martes, 4 de junio de 2013

Un crimen político, el asesinato de los activistas, acusan


RAYMUNDO RUIZ, CORRESPONSAL

Taxco, 3 de junio. El sobreviviente de la matanza de El Charco, Efrén Cortés Chávez, condenó el asesinato del líder de la Unidad Popular, Arturo Hernández Cardona, y de otros dos de sus integrantes, y aseguró que la muerte de los activistas se trató de un crimen político, “donde se ve que hubo intención de provocar daño y hay una situación de maldad”. El también luchador social aseguró que los asesinatos de Hernández Cardona, Félix Rafael Gandera Román y Ángel Román Ramírez, cuyos cuerpos fueron encontrados hoy entre el punto conocido como Rancho del Cura y Xalitla, vendados y con huellas de tortura, no tiene una vía más que la de un crimen político: “El líder de la Unión Campesina Emiliano Zapata (UCEZ) no tenía enemigos personales, fue un dirigente como el resto de los desaparecidos y sus únicas armas fueron las de las demandas y las protestas”. Calificó como un crimen “atroz y cobarde porque Arturo y los compañeros fueron personas que se dedicaban a la lucha social y no se dedicaron a otras cosas; la forma como son asesinados, es una situación donde se ve que hubo intención de provocar daño y hay una situación de maldad de quienes los hicieron y los ordenaron”. Dijo que no se ve otra situación, debido a que la desaparición de Hernández Cardona junto con otras siete personas el jueves, se realizó después de una protesta que hicieron para exigir al gobierno de Iguala, se cumplieran demandas sociales. Aseguró que “la acción fue política y ahí los tres gobiernos tienen responsabilidad con respecto a lo sucedido” e insistió en que fue un crimen político y no circunstancial en el cual no entraron otras personas, porque “había esa intención, debido a que desde hace meses fue hostigado”. Cortés Chávez señaló que una de las cosas que tiene que exigir el movimiento social, es que el gobierno tiene que investigar y presentar a los “autores intelectuales y materiales del crimen”.

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