martes, 12 de mayo de 2009

Granjas Carroll contamina La Gloria con sustancias cancerígenas: Gerd Werner

Fuente: La Jornada de Oriente (Puebla) 

MARTÍN HERNÁNDEZ ALCÁNTARA

El edafólogo alemán Gerd Werner advirtió que en la región de La Gloria, en los límites entre Puebla y Veracruz, el purín de los miles de cerdos que tiene en sus granjas la empresa Carroll de México está contaminando severamente el suelo y los mantos freáticos con sustancias como nitrosaminas, que son altamente cancerígenas.

En un documento enviado a La Jornada de Oriente, Werdner, quien también es geólogo, ingeniero agrónomo e investigador de la Universidad Justus Liebig, en Gissen, Alemania, cuestiona las medidas de control sanitario y ecológico que las autoridades federales y estatales están aplicando para garantizar que los desechos de Carroll no afecten la salud humana y el medio ambiente.

Werner es también autor de una gran cantidad de estudios. Ha trabajado muchos años en la zona de La Malinche y sus alrededores, y también conoce perfectamente el área en la que están ubicadas las granjas de Carroll.

En la introducción al documento, el investigador germano deja claro que sus apuntes nada tienen que ver con las versiones periodísticas que señalan a las granjas Carroll de la región de La Gloria como las originarias del virus de influenza AH1N1 que corre como pandemia.

Basándose en fotos satelitales de la región de La Gloria, el especialista ubicó algunos puntos de referencia para hacer sus deducciones, como el Cerro Pinto, la carretera El Seco–Jalapa, vía Perote, la Laguna de Alchichica –que antes fue un cráter– y otras formaciones que también fueron cráteres, pero que ahora almacenan agua.

Werner descubrió que granjas Carroll –firma asociada con la productora estadounidense Smithfiel– está dentro de las poligonales de zonas de riego para tierras de cultivo.

Ante esa primera irregularidad, el edafólogo cuestiona qué autoridad permitió el asentamiento de las granjas en una región que para nada es apta para albergar ese tipo de negocios. Explica que en la región existen depósitos de entre 5 y 20 centímetros de espesor de cenizas volcánicas, la mayoría proveniente del Cerro Pinto y también del Cerro Pizarro, que se ubica al noroeste. Dicha ceniza procede de los cráteres que hoy están llenos de agua y de una serie de pequeños volcanes que están en el sur de La Gloria. Las cenizas son altamente permeables, tanto que a partir de un metro y medio de profundidad, aproximadamente, se puede encontrar piedra pómez, lo que constituye un filtro natural.

Werner también recuerda que la región es una de las más secas de Veracruz. Sus precipitaciones pluviales son de alrededor de 450 milímetros, con una evapo–transpiración de alrededor de 600 milímetros, lo que genera un régimen negativo del balance del líquido. Empero, en un solo día puede caer un aguacero capaz de provocar afluentes superficiales de grandes dimensiones, lo cual se puede comprobar con los abanicos fluviales recientes existentes al norte de La Gloria.

El edafólogo asegura que el purín de los cerdos es utilizado por los granjeros como abono para sus parcelas. Advierte que esta situación puede generar en un plazo de 30 a 50 años una grave contaminación de los mantos freáticos con el riesgo de la descomposición de nitratos que deriven en nitrosaminas, las cuales son causales de cáncer.

 

Sin control

Gerd Werner cuestionó las medidas de evaluación, control sanitario y de impacto ecológico en las granjas de Carroll.

Dice que se debe verificar que en un litro del agua potable de la región La Gloria el valor de los nitratos nunca sobrepase el límite de los 50 miligramos.

El purín de los puercos, agrega, debe ser controlado con medidas extremas, porque de lo contrario puede convertirse en una verdadera “bomba biológica”, si los pozos en los que se depositan no están sellados adecuadamente o no tienen al menos 1.7 metros de espesor.

Werner también advierte que el purín de los cerdos contiene no sólo nitrógeno, que es bueno para las tierras de cultivo, sino cobre, zinc y otros metales pesados.

También se debe supervisar que el purín no sobre pase la cantidad de los 170 kilogramos por hectárea al año, dice; sin embargo, al parecer, ninguno de estos parámetros está siendo supervisado por las autoridades en la materia.

La semana pasada, en un comunicado para deslindarse del origen de la epidemia y de las acusaciones de ambientalistas y vecinos por la ausencia de higiene en el tratamiento de sus animales, Carroll dio a conocer que tiene medio millón de cerdos en desarrollo y “60 mil vientres en los estados de Veracruz y Puebla”.

 

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