lunes, 26 de enero de 2009

Acciones Concretas Para Enfrentar Radicalmente la Crisis


¿Tú qué estas Haciendo?

Por Enrique Cisneros Luján

Este no es un escrito para especialistas. Está pensado para el trabajador que hasta ahora le está “cayendo el 20” de que la crisis va en serio y que no afecta tan sólo al amigo o al vecino, sino a todos los trabajadores. Va dirigido a aquellos que empiezan a preguntarse ¿Qué se puede hacer?

Primero hay que ubicar la raíz de la crisis: se llama sistema capitalista, ese que defienden los patrones, los burgueses y……. sus gatos que lo implementan y defienden: los políticos, las fuerzas represivas. Ese sistema que bendice el cardenal y promueve Televisa.

El capitalismo es el sistema que se padece en la mayoría del mundo actual; sistema donde es legal la explotación de los trabajadores para enriquecer a unos cuantos mientras millones mueren de hambre. Ese sistema está en crisis y a largo plazo se derrumbará y quedará como un recuerdo vergonzoso de la humanidad.

Sin embargo, hay que dar muchos pasos, ganar muchas batallas antes de llegar a destruir el sistema capitalista, que en su fase actual imperialista muchos llaman neoliberalismo.

Hay países como Cuba, donde a pesar del mundo capitalista se han experimentado otros modos de producir, que si bien todavía tiene muchas carencias, ha abierto brecha. Hay otros como Venezuela, donde se mantienen relaciones fundamentalmente capitalistas, pero se ha avanzado en caminar hacia formas en que para empezar, los recursos del país sirvan a los trabajadores y no a una camarilla de vivales.

Pero no es posible cambiar si no hay conciencia por parte de los trabajadores de la necesidad del cambio. Actualmente la crisis mueve a mucha gente a pensar que hay que hacer algo, pero no basta tan sólo aceptar que las cosas andan mal. Hay que entender, hay que saber, hay que tener conciencia y estar claros de que esto se puede de cambiar.

El papel de Televisa y la mayoría de los medios de comunicación electrónicos e impresos tienen la función de que los trabajadores no adquieran conciencia de la necesidad de cambiar. La mayoría de los curas cumplen también esa función conformando a la gente diciéndole que su condición de pobres y explotados es destino divino y la educación tradicional complementa este círculo de mediatización y enajenación.

Una primera tarea es romper ese círculo. Asistir a lugares donde se reúnen trabajadores que están conscientes de su fuerza y que la ejercen: las marchas, huelgas, asambleas populares y democráticas , etc., son lugares donde el trabajador puede obtener otro tipo de información.

Hay que leer, estudiar. Ningún trabajador se liberará leyendo periódicos amarillistas o revistas que narran la vida y la historia de los riquillos. Las telenovelas y el futbol (televisivo), cumplen la función de ocupar el tiempo libre de los trabajadores para que no piensen y no estudien.

A muchas compañeras las tienen entretenidas en conocer la historia de los llamados artistas y muchos compañeros se chutan periódicos seudo deportivos que sólo informan sobre los futbolistas, empresarios deportivos o vedetes (muchos de estos millonarios).

Hay que leer literatura que dé cuenta de las luchas del pueblo, de los triunfos de los trabajadores, de formas de organización de las maneras de enfrentar a los enemigos capitalistas.

Porque allí viene la segunda tarea: de nada sirve tener conciencia de lo que significa ser trabajador (lo que se llama conciencia de clase), si no se labora en organizar. Hay que organizarse para ir creando lo que se llama el poder popular.

¿Dónde? ¿Cómo? Eso se va aprendiendo y decidiendo en la lucha.

Cuando se empieza no hay que dejarse llevar por los pleitos que hay entre los diferentes grupos: que si los obradoristas, que si los zapatistas, que si los radicales, que si los anarquistas, que si los …….. equis y más equis.

Hay que moverse y acercarse a los grupos organizados pero sin dejar de ser crítico. Será el estudio el que permitirá ir diferenciando y de ser necesario, acercarse más a un grupo determinado. Inclusive, si no hay ninguno que llegue a satisfacer las necesidades de organización, prepararse para formar el que cada quien crea que debe de cumplir la función de tener fuerza para enfrentar al enemigo de clase. Pero hay que dejar el accionar individual para entrar a la acción colectiva.

¿Dónde preparase? Por un lado en la lucha cotidiana se aprende, pero es necesario conocer la teoría. Conforme se va participando se van encontrando diversas opciones de formación. Y en los casos en que los que ya tienen experiencia no den alternativas de formación e inclusive se opongan a que los trabajadores aprendan, hay que desconfiar de ellos y buscar otras opciones. Por ejemplo, la mayoría de los partidos políticos sólo quieren borregos que les den votos, no les quieren gente que piense.

La formación teórica y la práctica política, permitirán entender mejor el mundo y cuando hay convicción no es tan fácil que cualquier charlatán politiquero pueda engañar a los trabajadores.

Ver el mundo desde el ojo de la clase trabajadora se convierte entonces en una nueva manera de vivir, en una nueva forma de llevar las relaciones interpersonales, de educar a los hijos, de saberse proteger ante la andanada de mediatización de los enemigos.

Estudiar no sólo es ir a una escuela. Se estudia cuando se lee otra literatura, cuando se ven otros espectáculos, se cantan otras canciones, se siente orgullo de ser trabajador. Cuando se reivindica y se defiende la historia de los trabajadores, los verdaderos héroes del pueblo, en fin, cuando se va creando dentro de uno mismo lo que le Che Guevara llamó el hombre (y la mujer) nuevo y nueva.

Cuando los trabajadores están conscientes y organizados no hay enemigo que se les haga grande ni poderoso. Entonces se caen los títeres que les cuidan las espaldas a los capitalistas y se van sentando las bases para avanzar más rápido en la construcción del poder popular; los trabajadores van controlando territorio (fábricas, espacios autónomos, lugares de esparcimiento y concientización proletaria, medios de comunicación alternativa, escuelas populares, etc., etc.,). Así se avanza poco a poco en la destrucción del sistema individualista capitalista y en la construcción de uno colectivo y verdaderamente humano.

La crisis capitalista le está moviendo el tapete a muchos trabajadores. Ojalá no sólo se quede en lamentos y maldiciones ¿Tú qué estás haciendo?

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