Por Celso C. Hernández Rojas.*
El 27 de Enero, en una conferencia conjunta, el Banco de México y la Secretaría de Hacienda salieron a corroborar que nuestro país se encuentra en recesión desde el mes de octubre; es decir que presenta bimestres consecutivos de crecimiento cero o negativo, por lo que en consecuencia se deben de tomar medidas urgentes para reactivar a la economía.
Pero como bien sabemos, estos funcionarios de primer nivel, quienes sin embargo poseen rangos menores a la presidencia, no pueden tomar medidas más allá de las que se han tomado, y efectivamente dicho encuentro no paso a más que repetir lo que la presidencia había anunciado en el último plan anticrisis. Pero a diferencia de otros mensajes en los que se concluye con una visión optimista de la situación, esta declaración lo que provoco fue la caída del tipo de cambio con la cual el dólar alcanzó los 14.21 pesos; y sus subsecuentes oscilaciones le han dado una paridad de 14.48 pesos al viernes 30 de enero.
Mientras el ejecutivo se encuentra participando en el Foro Económico de Davos, Suiza, la prensa, dada a reportar las pifias de los gobernantes, que fuera de su espacio local suelen no tener la boca cerrada, ha tomado el incidente de la entrevista con Ernesto Zedillo, último presidente PRIísta y orquestador del rescate bancario del FOBAPROA en 94, para que el espurio Calderón se embarque en la defensa de dicha medida, e incluso para que recomiende este tipo de salidas para la crisis, como si de nada valiera la experiencia que, en este caso, padecemos todos los mexicanos al haberse convertido “el rescate” en deuda pública y que todos lo terminamos pagando.
Este incidente, tan desafortunado, “pasaría a la historia” sin más, si la propia presidencia no se empecinara en quererlo destacar, cuando no puede ser más que una vergüenza histórica la forma y el contenido como medida económica.
Por su lado, ya en el fin de semana, es decir, con varios días de pensarlo, Hacienda ha salido a decir que “de continuar la caída de los índices económicos se utilizarán las reservas internacionales del Banco de México, para paliar los problemas”. Recordemos que en el pasado reciente, a fines del año que concluyó, el haber salido en la defensa del tipo de cambio no solo devaluó la moneda en 25%, sino que terminó con más del 10% de esas reservas, al entrar en un esquema de subastas para el mejor postor , que en este caso fueron los propios banqueros los que se beneficiaron de dólares baratos y hoy en ese mismo esquemas se vislumbra muy claramente que estos mismos banqueros serán los beneficiarios de apostar en contra del peso.
No es superflua, ni gratuita, la indignación de la población en contra de los bancos, mientras los ahorros para el retiro en manos de los Bancos por medio de las AFORES acumulan perdidas, ellos cobran puntualmente sus comisiones, y mientras el conjunto de la economía se debate en una dura recesión, que ya no llega solo a un estancamiento, sino que incluso posee índices negativos, en donde las pérdidas más considerables se deben a la falta de empleo y de ingreso de las familias; salen a relucir los balances bancarios del año que terminó con cuantiosas ganancias, como en el caso del grupo BVBA –Bancomer-, que reporto 31,566 millones de utilidades, siendo, incluso, 7% mayor que en 2007.
Ni que decir de esta misma situación con respecto al gobierno espurio de Calderón, baste señalar el anuncio en relación al diesel y el paro de la flota pesquera en el país; cuando el 27 de enero señalo que “el gobierno es sensible a las demandas más sentidas de la sociedad”, y por tanto en lugar de aumentar 20 centavos por mes el precio del combustible, lo hará en 5 centavos, lo que en general señalaron todos los partidos fue que era una burla y un engaño, cuando en realidad lo que se demandaba era la reducción del precio actual. En ese escenario y ante el levantamiento de la veda anual de las especies que para ellos son las más atractivas, la flota pesquera está por volver al mar sin conseguir su objetivo principal, orillados por la necesidad de trabajo y de ingreso.
Ahora bien, sí tomamos en consideración los factores que se han ido acumulando, lo que estamos observando es como se perfila la jornada electoral intermedia de julio de 2009, en lo que aparentemente va a ser la vuelta a la vida del PRIismo por un lado, y por otro, la atomización de los diferentes partidos de la izquierda con una derecha que sola tiende a marginarse en sus extremismos.
Del lado económico hasta la derecha va a tratar de disfrazarse con el lenguaje de “asistencialismo y de sacar adelante a los pobres”, en tiempos de crisis la administración de estos, y no de la riqueza, es lo que se impone, mientras los otros proyectos caen en lugares comunes o se desgastan.
Y es que en eso el sistema se ha hecho receptivo a retomar los discursos y las demandas, como lo vimos cuando se intento impulsar un plan anticrisis desde los chuchos del PRD, si al fin y al cabo no hay términos o formas de buscar su cumplimiento, y en esa estructura es difícil plantearse temas o formas diferentes. Hace falta replantearse el proyecto en otro plano.
Lo que se ha venido vislumbrando es que el lenguaje o el compromiso de palabra tiende a ser el tema de la campaña electoral, pero este discurso en la realidad no opera, el discurso de la salida de la crisis y la atención de las demandas sociales es para captar votos, pero no opera en las políticas públicas, y menos cuando se trata de un gobierno abiertamente favorable a los grupos empresariales del país y de los intereses corporativos internacionales, en ese marco no podemos esperar más que la continuidad del mismo proyecto económico que hasta ahora hemos visto.
Un proyecto económico sustentado en bases distintas debe partir invariablemente de las necesidades sociales, de sus organizaciones, es decir de la organización de la gente, hacia formas de economía social o solidaria, que le den un contenido diferente a la gestión y la forma de los beneficios, de otra manera solo se estaría aportando a la misma forma del mercado y de la distribución privada de la riqueza social, a fin de cuentas se estaría, desde otro ángulo, aportando a la acumulación del capital únicamente.
*Taller de Economía Social y Políticas Públicas, Facultad de Economía de la UNAM.
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