El monto de 20 mdp, por daños ambientales que provocó la exploración en la zona
Fuente: La Jornada de Michoacán
Los habitantes de San Miguel de Aquila buscarán negociar la creación de un "contrato social"
GLADIS LEON GONZALEZ
Luego de 18 días en que la comunidad indígena de San Miguel de Aquila bloqueó cualquier salida de mineral de su territorio, la empresa Ternium Hylsa pagó los 20 millones de pesos que les adeudaba debido a los daños ambientales que provocó la exploración de los fondos mineros de la zona.
Integrantes de esa comunidad náhuatl manifestaron que en lo sucesivo continuarán con las negociaciones con la empresa acerera, a fin de que se establezca un “contrato social” que beneficie también a la comunidad por la extracción de la riqueza mineral.
Cabe recordar que el pasado 18 de abril, pobladores de San Miguel de Aquila manifestaron su inconformidad por el incumplimiento de acuerdos de Hylsa, que se había comprometido a reparar económicamente el daño que provocó al medio ambiente del municipio, a partir del derribo de árboles y la apertura de caminos para la exploración de nuevos yacimientos mineros que posteriormente, y sin consentimiento de la comunidad, la empresa acerera solicitaría su concesión ante la Secretaría de Economía (SE).
El viernes pasado, durante una asamblea en la comunidad náhuatl, representantes de Ternium Hylsa entregaron el pago de 20 millones de pesos por los daños ambientales derivados de la exploración del territorio; sin embargo, la comunidad buscará la instalación de una mesa de diálogo, mediante la que la empresa se comprometa en lo sucesivo a respetar los derechos indígenas y su autonomía, su libre determinación, así como el blindaje del medio ambiente, por lo que la eventual exploración y explotación de la zona se deberá desarrollar sin alterar el entorno ambiental.
De acuerdo con información de esta comunidad indígena, por más de 20 años esta empresa acerera obtuvo 40 millones de toneladas de mineral, de lo que erogó un pago de un millón y medio de pesos anual a la comunidad por dicha extracción.
Los pobladores de la comunidad denunciaron que la empresa solicitó durante 2007 un contrato que le permitiría la exploración y explotación de 27 mil 200 hectáreas, sin embargo, la asamblea únicamente aprobó la exploración de 200 hectáreas de su territorio en el predio denominado La Colomera, por lo que la empresa pagó 2 millones de pesos durante 12 meses por el derecho de exploración, lo que equivale a un peso por cada metro cuadrado explorado.
“Se permitió la realización de caminos macheteros y la perforación de 7 barrenos en el predio de La Estancuela; sin embargo, la empresa realizó caminos para transportes, derribando árboles en distintas áreas de la comunidad, resultando un daño muy grave en las regiones en que exploraron”, reza un documento de asamblea cuya copia se encuentra en poder de La Jornada Michoacán.
Denunciaron también que pese a que el permiso de la comunidad fue para la exploración de 200 hectáreas, Ternium Hylsa las ha realizado en más de 5 mil hectáreas: “y sus denuncias (ante la SE) alcanzan más de 25 mil hectáreas, perforando más de 160 barrenos de los que se han extraído muestras diversas sin permiso de los propietarios de la tierra”.
Ahora, lo que busca la comunidad indígena es que la empresa continúe con sus trabajos de exploración y explotación, pero que los propios comuneros se vean beneficiados a partir del pago de regalías por el derecho de uso de suelo, y un pago extra de cada mineral extraído; así como el establecimiento de un contrato de ocupación temporal, no de pleno dominio.
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