México: Ruptura institucional, ante portas

Editorial del informativo, Página Iberoamericana, Vol. 5 No. 7, julio de 2008

Reseña Estratégica, 8 de agosto de 2008 (www.msia.org.br).-La tentativa del gobierno de Felipe Calderón, el PAN y sus aliados políticos en el PRI y el PANAL de menospreciar el NO categórico a su neoliberal Reforma Energética, que resultó de la primera parte de la Consulta Popular realizada el pasado 27 de julio en el Distrito Federal y otros estados de la República mexicana, y la temeridad en querer imponer con acuerdos políticos "en los oscurito" la reforma de PEMEX, puede constituirse en un acto irresponsable que de hecho puede desembocar en una ruptura institucional que cada día parece más inevitable.

Existe una arraigada tendencia entre los analistas políticos, pagados o no por el gobierno, para tratar de encajonar el proceso de discusión de la llamada reforma energéticas, dentro de los limites de la geometría partidista, o dentro de los malabarismos ideológicos de derecha-izquierda, sin percibir que se está entrando en una zona de turbulencia en que lo que se juega no son inclinaciones o matices ideológicos, sino el interés y los sentimientos nacionales que se vienen expresando desde julio de 2006 y se reiteraron en la consulta del pasado 27 de julio. Un sentimiento que emerge, aún dentro de las aguas agitadas tras haber sido sofocado por más de veinte años de dictadura librecambista. La naturaleza nacional de este movimiento, quedó claramente expresado durante los Foros realizados en el Senado, que en un ejercicio de soberanía concluyeron que el imperativo es mantener a PEMEX bajo la soberanía de la Unión.

Pero la terquedad de la Presidencia ilegítima y sus aliados, no es solamente resultado de un perfil psicológico del grupo en el poder, que se dora la píldora acerca de su legitimidad - lo que en realidad cuesta también muchos recursos del presupuesto nacional- o tener el síndrome de querer tapar el sol con un dedo. La terquedad política de Felipe Calderón proviene también de la realidad que el sistema neoliberal globalizado está llegando a su fin, y el país no tiene otra carta, dentro de ese esquema inaugurado por Salinas de Gortari, que entregar PEMEX al capital especulativo internacional. El problema es que el país está quebrado, no PEMEX, que apenas recibe la factura por vías fiscales obscuras e irresponsables.

Así lo que se requiere es una reforma del sistema económico injusto que ha aumentado la miseria y la desigualdad entre el pueblo de México, para lo cual los recursos petroleros deberán ser destinados a aquellas áreas que provoquen un salto en las capacidades económicas, científica y tecnológicas del país. Este es precisamente el tema que informamos de los eventos de Módena, Italia, que reunieron una elite de Rusia y la nación anfitriona, para discutir la reforma del sistema financiero mundial. Rusia, con sus enormes recursos energéticos, los coloca soberanamente en la mesa de negociación de esa reforma, como una palanca diplomática que le permita acuerdos de cooperación para su propia modernidad y desarrollo. (Al final de esta Reseña publicamos el texto de la Declaración de Módena)

Pero antes de este momento, la Rusia de Putin y Medvedev, quitaron el control de sus empresas energéticas de las manos de la "Mafia Rusa", provocando una ruptura con el sistema neoliberal impuesto por Yelsin y familia.

Esa es en el fondo la ruptura institucional que se avecina, parafraseando al veterano dirigente político Porfirio Muñoz Ledo en su libro reciente La Ruptura que viene.