miércoles, 30 de enero de 2008

La gran estrategia nuclear de EU y Europa

Bajo la Lupa

Alfredo Jalife-Rahme

La gran estrategia nuclear de EU y Europa

El ultrabélico Centro Internacional de Estudios Estratégicos (CSIS, por su siglas en inglés) colaboró con la Fundación Noaber para el lanzamiento de Hacia una gran estrategia para un mundo incierto: renovación de la Alianza Trasatlántica, que versa sobe la guerra preventiva nuclear en primera instancia (ver Bajo la Lupa, 27/1/08).
El CSIS apadrinó el infame documento Los nuevos horizontes en las relaciones EU-México de entrega anticipada del petróleo mexicano por Jesús Reyes-Heroles González Garza, Andrés Rozental Gutman, Luis Rubio Friedberg, Rafael Fernández de Castro, Pedro Aspe Armella, entre otros. El responsable de la publicación, coincidentemente siete días después del 11/9, es el director del Proyecto México: Armand B. Peschard-Sverdrup (¿será familiar de Jacqueline Peschard, quien fue a ratificar el fraude electoral en Irak junto al controvertido panista Alonso Lujambio del IFAI?). El CSIS se caracteriza por dar línea a siniestra y a diestra, como instruyó en un reciente reporte provocativo: Los futuros (sic) alternativos de Rusia, que vaticina la inminente antropofagia de la clase dirigente rusa proclive a la tiranía.
La guerra sicológica del CSIS ha infectado a la inofensiva fundación holandesa Noaber que se desvió de sus objetivos fundacionales, “estimular el bienestar (sic) social en los países emergentes”, para ahora avalar la “guerra nuclear preventiva en primera instancia” del “condominio” tripartita EU-OTAN-Unión Europea (UE).
En medio de la catástrofe militar anglosajona en Eurasia y del “fin de la era” del dolarcentrismo –concomitante a la insolvencia bancaria inocultable del G-7 y sus caricaturas tropicales emergentes/detergentes como el “México neoliberal”– han abundado publicaciones sobre la “restructuración estratégica”, como la fundación alemana Bertelsmann, de corte neoliberal y de gran influencia en el gobierno alemán, bajo la cobertura de la cual el Grupo Venusberg –de 13 “expertos” europeos, donde predomina el politólogo Werner Weidenfeld– pregona, con un enfoque “multilateral”, la optimización de su defensa: “Más allá de 2010. Una gran estrategia europea en la era global (sic)”.
Para lidiar con los consabidos “desafíos” de entonaciones huntingtoniana y neomalthusiana –terrorismo, estados fracasados, cambio climático etcétera– formula la creación de un discriminativo “núcleo defensivo” con los siete países que mantienen los mayores presupuestos de gasto militar en la Unión Europea (UE): Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, España, Holanda y Polonia.
Aflora la nacionfobia selectiva de los poderosos europeos frente a los emasculados económica y militarmente. ¿Aceptará el restante de 20 países despreciados de la UE su trágico epílogo de involuntaria extinción teledirigida? El Grupo Venusberg se queda a un escaso milímetro de proponer la guerra nuclear preventiva, pero, en forma perturbadora, no difiere mucho del aberrante diagnóstico de la “nueva OTAN” ni de su filosofía ultrabélica ni de su catastrofismo alarmante.
Frente a las “amenazas agudas” se atreve, sin embargo, a marcar una nítida distancia con el régimen torturador bushiano mediante la juiciosa propuesta de un posicionamiento propiamente europeo a escala global cuando el viejo continente ha sido “atrapado entre el debilitamiento de EU y el ascenso de China”.
¿Cómo podrán incorporar a una España totalmente intoxicada por el fallido aznarismo, cuando el saltimbanqui Felipe González sueña ser esclavo de EU y el mendaz consuetudinario José María Aznar López, esclavo masoquista de Baby Bush, califica el “Diálogo de Civilizaciones” como una “estupidez” (¡súper sic!)?
¿Por qué despertaron tan tarde y solamente cuando EU y Gran Bretaña fueron derrotadas en Irak, y la OTAN se encuentra a punto de perder en Afganistán, en medio del desplome de la globalización financiera de la banca israelí-anglosajona? ¿Por qué el influyente Grupo Venusberg no cita a Rusia, India e Irán? ¿Qué destino le deparan a Rusia, India e Irán en sus escenarios futuros equidistantes entre EU y China?
Nada se compara con la toxicidad del “Documento Shrivenham”, número 6 de la Academia de Defensa de Gran Bretaña, Rusia y Occidente (sic); una revaluación, del analista militar James Sherr, quien considera que “una Rusia poderosa es una vez más un factor innegable (…) Aunque no sea una amenaza global busca ser tanto facilitadora como aguafiestas”, por lo que urge “reducirla de tamaño” (¡súper sic!) mediante la explotación de sus vulnerabilidades en el sector energético (¿manipulado desplome bursátil del crudo?).
Como que la “nueva OTAN” y EU (la adopción de la doctrina de la “tercera guerra mundial nuclear” del israelí-estadunidense Norman Podhoretz por Baby Bush) recurren en forma muy lasa al uso lúgubre y en “primera instancia” de armas nucleares ante lo que los ciudadanos del mundo no podemos quedar callados en la impotencia.
Pareciera que los superhalcones del régimen torturador bushiano desean llevar al planeta, mediante una demencial “puja” tecnomilitar, a una carrera armamentista con el fin de dejar sembrados a sus competidores geoeconómicos euroasiáticos del RIC (Rusia, India y China), como alude el general Vladimir Popovkin, comandante de las fuerza militares rusas en el espacio, quien advirtió sobre el riesgo de una “conflagración estratégica nuclear” debido al irredentismo de despliegue misilístico-balístico de EU y la OTAN en Europa oriental.
Dado que Rusia no dispone de recursos para el dispendio de una nueva carrera armamentista –mortal error que cometió en la década de los 80 del siglo pasado con la Guerra de las Galaxias, de Ronald Reagan–, “responderá con medidas asimétricas”, entre las cuales figura la “optimización de sus letales cohetes intercontinentales”.
Después de la réplica del jefe de Estado Mayor, general Baluyevsky, dispuesto a emular la guerra nuclear preventiva “en caso de amenaza a la soberanía de Rusia y sus aliados”, el general Leonid Ivashov, anterior jefe del área internacional del Ministerio de Defensa, comentó que la “gran estrategia” nuclear de la “nueva OTAN” tiene como propósito “preparar un precedente a EU para que use en primera instancia armas nucleares contra los países que no quiere (sic)” (Izvestia, 23/1/08).
Asegura, asimismo, que el “uso en primera instancia” de armas nucleares tácticas va dirigido “contra países que rehúsan someterse a la hegemonía estadunidense, entre quienes Irán se encuentra en primerísimo lugar”.
Pues sí: los superhalcones del régimen torturador bushiano jamás se atreverán a confrontar nuclearmente a Rusia, que posee la capacidad de borrar del mapa a EU en tan sólo 15 minutos.
Al general Ivashov quizá se le escapó que sea Israel, bajo la bendición de Dick Cheney (quien sigue coleando) y el diabólico “plan Wurmser”, a quien le corresponda la sucia tarea de decapitar a Irán (el “modelo preventivo Tammuz/Osirak” de 1981) como nos deleita Debka (25/1/08), presunto portavoz del Mossad y el partido fundamentalista hebreo Likud.
En este lúgubre contexto nuclear suena gracioso que China, puesta en la mira por los superhalcones bushianos, haya adoptado la “estrategia de las palomas de la paz”

(Xinhua, 29/1/08).

http://www.jornada.unam.mx/2008/01/30/index.php?section=opinion&article=022o1pol

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