ARREPENTIMIENTO (no me ayudes compadre)

A mi gran y querido amigo, respetado colega, José Antonio Calcáneo Collado por su pronta y segura recuperación. Adelante Calca.

(Villahermosa, Tabasco) Cuando certero el presidente, Felipe Calderón Hinojosa ya tenía en la lona y aquietado a su locuaz, entrometido y cuando menos señalado de “sospechosismo” antecesor, Vicente Fox Quesada, situación que la inmensa mayoría de los mexicanos agradecimos, un mal consejo de alguien que en el círculo cercano no debe de conocer de lealtades, lo revive políticamente con todas sus graves consecuencias.

Solamente a un ingenuo o a un malvado se le pudo ocurrir que con la reivindicación a Fox, éste se iba a quedar calladito para verse más bonito, de ninguna manera, vuelve a la carga para complicar la política exterior del Gobierno del presidente Calderón Hinojosa.

Ahora arremetió, de acuerdo a su añeja y caduca ideología ultraderechista, en contra del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, durante una “conferencia” que “dictó”, en la ciudad capital, Managua, en violación flagrante a las leyes locales y al derecho internacional que obliga a los extranjeros a no intervenir en la política interna de las naciones.

Sin embargo, como una fuerte lección, aunque sabemos de los oídos sordos del ex ocupante de Los Pinos, no tardó la respuesta precisa y certera del gobernante centroamericano. Vicente Fox Quesada tiene un “historial de corrupción, mentiras y nexos con el narcotráfico y el crimen organizado”, difundió la emisora del Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Rosario Murillo, esposa del presidente Ortega, en su calidad de titular de la Oficina de Comunicación y Prensa de la Presidencia, calificó además a Fox Quesada como un “político fracasado y agente del imperialismo”, sostuvo que el guanajuatense “destruyó la industria petrolera mexicana, les dio el poder a los narcotraficantes, multiplicó la corrupción y sus familiares son investigados al ser señalados de estar involucrados en redes de corrupción”.

Como siempre ha ocurrido en estos casos de intromisión, Vicente Fox Quesada inició la guerra verbal, al acusar al presidente Ortega de tener “síntomas de pretensiones dictatoriales” y aliarse a la “utopía fracasada” y al mesianismo del presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Así habló Fox, en un club privado de Managua, además aseguró que Ortega ha alejado la inversión foránea por proclamarse hermano de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, las FARC, y lo más grave, arremetió contra nuestra paisana, Lucia Morett, sobreviviente del ataque colombiano a una base rebelde en Ecuador el 1 de marzo pasado, al criticar al mandatario nicaragüense por haberle otorgado asilo político. Es obvio, ignora lo que es el asilo humanitario.

Es más, en entrevista con el diario La Prensa de Managua, Fox declaró que el nexo con las FARC y el caso Morett “son situaciones que no aplican en países democráticos” y para rematar, otro argumento pueril basado en que Ortega gobierna por segunda ocasión, sin entender nada de la filosofía cervantina, muy orondo exclamó: “nunca las segundas partes fueron buenas”, claro está que la ridícula expresión no aplica para su amigazo, George W. Bush. Así se las gastan estos hombres de horca y cuchillo, son expresiones de la más rancia y añeja ultraderecha criolla.

El arrepentimiento debe de envolver al presidente Felipe Calderón Hinojosa, por lo que es necesario poner un hasta aquí al encargado de la administración de su partido Acción Nacional, ante la amenaza, también pueril, de querer “guanajuatizar” al país. Sueños de opio y nada más.

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