martes, 3 de noviembre de 2009

Permisos para sembrar maíz transgénico en México violan la Ley de Bioseguridad

Calderón busca beneficiar a las grandes empresas: Hinojosa Campa

Fuente: La Jornada de Michocán
Difusión Soberanía Popular


EDUARDO FERRER

Las autorizaciones otorgadas por el gobierno de Felipe Calderón en octubre pasado para que empresas trasnacionales realicen las primeras siembras experimentales de maíz transgénico en campos de cultivo mexicanos violan la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados (BOGM), la cual en su artículo dos fracción 11 establece que los centros de origen y biodiversidad de las especies deben ser libres de transgénicos y respetados, denunció el diputado perredista José Jaime Hinojosa Campa, integrante de la comisión parlamentaria de Desarrollo Rural.

El 15 de octubre del presente año, las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) expidieron los dos primeros permisos para realizar siembras de maíz experimental en suelo mexicano. Esto provocó una cascada de críticas de diversos organismos internacionales, entre ellos la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad –conformada por expertos de México, Estados Unidos, Venezuela, Brasil, España, Chile, Noruega, Canadá, Puerto Rico, Australia y Suiza– que enviaron una carta firmada por más de 800 científicos para exigir que los permisos fueran revertidos.

A pesar de ello, seis días después las mismas dependencias anunciaron la aprobación de 13 permisos más para sembrar maíz genéticamente modificado.

“Los permisos que se han otorgado no están debidamente requisitados y están en contra del bien común, ya que están favoreciendo los intereses de las grandes empresas; además de que realmente el maíz transgénico no ha demostrado que va a traer beneficios al campo mexicano. No hay una sola razón ambiental ni productiva para poder implementar este tipo de cultivos en nuestro país. El único interés que tienen las empresas es engordar sus bolsillos.

“La pretensión obvia de esas grandes empresas acaparadoras que gozan de la venia que les otorgan las leyes, y especialmente las políticas neoliberales, es liquidar a la clase campesina, obligándola a que no haya otra opción y les compren semillas a dichos empresarios”, lanzó Campa.

El legislador, en coincidencia con lo declarado por diversos funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Rural (Sedru), afirmó que en Michoacán se buscará proteger las 40 variedades de maíz nativo, ya que el cultivo de organismos genéticamente modificados propiciará, además de una dependencia de los productores a las grandes empresas, “irreversibles daños a la salud”.

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