Por: Luigino Bracci, YVKE Mundial
Fecha de publicación: 31/12/08
EL CAIRO, 31 de diciembre de 2008.-. El silencio del presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, frente a los ataques israelíes en la Franja de Gaza, confirma las expectativas árabes de que sus cambios en la política exterior -si los hay- serán menores y lentos una vez que asuma en la Casa Blanca, en enero.
En el quinto día de una ofensiva israelí que hasta el momento ha dejado más de 380 muertos en el enclave costero, el presidente electo estadounidense -quien está de vacaciones en Hawai- aún no adopta públicamente una posición, a pesar de que sí lo hizo luego de los ataques en Mumbai, India, y también emitió detallados comunicados sobre políticas para la economía estadounidense.
"Quiere ser cauteloso y creo que va a mantener la cautela porque el conflicto árabe-israelí no es una de sus prioridades", dijo Hassan Nafaa, politólogo egipcio y secretario general del Foro de Pensamiento Arabe de Amán. "La posición de Obama es muy precaria. El 'lobby' judío llamó a no votar por él, por eso ha elegido permanecer en silencio (frente a Gaza)", agregó Hilal Khashan, profesor de ciencia política de la Universidad Americana de Beirut.
El mundo árabe se mostró muy entusiasta frente a la victoria electoral de Obama en noviembre, creyendo que una nueva cara en la Casa Blanca sería mejor que el saliente presidente George W. Bush, que invadió Irak y prestó un fuerte apoyo a Israel. Pero la elección de su equipo de política exterior, especialmente el nombramiento de Hillary Clinton como secretaria de Estado y el de Rahm Emanuel como jefe de gabinete, planteó dudas sobre ese posible cambio.
Rahm Emanuel es hijo de un sionista israelí de origen ruso, Benjamin Emanuel, militante del Irgún, brazo armado de la ofensiva colonialista israelí desde 1920 a 1948. Rahm es un furibundo defensor de la invasión a Irak, y sirvió como voluntario en el ejército judío durante la primera Guerra del Golfo en 1991.
Mustapha el-Sayed, de la Universidad de El Cairo, dijo: "Soy muy pesimista (...) porque cuando miro a la gente que rodea al presidente electo Obama, veo que se trata de muy buenos amigos de Israel que no se atreven a distanciarse de las posiciones del Gobierno israelí".
El resultado de la campaña en Gaza tendrá un gran impacto en el escenario geoestratégico que heredará Obama. Si Israel no derrota a Hamas, el movimiento islamista podría emerger fortalecido, a expensas del presidente palestino Mahmoud Abbas y el Gobierno egipcio.
Pero si Israel vence y logra eliminar la amenaza de cohetes lanzados desde Gaza, Obama podría reavivar más fácilmente las conversaciones directas entre Israel y Abbas por un acuerdo de paz basado en la solución de dos estados adyacentes.
Fuente: Aporrea.
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