Imperativo, evaluar la política educativa implementada por el gobierno federal
Aviadores, corrupción y Elba Esther Gordillo Morales, lastres para la educación, enfatiza
CELIC MENDOZA ADAME
El maestro debe ser un ente de transformación permanente para bien del desarrollo colectivo de la sociedad mexicana, no de control o sumisión, opinó el presidente de la Asociación “Va por Michoacán, Va por México”, Artemio Ortiz Hurtado, al hablar sobre la aplicación de la prueba, Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE).
Estableció que la ruta que los gobiernos neoliberales han seguido para la cancelación del apartado social del Constituyente de 1917, incluida la educación pública, ha sido “generar la quiebra, modificar las leyes y ejecutar la entrega; es así como han pulverizado al campo mexicano, ejecutaron el traspaso casi total de nuestra planta productiva o el sometimiento de nuestra economía. En esta vía, buscan tronar la escuela pública mexicana”.
Sobre la prueba que se realiza esta semana en todo el país, Ortiz Hurtado dijo que de ninguna manera podría llamarse “Semana Nacional de la Evaluación”, pues no se evalúan las políticas educativas implementadas por el gobierno federal, ni la actuación en materia educativa de los distintos niveles de gobierno (federal, estatal y/o municipal), o bien, el desempeño de los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública, incluso al propio Alonso Lujambio y al yerno “subsecretario de Educación Básica, o tal vez a los secretarios de Educación de los gobiernos estatales, con resultados generadores de un proceso que incluya el saneamiento de todo el sistema educativo nacional, incluido el gran desvío económico, material y humano del presupuesto educativo por el lastre de los “aviadores, corrupción o el cáncer denominado Elba Esther Gordillo Morales”.
Podríamos ir más lejos, agregó, pues no se evalúan las condiciones en las cuales estudian la mayoría de los alumnos de educación básica en todo el país, ni la situación material en que se encuentran los centros escolares, o las circunstancias en las cuales los docentes desarrollamos nuestro trabajo, mucho menos los contenidos curriculares de los programas educativos impuestos desde intereses antinacionales. “Qué ciudadano quiero, para decir qué quiero que aprenda”.
Y aún más, no se evalúa el grado de desintegración familiar que existe en la actualidad, la desnutrición infantil, la pobreza, el clima de violencia e inseguridad en que nos desenvolvemos cotidianamente, entre otros.
“No se evalúa nada de lo anterior, ni siquiera por asomo se plantean algunas condiciones de la realidad educativa nacional por parte de los gobiernos federal y/o estatales para construir soluciones colectivas”.
Por tanto, dijo que ENLACE es sólo un instrumento de la certificación que cancela los derechos laborales de todos los trabajadores de la educación, sin excepción, que atenta contra el Pacto Social de 1917 y el precepto original del artículo 3 constitucional; un paso más a la mutilación de la escuela pública mexicana. Es una prueba antipedagógica, no vinculada al aprendizaje o construcción de conocimientos, violenta el derecho de la niñez a ser evaluados en función de su desarrollo histórico-cultural y no tiene que ver en nada con la calidad educativa; para esto, un punto de partida bien podría ser la calidad de vida de los niños.
Fuente: La Jornada de Michoacán
Difusión: soberanía popular
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