Calderón y los liderazgos
Eduardo Ibarra Aguirre
Sin consultar el texto en el que Juan José Arreola Zúñiga plantea que “México necesita que ya no haya líderes importantes ni dirigentes de multitudes, sino que cada hombre sea capaz de conducirse por sí mismo”, los hacedores de discursos de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa mostraron su perfil al limitarse a la lectura de la página 111 del libro Las mejores frases célebres de México y el mundo, de Antonio Morales Saldívar.
“Me van a extrañar”, advirtió Vicente Fox Quesada antes de partir de Los Pinos muy bien equipado de propiedades y chequeras. Por enésima ocasión se equivocó. Ignoró que sembró escuela y que el Hijo desobediente aprendió varias lecciones, como la de citar sin el menor rigor.
Sin embargo, coincido con el escritor jalisciense y el político michoacano. Nunca he sido partidario de los grandes liderazgos ni para México ni para ningún parte de la aldea. Pero las realidades no se compadecen de los gustos y están enfrente. Es preciso asumirlas como escribidor de utopías que prevén la desaparición de liderazgos, partidos, gobiernos y Estados, y al hombre como dueño de su destino.
Pero en Los Pinos no cabe darse el lujo de renunciar a la facultad y el derecho de iniciativa que tiene el Ejecutivo en materia energética, y en cualesquiera otras, y en cambio imponerla como líder importante al pequeño círculo dirigente de la multitud que se agrupan en el Partido Acción Nacional.
Entre otras cosas porque el presidente del panismo Germán Martínez Cázares --fruto de una elección interna al mejor estilo soviético que ni los mapaches del Partido de
La exhibición de confusión e inseguridad del trío panista en la conferencia de prensa del lunes
Las indefiniciones del grupo –nunca había sido tan estricto el término--gobernante, la declinación de la facultad y el derecho de iniciativa por parte de Calderón, la presentación de un diagnostico sobre Petróleos Mexicanos significado por el catastrofismo y el alarmismo, la cerrazón al debate nacional, la obcecación propagandística para ofender el sentido común de los ciudadanos, colocan a las bancadas legislativas del Revolucionario Institucional en una posición inmejorable para conquistar una tajada de poder a costa de un gobierno declinante en sus obligaciones.
El priísmo de viejo cuño, vinculado a las tareas del desazolve del drenaje profundo del sistema político, se prepara para la emergencia con fintas fraseológicas a cargo de Manlio Fabio Beltrones Rivera para acreditarlo ante el creciente movimiento que pugna por la puesta al día de Pemex sin políticas privatizadoras con ese u otros nombres.
Acuse de recibo
La columnista Manú Dornbierer aporta datos a Manos encubridoras (30-III-08): “Se les olvidó hacer un carril sólo para taxis” en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez. Además: “Con razón la línea Air France, socia de Sky Team, no quiso mudarse a la Terminal 2. Por otra parte, escuché que en el taxeo los aviones corren el riesgo --ya ha sucedido-- de atorarse las alas unos con otros. ¿En que gastó los 8 mil y pico de millones de pesos Fox si no hay ni siquiera túneles para los aviones?”… Cuenta Magdalena Barba Ávila que del programa Tercer Grado (30-III-08), el comentario de Carlos Marín “me produjo profunda indignación escucharle hablar de ‘lenguaje paramilitar: columnas, brigadas, las Adelitas de Andrés Manuel…’ y una sarta de sandeces más al hacer referencia a la noble tarea que hemos emprendido miles de personas en defensa del petróleo. Ahora leo en tu Utopía No. 526 el comentario de la señora Dornbierer y no puedo más que concederle la razón. De ‘provocador y bufón’ y ‘elemento agitador’, como lo califica Jorge Zepeda en Día Siete (http://www.jorgezepeda.net/20-10-2006/tercer-grado-o-la-agenda-politica-de-televisa/), el señor Marín parece querer convertirse en punta de lanza mediática para criminalizar este movimiento legítimo e imprescindible. ¿Lobotomía financiera? ¿Estulticia? ¿Abyección? Gracias por tu trabajo y por seguir dignificando el oficio periodístico”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario