domingo, 2 de diciembre de 2007

Ni perdón ni olvido: El tamaño del miedo a un año de la usurpación

De la Lámpara de Diógenes:
Como cada primero de mes, la resistencia civil pacífica se reunió para recordarle al pelele que para él no habrá ni perdón ni olvido por haberse robado la presidencia de la república. En esta ocasión, a diferencia de la visita de cada mes y a un año de la usurpación, la manifestación no tuvo lugar en la residencia oficial de Los Pinos, ya que en un acto de franca provocación el presidente espurio decidió acudir ahora al Palacio Nacional.

Gerardo Fernández Noroña, quien cada primero de mes no ha fallado para recordarle que se robó la presidencia y que debe devolverla, arribó al lugar para ponerse de acuerdo con un grupo de más de ciento cincuenta personas que ya lo esperaban y encaminaron sus pasos por la calles del centro para intentar llegar al Palacio Nacional.

Pero cuando cientos y cientos de militares disfrazados de Policía Federal Preventiva (PFP), armados con escudos, toletes y máscaras anti-gas impiden el paso, la cosa se pone un poco más difícil. Elementos de granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del Distrito Federal (SSP-GDF) formaron un amplio cerco alrededor de los grupos de ciudadanos que se apostaron en las esquinas estratégicas para con ello impedir cualquier tipo de agresión por parte de la PFP, que como se ha mencionado, ya cuenta con elementos femeninos para poder reprimir a mujeres o niños que asisten a las manifestaciones.

El sitio para la reunión había sido ya ocupado por vallas metálicas y elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), haciendo ellos el trabajo que era el objetivo de la resistencia civil pacífica ese día: cerrar el acceso a la Plaza de la Constitución por la avenida 20 de Noviembre. En vista de eso, y mientras los ciudadanos eran grabados y fotografiados por diversas cámaras, el numeroso grupo se dirigió junto con Gerardo Fernández Noroña al nuevo objetivo.




Avanzando la resistencia civil pacífica hacia el sur por la calle de 5 de febrero, los granaderos de la SSP-GDF corrían sellando los entronques de la avenida 20 de Noviembre, para así evitar perder el punto de acceso preparado por el operativo federal. Utilizando a un grupo de compañeros como señuelo, Fernández Noroña y ciudadanos de la resistencia civil pacífica, ahora identificados con un distintivo especial, lograron avanzar hasta la calle de República de Uruguay, penetrando a la avenida 20 de Noviembre y complicando severamente el día a los mandos del EMP a cargo del operativo.




Ls miembros de la resistencia civil pacifica fueron rápidamente "encapsulados" por granaderos de la SSP-GDF, a quienes el mando directo a cargo sorpresivamente ordenaba enérgico a sus tropas: "¡no los toquen!", "¡calmados, hasta ahí nada más, no empujen a los de adelante!".




La resistencia civil pacífica se sentó en el piso frente a los escudos de la línea formada por los granaderos de la SSP-GDF, al tiempo que granaderos de la Policía Federal Preventiva (PFP) hacían su aparición por atrás de estos, formando una hilera sobre la calle de Venustiano Carranza. Minutos después poco más de tres docenas más bloquearon la retaguardia, a la altura de la calle República de Uruguay, reteniendo así la PFP, entre ambas hileras, tanto a los granaderos de la SSP-GDF como a la resistencia civl pacífica.




Pero al tiempo que todo esto sucedía, la resistencia civl pacífica había tomado tres posiciones más: en las calles de Moneda y Correo Mayor, frente a la Catedral Metropolitana y en la calle de Venustiano Carranza y la avenida Pino Suárez.

El grupo en la primera posición evitaba que se utilizara el acceso trasero por la calle de Moneda hasta el Zócalo. El segundo, una vez perdido por parte del EMP el acceso por la avenida 20 de Noviembre y habilitado ahora éste como la entrada de los invitados, fue muy bien aprovechado por los ciudadanos que participaban ahí en la acción, recordándoles a secretarios de estado, gobernadores, empresarios y demás concurrentes que se veían obligados a desfilar por delante de ellos, que el presidente usurpador se había robado la presidencia de la república, y que para él no habrá ni perdón ni olvido, que el presidente legítimo se llama Andrés Manuel López Obrador y que no se permitirá la privatización de los bienes de la nación. Este grupo fue particularmente hostigado por la PFP y provocadores.

