jueves, 25 de marzo de 2010

Cisma panista

Jorge Meléndez Preciado
jamelendez@gmail.com

Felipe Calderón es registrado como un panista químicamente puro. Su creador, don Luis, igualmente lo fue no obstante que dejó esa organización al final de sus días y planteó que el rumbo hacia dónde iba Acción Nacional era inadecuado, sentencia que la historia está demostrando claramente en los recientes años, sobre todo desde la era Fox, donde los principios quedaron en el museo de los recuerdos.
Si alguien dijera que no, hay una serie de acontecimientos que muestran, fehacientemente, las disputas y hasta intolerancias de quienes anhelaban “ganar el gobierno y no perder el partido”. Ambas situaciones ocurren en sentido contrario a lo deseado.
Hace poco se defenestró de la Comisión de Vigilancia de la Asamblea Legislativa a doña Lía Limón. Su pecado, algo muy castigado en una agrupación católica, es no haber apoyado un movimiento panista con el fin de impulsar una controversia constitucional para oponerse a los matrimonios homosexuales y la adopción de menores de edad por dichas parejas.
Quien encabezó esa cruzada fue, ni más ni menos que Mariana Gómez del Campo, expresidenta albiazul en el DF y sobrina de la señora Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón. La intolerancia de doña Mariana es proverbial. Algo que muestra claramente su desconocimiento de los teóricos del panismo, quienes consideraban a la política no como una actividad única y planteaban que la reflexión acerca de diversos acontecimientos era necesaria para entender las coyunturas que vivía el país.
Nada de eso se nota ni en las posiciones ni en las actitudes de los bisoños albiazules. Todo lo contrario, ante la discusión acerca de diversos temas, se atienen a las tablas de principios ortodoxos y añejos y muestran su dogmatismo. Algo que se le criticaba mucho a los izquierdistas y agrupamientos guerrilleros. Pero ahora esa cerrazón la enarbolan cada vez más las asociaciones católicas y la mayoría del partido que se maneja desde el Ejecutivo.
Como no pudieron obtener apoyos necesarios para la mencionada controversia, los gobernadores de: Tlaxcala, Guanajuato, Jalisco, Morelos y Baja California se lanzaron en un segundo round con el mismo objetivo, tratar de impedir el derecho de elegir pareja. Su derrota fue estrepitosa. La SCJN no dio entrada a la petición.
Curioso, Marco Antonio Adame, de Morelos, quien tuvo –y algunos dicen que tiene– en su equipo cercano a personas relacionadas con el narcotráfico, fue un abanderado en contra de la libertad de tener relaciones amorosas, y el llamado Góber piadoso, que alcoholizado sataniza a quienes no le dejan manejar el presupuesto estatal a su arbitrio, especialmente para quedar bien con la Iglesia católica, se mete a querer enmendarle la plana a los chavos que desean vivir juntos.
Pero no se crea que el grupo de cinco mandatarios actuaron convencidos de las bondades del asunto, sino que alguien meció la cuna para que ellos fueran adelante, y el único que tiene dicha capacidad está en Los Pinos.
A contracorriente, Miguel Ángel Yunes, fue elegido candidato del PAN al gobierno de Veracruz. Su militancia, como todos saben, es reciente porque durante muchos años fue priísta y de los duros. Lo mismo que perseguidor de sus enemigos a quienes agravió constantemente. En la lista están: Dante Delgado, hoy abanderado para la mencionada posición de Convergencia, Ignacio Morales Lechuga y Cuauhtémoc Cárdenas, pero asimismo una buena cantidad de quienes eran contrarios al partidazo oficial.
No obstante sus conocidos y malos antecedentes, un acontecimiento entre chusco y grotesco lo consagró: en el quincuagésimo aniversario del ISSSTE, que dirigió Yunes hasta mediados de febrero, Felipe Calderón le estampó la cara en el pastel del recuerdo. Del pastelazo al dedazo (Granados Chapa, dixit).
Diversas columnas políticas han señalado que en realidad quien auspició el encumbramiento del exjefe policiaco, fue Margarita Zavala, la cual ha reanudado su activismo. Mal augurio, pues tenemos en el imaginario cómo en el anterior sexenio Marta Sahagún se imponía en decisiones importantes al señor Vicente Fox, quien fue motejado como El alto vacío.
Y precisamente este guanajuatense, botudo y dicharachero sin más, insiste en hacer las más torpes y audaces declaraciones. La más reciente es de antología. Dijo que el narcotráfico aumentó debido a que los gobernadores tienen hueva de enfrentarlo.
El burro hablando de orejas. Si alguien fue abúlico para tomar decisiones, algo que todavía le reclaman hasta sus más cercanos, entre otros Jorge Castañeda, fue Vicente. Pero además, no se olvide, Joaquín El chapo Guzmán, se escapó de una supuesta cárcel de alta seguridad en el sexenio de Fox.
Un ejemplo más de las escisiones en el blanquiazul son las declaraciones de Manuel Clouthier, hijo de El maquío, quien afirmó: las bandas del narco no son combatidas en Sinaloa y además el mencionado Chapo es protegido de la justicia.
Ante ello, la fracción panista en la Cámara de Diputados no sólo pidió la retractación de Manuel, sino hasta que renunciara a su cargo de elección, ello porque con sus señalamientos no ayudaba a la guerra de Felipe Calderón. Algo que no sólo es desproporcionado, sino francamente patético.
Por si algo faltara, el señor Gómez Mont, que dejó al partido de sus amores y herencias, luego de bronquearse con César Nava, anda como alma en pena y asistiendo a todo acto para hacerse notar.
En síntesis, el PAN vive un cisma propiciado por la errónea política de Los Pinos que se resume en: dejar hacer, dejar pasar y contradecirse siempre.

Fuente: Forum
Difusión: Soberanía Popular

Agradecemos su aportación a la cuenta de
Forum Ediciones en BBVA Bancomer: 04 49 49 84 00

También por vía electrónica:
CLABE: 01 21 80 00 44 94 98 40 02

Ello hace viable el periodismo de análisis y
reflexión que realizamos a pesar del boicot presidencial

No hay comentarios: