martes, 13 de enero de 2009

El PRD de los chuchos se afilia al pandillerismo prianista


POR ALFREDO PADILLA PENILLA
(Exclusivo para Voces del Periodista)

No sólo el PAN y el PRI viven a espaldas de la historia. También los perredistas corruptos incondicionales de Jesús Ortega, quien para ser presidente del PRD surgió de un cochinero electoral, a fin de ser lacayo del también lacayo del poder televisivo y empresarial, Feli-pillo Calderón. O sea, más de lo mismo, hasta que México reviente.

Empero, ¿por qué tales pandillas gobernantes representan la anti-historia mexicana de nuestro México, forjado a martillazos en el yunque del dolor?

¿Y por qué hablamos de historia? Porque la historia es la madre de los pueblos y de allí venimos. Ignorarla significa que somos extranjeros en nuestra propia patria.

Tomemos un solo ejemplo: José María Morelos y Pavón, quizás el más brillante militar de nuestra historia, quien se unió en 1810 al Padre de la Patria. Miguel Hidalgo y Costilla en su lucha por la Independencia de nuestro país. El genial Morelos fue indiscutiblemente el estratega político-social del movimiento independentista, nada menos que el padre de nuestras instituciones, tan pisoteadas por nuestros gobernantes neoliberales. Instaló el Congreso Nacional de Chilpancingo, Guerreo el 14 de septiembre de 1813, en donde se perfiló el futuro de la República Mexicana, que intereses perversos han evitado que se cumpla hasta 2008. Allí dio a conocer sus célebres Sentimientos de la Nación: "Moderar la indigencia y la opulencia … y de tal suerte se aumente el jornal del pobre que mejore sus costumbres, aleje la ignorancia, la rapiña y el hurto".

Declaró la independencia absoluta de la Nación; la soberanía dimana del pueblo y se deposita en sus representantes de los poderes: legislativo, ejecutivo y judicial. Sólo los americanos (mexicanos) deben ocupar el poder.

Morelos suscribió un documento titulado: "Medidas políticas que deben tomar los jefes de los ejércitos americanos: deben considerarse como enemigos de la Nación y adictos al partido de la tiranía todos los ricos, nobles y empleados de primer orden. Criollos y gachupines".

Tuvo una formidable visión social y económica al disponer que para destruir el poder y la resistencia de los enemigos, se les despojara de sus bienes y se repartieran entre los pobres y la caja militar, para proseguir la "guerra santa". (Al respecto, debemos recordar que los indios eran esclavos arraigados a los latifundios, y los mestizos también eran súbditos de virreinato, prácticamente sin derechos y calidad humana.)

Además, propuso que se fraccionaran las grandes haciendas, "porque el beneficio de la agricultura consiste en que muchos puedan subsistir con su trabajo e industria, y no que un solo particular tenga mucha extensión de tierras infructíferas".

Los hipócritas y serviles de siempre quisieron coronarlo y darle el tratamiento de alteza, lo cual rechazó el caudillo Morelos y se denominó simplemente: "Siervo de la Nación".

Desde hace 195 años el "Siervo de la Nación" trazó el programa económico-social que deberíamos haber realizado desde cuando. Prosiguen los "tiranos" o corruptos eternos esquilmando y flagelando al pueblo pobre y en la miseria. ¿Hasta cuándo nos liberaremos de los Salinas, de los Zedillo, de los Fox, Calderón, Manlios, Gamboa Patrón y demás vampiros?

Si no actuamos con un ¡Ya basta! lamentaremos vernos envueltos en un nuevo torbellino. Por ello debemos actualizar nuestra atormentada historia ¡Ahora o nunca!.

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