El grupo en la tercera posición mencionada, en la avenida Pino Suárez y Venustiano Carranza, al haber quedado directamente en la nueva ruta del convoy que acompaña al presidente espurio fue violentamente desalojado por granaderos de la PFP (ver video [youtube.com]) y por miembros del EMP quienes tomaron de pies y manos a los ciudadanos para arrastrarlos y arrojarlos decenas de metros atrás, alejándoles de las vallas metálicas (ver crónica [senderodelpeje.blogspot.com]).

Este punto de acceso, avenida Pino Suárez en sentido contrario, ha sido el preferido por los mandos a cargo del EMP como ruta de entrada y salida del convoy del presidente usurpador ya desde hace varias meses de protestas y PELELE ALERTS frente a Palacio Nacional. Era por ello que, según lo comentado por Fernández Noroña, la acción de resistencia civl pacífica en este acceso iba a estar a cargo de un grupo de diputados que, al parecer, nunca hicieron acto de presencia.

El convoy del presidente espurio se vio obligado a entrar por la calle de República del Salvador para desde ahí dirigirse por avenida Pino Suárez, en contra sentido, hasta la puerta Mariana del Palacio Nacional. A pesar de la magnitud y despliegue del operativo algunos valientes miembros de la resistencia civl pacífica lograron gritar sus consignas al tiempo que mostraban sus carteles a su paso.

Al cabo de un rato, salvo en el segmento de la avenida 20 de Noviembre, desde Venustiano Carranza hasta República de Uruguay, los retenes fueron quitados y las calles abiertas a la circulación de transeuntes. El grupo de la resistencia civl pacífica ahí secuestrado por los granaderos de la PFP informó a los mandos del operativo por parte de la SSP-GDF que a las once en punto de la mañana iban a retirarse y que se hicieran a un lado.




Por varios minutos los mandos de la SSP-GDF, del EMP y la PFP discutían sin ponerse de acuerdo. Gerardo Fernández Noroña les indicó que querían reunirse con los demás compañeros que se encontraban ya frente a la catedral. Más discusiones, telefonazos, llamadas por radio y miradas confusas por parte de los mandos de las tropas ahí presentes. Finalmente el punto de acuerdo entre los hombres de uniformes, gorras, radios y cortes de pelo semejante fue el de crear una "burbuja móvil" de granaderos de la SSP-GDF que "encapsulando" en todo momento al numeroso contingente de la resistencia civl pacífica, los escoltara desde la avenida 20 de Noviembre, por República de Uruguay, Isabel la Católica y Tacuba hasta frente a la catedral metropolitana.




Por poco más de un kilómetro, frente a la mirada atónita, solidaria y extrañada de cientos de personas, fotógrafos y reporteros, y como resultado de la absurda pero estúpida decisión de los mandos del operativo federal, la SSP-GDF "resguardó" a la resistencia civl pacífica hasta llegar a un costado de edificio de la catedral, en donde la esperaba el otro nutrido grupo de ciudadanos que habían tomado parte y junto con quienes se cantó el himno nacional para dar por terminada la acción.



El tamaño de su miedo se mide en el número de vallas, policías y militares que lo acompañan, que son muchos. El tamaño de su miedo se nota por el número de cuadras y calles cerradas, que también son muchas. El tamaño de su miedo es tan grande como su desvergüenza que después de 365 días, los ciudadanos han sabido traer “a mecate corto” a quien se robó la presidencia de la república.

Croquis



Las líneas discontinuas color rojo indican las vallas metálicas resguardadas por elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) vestidos de negro; las líneas de color rosa, las posiciones de algunos de los retenes de granaderos de la Policía Federal Preventiva (PFP). Las líneas azules marcan los contingentes del agrupamiento de granaderos y femenil de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del D.F. (SSP-GDF).

Las áreas color verde señalan los puntos tomados por la resistencia civil pacífica. La flecha color blanco sobre la Av. Pino Suárez muestra la ruta del convoy de la presidencia usurpadora. La otra flecha frente a catedral señala el paso obligado de los invitados al Palacio Nacional.

El área color rojo circunda la zona en donde los miembros de la resistencia civil pacífica fueron golpeados y arrastrados por elementos de la PFP y el EMP, al quedar junto a la ruta del convoy. La línea verde con borde azul indica los mil metros que los granaderos del la SSP-GDF "escoltaron" a miembros de la resistencia civil pacífica hasta un costado de la catedral metropolitana.

Los rectángulos color blanco sobre el zócalo muestran el área ocupada tanto por el Nomad Museum como por la pista de hielo.


Muchas más fotografías en la Lámpara de Diógenes.

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