martes, 27 de octubre de 2009

Eliminación de LFC fue un golpe a uno de los bastiones más importantes del sindicalismo


Fuente: La Jornada de Aguascalientes
Difusión Soberanía Popular
escrito por Mauricio Navarro
LUNES, 26 DE OCTUBRE DE 2009


La eliminación de Luz y Fuerza del Centro (LFC) “fue un golpe al sindicalismo democrático que existe en este país, sin dejar de reconocer que en toda organización sindical puede haber fallas y genera liderazgos y oligarquías”, consideró el decano del centro de ciencias y humanidades y especialista en temas sindicales, Daniel Gutiérrez Castorena.

Subrayó que la afirmación de que el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) era una organización obsoleta que llevó a LFC a una situación económicamente insostenible, responde solamente a una estrategia mediática por parte del gobierno federal con el objetivo de ganar popularidad ante el electorado.

Recordó que quien dirigía a la paraestatal era precisamente el gobierno y fue el mismo actor quien dejó de invertirle en aras de que quebrara y con ello desmantelar al SME “que de alguna u otra manera representa lo mejor de la lucha de los trabajadores en defensa de sus derechos”, señalándolo incluso como una isla en comparación con las otras organizaciones sindicales.

Calificó al SME como un sindicalismo contestatario, de los pocos que han participado en las luchas reivindicativas de su gremio.

En este sentido, “está muy claro que no fue una decisión económica, sino eminentemente política”, dijo, y comentó que la acción del gobierno del presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, consigue una guerra de medios de comunicación en la que logró desviarse la atención en asuntos donde la federación se vio rebasada, como son la generación de empleo, la guerra contra el narcotráfico, entre otros. “Todo tienen que pagarlo los de abajo, los trabajadores, para mantener un esquema que ya no se sostiene por sí mismo, un sistema gubernamental que ya no se sostiene”.

Afirmó que en el caso de que el gobierno federal tenga congruencia política, lo primero que deberían de anunciar es la existencia de oligarquías sindicales, citando como ejemplo las prácticas del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), del que señaló falta de transparencia, lo mismo que en cada gremio agrupado, “pregunto: ¿Cuándo han dado cuenta de los miles de millones de pesos que se llevan estos sindicatos? ¡Mensuales!”.

Ante esto sólo podemos presuponer las cifras que estas organizaciones penetran a sus filas; de igual manera existe la hipótesis de que estos recursos son trasladados para las campañas políticas de algunos candidatos, reiterando que en el caso de que realmente hubiera una intención por democratizar la vida sindical tendrían que aplicarse nuevas acciones.

Gutiérrez Castorena insistió en que toda esta intromisión del gobierno federal al SME es una falacia que creó el presidente de la República “para aplastar a uno de los pocos bastiones que tiene la clase obrera para representar sus intereses”.

La estrategia de Calderón avanza en el sentido de desvirtuar al SME en todas sus vertientes y ofreciendo liquidaciones “privilegiadas” hasta con cursos de inglés para que disminuya la posibilidad de acción de los mismos trabajadores, debilitando de esta forma la causa del sindicato.

Advirtió que aunque algunos trabajadores han acudido a cobrar su indemnización, éstos no representan un buen porcentaje que pueda determinar el hecho de que la causa está siendo debilitada, a pesar de que los obreros son los más necesitados de recursos por vivir al día.

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