lunes, 13 de agosto de 2007

Regiones Indias, 11 08 07, de la Agencia Internacional de Prensa India

MEXICO: EL SILENCIO. (Fuente: Carlos Beas Torres). Las calles de los pueblos y de las ciudades oaxaqueñas permanecieron casi desiertas el pasado domingo 5 de Agosto. El silencio lo ocupo todo, ya que invadió los espacios y no fuimos pocos los que percibimos que una calma extraña y silente dominaba el ambiente. La ausencia de ruido fue la compañera este domingo, de los cientos de funcionarios de casilla, que con paciencia y fastidio esperaron de manera infructuosa a los ciudadanos que deberían de depositar su sufragio. Espera desesperante ya que apenas acudieron unos cuantos de ellos, quienes así como aparecieron, pronto se alejaron, desapareciendo en silencio. La llamada fiesta cívica de la democracia parecía más bien un funeral. Lo era.

Las elecciones del 2007 para renovar al poder legislativo en Oaxaca, serán recordadas por el elevado abstencionismo y por el silencio. Muchos de los electores que se abstuvieron de emitir su voto no lo hicieron por apatía o por simple desidia, ya que algunos manifestaron que su voluntad de no participar respondía a que están “cansados de mentiras” y de que “la elección esta comprada por el Gobierno”, otros más directos simplemente decían: “para que sirven los diputados, si nada mas levantan el dedo para joder al pueblo” y no falto quién dijo “yo ya los boté”.

Desde hace varios meses, los operadores priístas es decir los funcionarios del gobierno estatal recorrían los pueblos y colonias, ofertando despensas, materiales de construcción y apoyo en efectivo a cambio del voto por los candidatos de la llamada “La Alianza que Construye”. El mismo gobernador cuando la ley se lo impedía hacia extensas giras promoviendo en cada lugar a los candidatos de su partido. En algunos poblados se reporta además que los funcionarios de las delegaciones gubernamentales, amenazaron a los ciudadanos con retirarles los apoyos de incluso programas federales como Oportunidades.

La inducción del voto fue generalizada y en ella participaron de manera activa los pastores de diferentes iglesias cristianas, los cuales a cambio de cemento comprometieron el voto de los creyentes. En el pueblo mixe de El Zacatal Guichicovi. el pastor llamo a los miembros de su iglesia “a no votar por el demonio”, diciéndoles que era voluntad de Dios que ganara el PRI, cuatro toneladas de cemento fue el precio de su palabra. Hubo muchas casillas donde más del 90% de los electores no se presentaron a votar. Pueblos enteros acordaron en asamblea, el no sufragar y en el caso de comunidades indígenas como Amoltepec y La Ventosa las asambleas comunitarias determinaron impedir la instalación de casillas enviando así un mensaje claro de repudio a las prácticas de las autoridades gubernamentales.

La ilegalidad que caracterizo a las campañas priístas es una muestra de que a Ulises Ruiz y al PRI no les importo en los más mínimo guardar las formas para darle cierta legitimidad a la nueva Legislatura; es bien sabido en Oaxaca que al cuestionado gobernador lo que le urgía era mantener el control sobre el Congreso local, lo demás, incluyendo la voluntad popular y la ley, no le importaban.

Por otro lado, la dirigencia perredista atribuye – entre otras razones- la espectacular pérdida de votos que tuvo en esta elección, a la relación que mantiene su partido “con el movimiento opositor”. Carlos Navarrete, coordinador del PRD en el Senado, se explica de manera equivocada los pésimos resultados obtenidos cuando los atribuye “a la relación con la APPO”; sin embargo elude reconocer que ha sido sumamente cuestionada la posición adoptada por el Comité Estatal del PRD y por la mayoría de sus legisladores, quienes de manera pública en los momentos más álgidos del movimiento actuaron de lado del gobierno de Ulises Ruíz y varios de los candidatos a diputados de la Coalición por el Bien de Todos, impuestos a la ciudadanía estaban identificados con el gobierno represor. Si el PRD le dio la espalda a los ciudadanos, ahora los ciudadanos le dieron la espalda al PRD, se dice en Oaxaca.

Florentino López uno de los voceros de la APPO al referirse al “carro completo” de los priístas, se equivoca también al comentar que “había fallado el llamado para el voto de castigo en contra de los partidos aliados a Ulises Ruiz”. La ciudadanía castigó a todos los partidos y a un sistema político viciado, enviando un mensaje claro que dice que no está dispuesta ya ha participar en elecciones amañadas.

Los cambios sustanciales que requiere con urgencia Oaxaca no han venido ni vendrán de un poder legislativo corrompido y sujeto a los caprichos del gobernador en turno. La transformación democrática no será producto ni de “reformas cosméticas” ni de diputados que no representan la voluntad popular. Estos cambios sólo serán producto de la fuerza movilizada de una sociedad participativa e informada, la cual en Oaxaca ya empezó a caminar y a levantar la voz haciendo escuchar su reclamo y su propuesta. La voz del pueblo oaxaqueño pronto volverá a romper el silencio.


Más información descarga el siguiente archivo: Regiones Indias 10 de agosto de 2007.

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