Alerta Colectivo Contra la Tortura del empeño de inculpar al ecologista
Fuente: La Jornada de Guerrero
MARLEN CASTRO
CHILPANCINGO, 26 DE MAYO. Alvaro Rosas Martínez y Javier Torres Cruz no eran primos, sino tío y sobrino, pues el militante del PRD encontrado calcinado el pasado domingo, era primo hermano de Narciso Torres, papá del campesino ecologista que denunció que el ganadero priísta Rogaciano Alba, tres veces alcalde de Petatlán, ordenó el crimen de la defensora de derechos humanos, Digna Ochoa.
De su propia voz, Torres Cruz, aún postrado por un brote de varicela que le dio desde el 27 de abril, explica en una cinta hecha llegar por el Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad (CCTI) la relación familiar con Alvaro Rosas, desaparecido desde la noche del 29 de abril y encontrado calcinado dentro de un auto en un potrero en las inmediaciones de Petatlán el pasado domingo.
En un comunicado, el CCTI expone su temor de que la Procuraduría de Justicia esté empeñada en incriminar a Torres Cruz en el levantón y asesinato del dirigente municipal del PRD, por los supuestos mensajes de los responsables de este crimen, dejados a un lado de los restos de Rosas.
“Esto te paso por pasarte de verga primo tu familia ya sabe por que te paso esto y esto le va a pasar a todo aquel que se quiera pasar de verga para que aprendan tus hermanos”. Y al revés de la misma: “Por chiva por tu culpa esta preso mingo putos”, decían los mensajes.
Un documento interno de la Procuraduría –leída fortuitamente por la prensa, durante una reunión del procurador Eduardo Murueta con los familiares de Rosas, quienes exigían justicia– decía que Alvaro Rosas y Javier Torres eran primos y que un familiar de ambos, Neftali Rosas, detenido por el Ejército, culpó a Javier de la desaparición de Alvaro, pues tenían negocios ilícitos de los que habían salido enemistados.
En la misma tarjeta decía que uno de los hermanos de Javier estaba preso porque lo habían agarrado transportando mariguana y que otro hermano suyo había sido asesinado y que los Torres habían culpado de ello a Alvaro.
En conferencia de prensa, la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Sociales de Guerrero, a la que pertenece el CCTI, aclaró estas informaciones en poder de la Procuraduría.
En el audio, Javier Torres explica que Alvaro era su tío y por otro lado que ningún hermano suyo ha sido asesinado y que tampoco tiene un hermano preso. El único hermano fallecido, dice, murió cuando tenía cinco años a causa de una enfermedad.
Por otro lado, niega que Neftali Rosas lo haya inculpado, pues su primo –con él sí tiene ese parentesco– recién había llegado del norte, en donde estuvo varios años, y el tiempo de su estancia en La Morena, antes que el Ejército lo detuviera acusado de portar armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, cuando se encontraban solo se saludaban; “qué tal primo”, dice que era lo único que se decían.
El portavoz del CCTI en la conferencia de prensa, Javier Monroy Hernández, agregó que el papá de Javier, don Narciso, sí tiene un hermano que murió asesinado precisamente por Rogaciano Alba, pues la lucha de los Torres ha sido por la defensa de las tierras de La Morena, de las que el poderoso priísta, ahora perseguido por pertenecer a un cártel de la droga, ha querido apoderarse.
Javier asegura que ni él ni ninguno de su familia se ha dedicado nunca al narcotráfico ni tampoco a la venta de madera –el procurador dijo en corto a los Rosas que también se investigaba una compra venta de madera entre Javier Torres y Alvaro Rosas, que éste supuestamente no pagó– pues La Morena no es una zona boscosa.
La varicela y la acusación
Desde diciembre pasado, en que Javier Torres también fue desaparecido durante unos días y pudo escapar de sus captores, el campesino ecologista ha bajado 10 kilos y es ahora dos tallas menos, razón por la que se ve muy desmejorado, sobre todo luego del ataque de varicela, del que aún se recupera.
El día del levantón de Alvaro, Javier sufría los estragos de un brote de la enfermedad en la zona y esa noche tuvo que ir a comprar a la tienda Conasupo a Barranca Honda, donde asegura el CCTI, la gente de esa comunidad puede dar cuenta que estuvo ahí y lo vieron padeciendo el mal.
Organizaciones sociales que se enteraron del brote de varicela en La Morena organizaron brigadas médicas al poblado, el viernes 22, y al ver la severidad del brote, parte del equipo se quedó ahí hasta el domingo, día que encontraron los restos calcinados de Alvaro, quienes aseguran que Javier siempre estuvo en la población.
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