Marta Cabrales
Santiago de Cuba, 31 dic (PL) Un breve recorrido por calles y plazas de esta oriental urbe basta para advertir hoy el entusiasmo con que los lugareños acogen la celebración central por el medio siglo del triunfo de la Revolución cubana.
Al estado de gracia del fin de año, los cubanos incorporaron en 1959 el júbilo por el hecho histórico que les cambió la vida, en una ascendente espiral hacia la dignidad humana.
Desde entonces, el tránsito de un año a otro ha sido fecha de múltiples razones para continuar y agradecer el don de la vida, y más en esta ciudad, donde Fidel Castro proclamó la victoria insurreccional sobre el dictador Fulgencio Batista.
El tradicional colorido de una villa de casi cinco siglos, donde prevalecen el verde de las montañas y el azul del mar Caribe, crece con las banderas, vallas, adornos navideños y muchos detalles más que expresan la alegría por el arribo de 2009.
Engalanan esta suerte de mural variopinto desde las grandes telas y soportes hasta los más humildes carteles, creados con los recursos a la mano para saludar el significativo acontecimiento.
En el parque Céspedes, donde tendrá lugar la conmemoración, ya están alineadas miles de sillas y se dan los últimos retoques a un entorno embellecido y animado por el tránsito de las personas, contagiadas por el ambiente festivo que se respira en la ciudad.
Por la calle Enramadas, la principal arteria comercial, es incesante el ir y venir en que con los santiagueros se mezclan cubanos llegados de otras provincias y países, junto a turistas y visitantes de las más diversas latitudes.
En medio del distendido panorama, obreros hidráulicos y de otras profesiones laboran incansablemente en pos del nuevo acueducto que resolverá un problema tan viejo como la misma urbe.
El año que se va ha sido pródigo para esta tierra, que celebró el aniversario 55 del asalto al cuartel Moncada en julio y al comenzar diciembre acogió la III Cumbre Cuba-CARICOM, que reunió a los mandatarios de los países de la región.
En 2008, a pesar de que los huracanes Gustav, Ike y Paloma se ensañaron con la Isla, este territorio solo experimentó impactos de menor consideración que le permitieron mantener avances en su recuperación económica.
Por todo ello, la llegada del nuevo año encontrará a la Ciudad Héroe y su gente con bríos mayores y la responsabilidad de mantenerse a la altura de su proverbial protagonismo histórico.
Fuente: Prensa Latina.
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