viernes, 1 de mayo de 2009

Calderón prefiere salvar a CEMEX que a los mexicanos


Escrito por ALFREDO JALIFE-RAHME

(Exclusivo para Voces del Periodista)

En una ocasión llamó poderosamente la atención que Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, mejor conocido para los lectores de La Lupa Política como “Felipe el Brevísimo”, todavía sin ser candidato presidencial del peor partido de la historia contemporánea de México (el PAN), haya lanzado la candidatura a la presidencia (¡super-sic!) del controvertido “historiador” (sic) Enrique Krauze Kleinbort (EKK) -en realidad, un telenovelista de Televisa y de los regímenes neoliberales desde Salinas de Gortari, quien lo encumbró mediáticamente.

Este dato anecdótico sobre EKK no es ocioso, sino que exhibe a la luz del día los lazos estrechos entre el director de la revista controvertida Letras Libres -que ni son “letras” sino garabatos ni son “libres” sino esclavistas del modelo librecambista-, portavoz de la extrema derecha neoliberal en Latinoamérica, y quien se ha ostentado como publicista de la depredadora ambiental Cemex, una de las empresas favoritas (después de la corrupta Hildebrando, desde luego) de “Felipe el Brevísimo”.

Aquí vale un paréntesis: mientras la cancillería calderonista, en la etapa de Patricia Espinosa, tildaba de “terrorista” a la heroica resistencia del grupo guerrillero Hamas en Gaza, frente a una de las peores agresiones de los tiempos modernos de parte de uno de los países más belicosos del mundo (Israel), EKK -aliado de Alejandro Frank Hoeflich (presunto líder del sionismo nuclear en México) en desplegados en contra de la libertad de expresión y el derecho a la información-, realizaba la apología del ejército israelí, llegando a expectorar la barbaridad de que el infanticidio en Gaza no se podía comparar al Holocausto israelí en los campos de refugiados nazis, porque el número de muertos palestinos todavía no alcanzaba los seis millones de homicidios. Esta es la moral krauziana que controla, a su decir, el pensamiento de Televisa y de otros connotados escritores del “establishment” cultural mexicano que han caído bajo la férula del sionismo cultural trasnacional.

El telenovelista EKK es muy dado a la “sico-biografía” reduccionista y selectiva: feroz contra su enemigo ideológico AMLO, a quien catalogó con el término paleo-bíblico de “Mesías tropical”, con el fin de facilitar la escenografía y coreografía del fraude electoral del 2006, mientras inmuniza de sus “análisis” al propio Calderón y, sobre todo, a Lorenzo Zambrano Treviño (LZT), el polémico director de Cemex, quien es muy generoso en el pago publicitario de las páginas de sus “letras libres”.
El publicista EKK nos debe, para ser equilibrado y simétrico, la sico-biografía tanto de Calderón como de Zambrano. A este último, por cierto ,nuestra admirada heroína nacional Lydia Cacho lo cita en su libro “Los Demonios del Edén” entre los empresarios consagrados a la narcopederastia.
Zambrano, un extraño “solterón” a sus 64 años de edad, es sin duda uno de los empresarios más prominentes, pero, al mismo tiempo, más fanáticamente ideologizados de México, lo cual se subsume en su agresividad contra el presidente de Venezuela Hugo Chávez (lo que le valió la expropiación en ese país), en su odio a AMLO (en forma directa e indirecta a través de EKK) y su apoyo irrestricto a Calderón.

Es entendible que LZT sea un fanático del fracasado modelo neoliberal que lo ha permitido encumbrarse en el Consejo de Directores de IBM, en los consejos de Consultores Internacionales de Citigroup y Allianz, y miembro del Consejo de Administración de Femsa, ICA, Alfa, Grupo Financiero Banamex, Vitro, Televisa y hasta de los muy respetables Tec de Monterrey y Museo Contemporáneo de Arte de Monterrey. También fue miembro del Consejo Directivo de Daimler Chrysler AG (antes de su insolvencia) y forma parte de la prestigiosa Universidad de Stanford de donde se graduó con su Maestría.

LZT es uno de los hombres más ricos del mundo y hasta 2005 se calculaba su fortuna en cerca de dos mil millones de dólares. La revista Forbes lo sacó de su lista este año y su lugar fue ocupado por el “Chapo” Guzmán, quien cada vez más es vinculado por los medios al panismo encubridor.
Es evidente que la fortuna de LZT, aunque haya disminuido sustancialmente en fechas recientes, le ha permitido poseer la mayor colección de carros Ferrari del mundo y de haber sido seleccionado como uno de los hombres más elegantes del mundo por revistas exquisitas.

Esta micro-“sicobiografía” de Lorenzo no es gratuita ya que su importante firma Cemex no solamente ha gozado de todos los favores hacendarios del calderonismo, sino que está a punto de ser rescatado de su insolvencia por el hoy presidente y aliado electoral.
HECHOS:

En fechas recientes, AMLO -a quien le agradecemos públicamente habernos honrado con el Prólogo de nuestro reciente libro “La Desnacionalización de Pemex” (Editorial Jorale, 2009)- me comentó en corto que Cemex debía veinte mil millones de dólares y que sus acciones se cotizaban en bolsa en alrededor 10 mil millones de dólares. Este dato demoledor de AMLO exhibe la genuina quiebra de Cemex, que no se atreve a pronunciar su nombre.

Cemex cuenta con 67 mil empleados y ha sido catalogado como el principal abastecedor de materiales de construcción del mundo y el tercer productor de cemento a escala global, y cuenta con instalaciones de producción y operación en 50 países de Norteamérica, el Caribe, Sudamérica (con la excepción de Venezuela), Europa, Asia y África. Su despliegue es impresionante para las estándares mexicanos: 66 plantas de cemento, dos mil instalaciones de mezcla inmediata de concreto, 400 canteras, 260 centros de distribución y 80 terminales marítimas.

Cemex aparece en la clasificación de las 500 empresas globales de la revista Fortune y su ranking de hace dos años fue el 389, con ingresos de 21 mil 658 millones de dólares y ganancias de dos mil 389 millones de dólares. Cabe destacar que solamente cinco empresas mexicanas aparecen en la clasificación de la revista Fortune: dos públicas, Pemex en el ranking 42 con ingresos de 103 mil 960 millones de dólares y CFE en el ranking 408 con ingresos de 20 mil 658 millones de dólares; y tres privadas: America Movil (ranking 283 con ingresos de 28 mil 513 millones de dólares), Grupo Carso(ranking 464 e ingresos de 17 mil 982 millones de dólaes), y el mismo Cemex.

Resalta que Pemex, pese a estar pésimamente manejada, no solamente sea la única empresa mexicana que aparece en los primeros cincuenta lugares de la revista Fortune, sino que además supere los ingresos acumulados de las tres empresas privadas (Cemex, America Movil y Grupo Carso). Es decir, las tres principales empresas privadas de México equivalen al 62 por ciento de los ingresos de Pemex.
Así las cosas, llama la atención que el gobierno neoliberal calderonista deje sucumbir a Pemex mediante su reforma entreguista y ahora pretenda rescatar a Cemex, que equivale a prácticamente el 20 por ciento de los ingresos de Pemex.

Peor aún, Pemex está siendo quebrada por Calderón, quien busca rescatar a una empresa privada insolvente como Cemex, que no tiene ningún alcance geoestratégico como Pemex. Se trata a todas luces de una pésima decisión estratégica y que atenta contra la seguridad nacional del país ya que la cementera privada mexicana no pertenece al grupo de la tecnología de punta y su liquidación en nada afectaría la seguridad nacional ni la estrategia de México, como sería el caso contrario de Pemex.

La decisión unilateral de Calderón de rescatar a Cemex, la empresa que lo apoyó para su controvertido ascenso a la presidencia, es un favor retributivo y no constituye una necesidad imperativa de control como es el caso de Pemex.

Nuestro amigo Rogelio Ramírez de la O, connotado economista mexicano muy cercano a AMLO, desnuda la política hacendaria del calderonismo que favorece a la plutocracia ,en particular a Cemex, en detrimento del bien común de los mexicanos. A su juicio, la dupla Calderón-Carstens prosigue la política de “estabilizar el peso” ,que había alcanzada la cotización de 16 pesos por 1 dólar y ahora fluctúa entre 13 y 14 pesos por 1 dólar.

El rescate de las empresas insolventes mexicanas, en especial, aquellas vinculadas al panismo y a la extrema derecha neoliberal, necesitan pletóricas cantidades en dólares para cubrir sus apuestas en derivados financieros . Por encima de la supuesta garantía de vender dólares que le incumbe al Banco de México, la Secretaría de Hacienda calderonista optó por constituirse en el principal vehículo para proveer la seguridad del aprovisionamiento de dólares a las empresas proto-panistas y neoliberales, entre las que destaca la depredadora ambiental Cemex de la que es publicista conspicuo EKK.

