos han sacado el cobre en múltiples formas ya no queda duda.
Su constante oposición a que se lleven a cabo los actos de la resistencia, su relación con agentes de la derecha y su sistemático ataque a AMLO, el presidente legítimo y líder de la resistencia que los llevó a ocupar curules los deja al descubierto como uno de los grupos tan peligrosos como pueden ser el Yunque, la ultraderecha, la oligarquía, los extranjeros rapaces, etc... porque forman parte de esa fracción, sólo que en una posición todavía peor, son los lacayos de los lacayos de los lacayos, su trabajo es el más sucio de todos.
Me parece muy injusto que en el conflicto electoral del PRD se equipare a Jesús Ortega con Alejandro Encina como los causantes del cochinero de la elección. En principio la trayectoria política de Encinas como luchador social y como funcionario es muy diferente a la de Ortega, tan sólo hay que escuchar las declaraciones de uno y otro para darse cuenta de la profunda diferencia que hay entre ambos y del muy distinto sustento ideológico que los conduce a la tarea política. Mientras Encinas tiene muy clara su labor como presidente de un partido de izquierda y está dispuesto a transparentar los comicios y a no permitir que se cuenten votos no sustentados en el padrón, en las casillas no instaladas y en el número de votos inflados de las urnas, independientemente de que le favorezcan, Ortega quiere que se cuenten los votos ilegales que sus achichincles colocaron en varios estados de la república. Es lamentable que la opinión pública los confunda y no se dé cuenta de cual es el defraudador y el responsable de la nefasta situación en la que se encuentran.
Desde la toma de la tribuna, los Chuchos han estado atacando esa posición, no ofreciendo alternativas, aquel ayuno que prometieron quedó en el aire, se les olvidó y se les ve muy bien comidos. Ahora dicen que ya no tiene caso la toma de la tribuna que porque "Lo que se buscaba se logró: evitar un albazo legislativo y que hubiera una iniciativa operada con mucha velocidad”, olvidando que estuvieron en contra y que si por ellos hubiese sido no se hubiera evitado el albazo legislativo.
Dicen también que “No estamos a contentillo de AMLO” , es decir, que para ellos la defensa del petróleo no es más que el "contentillo de AMLO", visión que comparten con los usurpadores y con los medios de comunicación que por cierto los alaban, lo cual deja en evidencia que están en la misma línea.
Muchos nos preguntamos porqué siguen en el PRD y porqué no se largan a militar en el PRI o el PAN ya que comparten sus posturas, la respuesta es que su misión es lastimar al partido, restarle credibilidad y convertirlo en una oposición simulada. La tarea que la derecha en el poder les ha encomendado es destruir a su partido y al líder que representa al pueblo por eso no se pueden ir. Lamentable.
Todo esto los coloca en una de las posiciones más aberrantes que un político puede tener, traidores que por un plato de lentejas venden a su patria y burlan los principios que se comprometieron defender. Son una verdadera vergüenza, ultrajan el sacrificio de muchos luchadores que dieron su vida por contar con una opción para la izquierda mexicana. Lamentable.
Liga del Justo reclamo
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