martes, 13 de enero de 2009

Se comprueba que guardias blancas custodian 400 has. de tierra de Pacheco



JAVIER PUGA MARTÍNEZ

Tras las denuncias hechas por los comuneros de San Andrés Azumiatla, junta auxiliar del sur del municipio de Puebla, sobre la presunta presencia de guardias blancas custodiando 400 hectáreas de tierra que dos integrantes de la familia Pacheco Pensado despojó a los campesinos, este medio realizó un recorrido por la zona y comprobó la presencia de agentes que aseguraron que ellos son los “vigilantes” de esos predios.

Montados en cuatrimotos y caballos, los “vigilantes” pertenecen a la familia Flores Escalana –identificada en Azumiatla por ejercer un cacicazgo local–, pero ahora trabajan al servicio de Guillermo y Javier Pacheco Pensado, hijos del ex presidente del Tribunal Superior de Justicia y ex presidente municipal de Puebla Guillermo Pacheco Pulido.

En esa junta auxiliar, localizada a unos 15 kilómetros de la ciudad de Puebla, nadie se explica cómo los Flores Escalona, de la noche a la mañana, se convirtieron en propietarios de un terreno comunal de 200 hectáreas; posteriormente, el predio fue vendido a los Pacheco Pensado. Coincidentemente, eso ocurrió cuando Nabor Flores Escalona fue alcalde auxiliar de Azumiatla, indicaron los perjudicados.

En tanto, los Pacheco Pensado se hicieron de 200 hectáreas más a través de juicios de usucapión que estuvieron amañados, y en ningún momento los comuneros estuvieron enterados de los litigios, relataron los campesinos.

Ahora, las 400 hectáreas están protegidas por cuatro casetas de vigilancia, pintadas de blanco y ubicadas en la cima de cerros y lomas, y se encuentran cercadas con un tipo de malla ciclónica especial que ni siquiera los labriegos habían visto antes. No se pudo observar si los agentes estaban armados, pero sí estaban equipados con radiocomunicadores. La malla bloqueó más de 16 caminos vecinales de Azumiatla; uno de ellos era utilizado por motociclistas y ciclistas, así como por trotadores que realizaban una travesía ecoturística entre Puebla y Atlixco, entre una parte de la Sierra del Tentzo.

Quizá en esta última ciudad está la clave de la disputa por el inmenso predio: tras un cerro sobre el cual está una segunda caseta de vigilancia se pretenden edificar casas residenciales, pues este lugar tiene una panorámica privilegiada del valle de Atlixco, con el volcán Popocatépetl de fondo.

A un costado existe una zona que es un bosque de pinos, encinos y alcanfores; es un reducto de halcones, aguilas, zorras, ardillas y otras especies silvestres, y es uno de los pocos lugares donde hay agua. Esa tierra se encuentra en litigio por Andrés Escalona, quien ya demostró a la justicia federal que el predio es suyo, no de los Pacheco Pensado.

De candidato a “vigilante”

Llegar a la malla metálica que divide las 400 hectáreas del resto de la junta auxiliar resulta una odisea hasta para los propios campesinos que han sido perjudicados con el despojo. Los comuneros toman sus precauciones y dicen que no es para menos, pues cada vez con más frecuencia las guardias blancas de los Pacheco Pensando suelen tirar ráfagas de ametralladora para amedrentar a la población, para alejarla, para que no se acerque.

En efecto, uno de los Flores Escalona se exaltó; iba y venía por un camino en una cuatrimoto negra. Traía un radiocomunicador y dio parte a sus “superiores”. Les informó: “sí, son varios... ¡Uno está sacando fotos! ¡Uno está sacando fotos!”. El hombre, vestido de camisa negra, pantalón de mezclilla y tenis, sacó una llave, abrió un candado, quitó la malla, cruzó con su cuatrimoto y vuelvió a colocar todo como estaba y desapareció entre una nube de polvo a gran velocidad.

Hasta la malla llegó La Jornada de Oriente, justo donde está una mojonera que delimita las antiguas propiedades de los comuneros. Del otro lado se encontraba un hombre a caballo, acompañado por una mujer que grabó un video con un teléfono celular, pareja a la que después se sumó el sujeto de la cuatrimoto.

El jinete resultó ser Celso Gabino Flores Escalona, ex candidato a la presidencia municipal de Azumiatla en la pasada elección para autoridades subalternas en mayo pasado. De acuerdo con los vecinos, Celso, quien compitió abiertamente por el PRI, logró dividir al resto de priistas en su contra; sus paisanos le dieron la espalda y no lo apoyaron porque aseguran que tenía la intención de vender unos terrenos en la entrada de Azumiatla, además de que hubiera favorecido a los Pacheco Pensado.

–Le voy a pedir que me muestre su identificación –le exigió el jinete al reportero luego de terminar una conversación por un radiocomunicador.

–¿Es usted alguna autoridad judicial, local o el dueño? –se le respondió.

–No. Soy el vigilante de estas tierras... son propiedad privada. Han habido muchos problemas por aquí, por eso le pido que se identifique; además, veo que está tomando fotos. ¿Para qué son?

–Con todo respeto, sólo se la mostraré al propietario del terreno. Las fotos son para un reportaje periodístico, motivado precisamente por los problemas a los que usted se refiere. Y si no me equivoco, de este lado son tierras comunales, así que puedo tomar fotos.

–Ya viene un representante de los dueños. Si lo quieren esperar... pero no tome fotos. Nosotros estamos aquí para vigilar.

–Me llama la atención que me pida que no tome fotos cuando la muchacha está tomando video... Entiendo y respeto su trabajo, le pido que también respete el mío.

–Está bien. Si gustan pueden pasar; no tenemos problemas. Adelante, sólo díganos que quieren pasar y con todo gusto. No queremos problemas. Pueden pasar.

–Gracias, aquí estamos bien.

“Van a amanecer linchados”

Hasta los comuneros se sorprendieron cuando Flores Escalona invitó a pasar al grupo, pues anteriormente sólo habían escuchado mentadas de madre y amenazas de muerte. Los campesinos y el reportero continuaron siendo grabados con el teléfono celular mientras se retiraba.

De nueva cuenta, los campesinos y su representante legal lamentaron la actitud del gobierno del estado y del ayuntamiento de Puebla en este tema, pues aseguran que tanto la Policía Municipal como la Estatal están al servicio de los Pacheco Pensado. Exigieron que la comunidad de San Andrés Azumiatla sea despistolizado de inmediato.

“Si quieren hacer casas, que las hagan. ¿Pero por qué tiene que ser a costa del campesino? Mientras ellos se hacen cada vez más ricos, nosotros seguimos siendo más pobres. Pedimos que intervenga el gobierno porque la gente ya se está cansanda de no poder transitar, de estar incomunicados, de los despojos. Los Flores Escalona no lo saben, pero el día que el pueblo se canse van a amanecer linchados”, afirmaron los labriegos.

Fuente: La Jornada de Oriente.

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