No es ningún secreto afirmar que Cemex se encuentra a la cabeza de las empresas privadas con severos problemas para pagar sus adeudos en dólares y que son incapaces de refinanciar. Así las cosas, Calderón prefiere rescatar a sus financieros electorales (el caso Cemex) que al promedio de los mexicanos.

Ramírez de la O aduce que “en vista del vencimiento por más de 15 mil millones de dólares este año y las dificultades de su refinanciamiento a costos aceptables, el gobierno calderonista planea usar la “línea SWAP” otorgada por la Reserva Federal por 30 mil millones de dólares para proveer tal apoyo”.

La extrema derecha neoliberal panista y los corifeos del calderonismo inventan que el rescate de Cemex es de “importancia nacional” cuya quiebra generaría “un riesgo sistémico”.

No estamos rezando para que Cemex quiebre, pero en contravención a las leyes del supuesto libre mercado, que ni es libre ni es mercado, Cemex debe pagar sus errores gravísimos, sobre todo cuando se dedicó alegremente a comprar empresas en el extranjero con apalancamiento de dinero barato, y al endeudarse irresponsablemente en dólares.

En el límite de los casos se debería sopesar la jerarquía del uso de la “línea SWAP” por 30 mil millones de dólares para las necesidades primarias de la mayoría de los mexicanos que cuenta con una de las peores distribuciones de riqueza del planeta y con 80 millones de miserables.
¿Cuál es la “importancia nacional” de Cemex, que ni es estratégica ni posee tecnología de punta, y que se ha ostentado como la punta de lanza de la extrema derecha neoliberal mexicana?

Cemex no es una empresa cualquiera: es la empresa de combate ideológico de la extrema derecha neoliberal de México. Su caída no será un “riesgo sistémico” para México, sino mas bien para la plutocracia insolente que ha pretendido secuestrar la historia y el progreso de México.

Si quiebra Cemex, ¿de donde sacará EKK el financiamiento publicitario para propagar en su revista Letras Libres su ideología fascista? Se recuerda que EKK es miembro prominente del Comité del Peligro Presente, una entidad bélica de los halcones de EU quienes han sembrado terror y sangre en el planeta entero.¿Se dará cuenta Calderón Hinojosa que al salvar a Cemex está fomentando DIRECTAMENTE el financiamiento espurio el fascismo a escala, primero, mexicana, luego, latinoamericana y, por último, planetaria?

Rogelio Ramírez de la O apunta que la “línea SWAP” de la Reserva Federal representa solamente un mecanismo de corto plazo y debe ser visto como “un puente con el préstamo del FMI”. Agrega que la “ambigüedad excepcional de la nueva línea flexible del FMI permitirá al gobierno transformar el apoyo externo como un préstamo con pocas o nulas condiciones”.

Lo real es que Calderón y “los mejores financieros del mundo”, como cataloga a la peor pandilla de depredadores del patrimonio nacional que operan en la Secretaría de Hacienda y en Banxico desde hace 27 años, han sobre-endeudado al país en los primeros cuatros meses del 2009 con más de 70 mil millones de dólaes (la “línea SWAP” de la Reserva Federal sumada de la “línea flexible” del FMI), mientas dilapida sin rubor las reservas de Banxico en una acrobacia fallida que pretende estabilizar la cotización del peso que no tiene salvación pese a los rezos panistas de Calderón.
A estas alturas se desconoce fehacientemente el monto de la dilapidación de las reservas por Banxico que pretende engañar a la opinión pública con sus cuentas alegres. Pero una estimación nos lleva a calcular que se han gastado mas de 30 mil millones de los 80 mil millones de las reservas con las que se contaban y que provinieron de los ingresos petroleros y las remesas de nuestros “refugiados económicos” en EU.

Si Calderón desea rescatar a sus amigos y aliados políticos e ideológicos (Léase: EKK y LZT), goza de toda la libertad para hacerlo de su propio bolsillo, pero no a costa de endeudar frívola e irresponsablemente al país en plena recesión con tal de salvar del naufragio al modelo neoliberal que no tiene remedio.

Tanto el sobreendeudamiento frívolo del gobierno calderonista como la dilapidación irresponsable de las reservas deben tener el propósito jerárquico de rescatar primero a los más necesitados de los mexicanos y no a sus peores enemigos, en lo que el actual Congreso es notoriamente co-responsable por comisión o por omisión.


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