viernes, 26 de febrero de 2010

Policías estatales interrumpen ritual indigena en Real de Catorce

Argumentan violación a acuerdo sobre explotación del peyote; peregrinos lo niegan

Argumentando la existencia de un acuerdo firmado por instituciones de gobierno en el que se reglamenta la peregrinación a Wirikuta, un contingente de cuatro patrullas de la policía estatal, con actitud prepotente irrumpió en la celebración y comenzaron a insultar y tratar como delincuentes a los wixaritari que vieron interrumpida su ceremonia. Los agentes contaron el número de cabezas de peyote que traían los peregrinos y manipularon las ofrendas sagradas, los cuernos de venado, cruzaron una línea ceremonial que no debían cruzar, “tú te has de haber metido una grapa”, le dijeron al maraakame.

El pasado lunes, mientras un numeroso contingente de wixaritari de Tuapurie- Santa Catarina Cuexcomatitlán, se encontraban en un paraje llamado Tanque Valentín, que está dentro del ejido Las Margaritas, municipio de Real de Catorce, realizando ceremonias como parte de su tradición milenaria en el lugar sagrado de Wirikuta, llegaron los agentes la policía estatal.

El hostigamiento continuó durante tres horas y tuvo lugar en un punto donde se habían reunido, de manera poco habitual, los tres centros ceremoniales de la comunidad de Tuapurie, que son los de Las Latas, Pochotita y Tuapurie; cada uno con un camión de wixaritari como peregrinos, por lo que la concentración de jicareros era grande.

Refieren los afectados que los uniformados contaron el número de cabezas de peyote que traían los peregrinos, argumentando la existencia de un acuerdo firmado por instituciones de gobierno, en el que se reglamenta la peregrinación a Wirikuta, lo cual es violatorio a las tradiciones y formas de operación de las comunidades, pues los peregrinos son comisionados de toda la comunidad y no de una familia o una persona.

Los policías amenazaron con regresar, y lo cumplieron el martes 23 a las 2 de la mañana, cuando irrumpieron con cámaras de video y fotografía hostigando la ceremonia, el canto del maraakame y la palabra de los antepasados.

Ayer, mientras los enviados de los centros ceremoniales salieron a dejar ofrendas al sitio sagrado llamado Leunar (en el Cerro Quemado) los policías que habían regresado a las 9 de la mañana, amenazaron con que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) sancionaría y detendría a los peregrinos, argumentando que los peyotes habían sido cortados con todo y raíz; lo cual ha pasado así al menos desde los últimos tres mil años.

Este agravio, señalan los peregrinos afectados, es en sí mismo un ataque al pueblo wixárika, en especial a Tuapurie, pues el atentado se hizo en contra de todos los centros ceremoniales de la comunidad, de cuyo trabajo depende la salud y la vida no sólo en el territorio, sino en el universo completo.

El hostigamiento se dio pocas horas después de que estuvo presente personal de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CEAPI) del estado, por lo que resulta inverosímil que a pesar de que la Profepa, como órgano de la Semarnat, hostigue a Tuapurie con pretextos ambientales y normas cuyo cumplimiento no es facultad de la policía estatal, mientras se agudiza el saqueo de peyote en manos del narcotráfico, y se destruyen importantes zonas de biodiversidad por la agroindustria multinacional.

La comunidad wixárika de Tuapurie se encuentra desde febrero de 2008 resistiendo a la imposición de la carretera Bolaños-Huejuquilla, detenida mediante fuertes movilizaciones, que han llevado a que la comunidad tenga actualmente diversos procedimientos jurídicos interpuestos en materia ambiental, penal y agraria.

Entre estos procedimientos, relatan, se encuentra un amparo que tiene detenido ese proyecto, el cual se encuentra en momentos cruciales, pues la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedeur) argumentó tener 400 firmas de aceptación por parte de los comuneros para que se hiciera la carretera.

Dentro del juicio de amparo, la Sedeur presentó copias simples de las firmas mencionadas el 8 de febrero de 2010, señalando que las originales las tiene la Profepa, por lo que la comunidad pidió a esta instancia que las presente y la dependencia contestó que no las tiene.

El detalle, sostienen los peregrinos, es que “esas supuestas firmas no existieron nunca, pues la asamblea y la supuesta acta de asamblea son falsificadas. En caso de que las presente, las firmas son también falsas y de ser verdaderas fueron tomadas de manera ilegítima de algún proyecto de gobierno. Por lo que esta situación desnuda la forma de actuar delincuencial por parte de del Gobierno de Jalisco y el gobierno federal, pues en este fraude mayúsculo intervino de manera directa la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI)”.

La situación, advierten, se tensa ante la amenaza estatal de terminar esa carretera antes de 2012 y el hecho de que la decisión de la asamblea general de que la carretera no atraviese el territorio comunal sigue siendo igual de firme que en febrero de 2008.

En el territorio sagrado de Wirikuta existen acuerdos basados en estudios biológicos y ecológicos, se han contado el número de chivos, vacas o caballos que tienen los ejidatarios de la zona y se han hecho múltiples estudios socio económicos y antropológicos. Estos estudios, que han costado importantes sumas de dinero público, han derivado en un decreto de Reserva Ecológica y Cultural, en cuyo Plan de Manejo no se consideran los aspectos culturales de la relación antigua del desierto y sus habitantes con el pueblo wixárika y el derecho a la peregrinación.

Todos los lineamientos “de manejo” de la Reserva Ecológica y Cultural se han basado en la imposición de reglamentos que pretenden regular la ancestral peregrinación wixárika, proceso que ha avanzado de manera paralela con la imposición de ordenamientos económicos y políticos neoliberales, así como acuerdos amañados.

En junio de 2004, en la cabecera municipal de Estación Catorce, SLP. a la que asistieron la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indios, la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental de San Luis Potosí, la Coordinación Estatal para la Atención a los Pueblos Indígenas-SLP, la Comisión para Asuntos Indígenas del Congreso potosino y la Procuraduría para Asuntos Indígenas de Jalisco, establecieron “una cuota de extracción personal provisional de 100 cabezas de peyote como máximo”, que “la extracción definitiva anual se haga saber a las autoridades municipales, estatales y de seguridad” y que elaboren un calendario de visitas. Cabe señalar que en ese mismo año, la asamblea general de Tuapurie desconoció los acuerdos antes mencionados.

La situación, señalan, es delicada y el pueblo wixárika necesita que la sociedad civil en general y hacen un llamado para que las organizaciones de derechos humanos estén atentas a los acontecimientos en la peregrinación tradicional, así como del hostigamiento gubernamental que se ha hecho de manera sistemática desde febrero de 2008.

Fuente: La Jornada de San Luis
Difusión: Soberanía Popular

1 comentario:

Unknown dijo...

Es bien sabido por los habitantes de las Margaritas y alrededores la gan deforestación de la que es objeto el peyote bajo pretexto de los rituales ceremoniales, peyote que después termina siendo comercializado. Esto explica también porque es cortado de raíz, en los rituales dentro de Wirikuta la raíz se deja para producir nuevos cactus en múltiples familias como fue por muchos siglos antes de que se supiera el gran valor comercial que el peyote puede tener.