sábado, 6 de diciembre de 2008
Silvia Vargas está muerta: PGR; "ni lo confirmamos ni lo refutamos", familares
GLORIA LETICIA DIAZ
MÉXICO, D.F., 5 de diciembre (apro).- Después de casi 15 meses de tener conocimiento del secuestro de Silvia Vargas Escalera, hija del expresidente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Nelson Vargas, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que tiene testimonios de que la joven "fue privada de la vida".
Al conocer la noticia, la familia Vargas Escalera emitió un comunicado en el que consideró que no es "prudente manejar cualquier información que confirme o refute las premisas del caso hasta no contar con elementos probatorios contundentes".
En tres párrafos, la dependencia federal señaló que de acuerdo con los testimonios recabados, tiene "datos" de que la joven Silvia Vargas Escalera fue asesinada en un domicilio de la delegación Tlalpan, en la Ciudad de México.
En el comunicado, la PGR informó que solicitó y obtuvo una orden de cateo, la 42/08, del juez octavo de Procedimientos Federales, para realizar un cateo en la casa marcada con el número 51 de la calle Bellavista, en la colonia San Miguel Xicalco, en Tlalpan.
La Procuraduría añadió que en cuanto culminen los estudios de Servicios Periciales, "se harán del conocimiento de la opinión pública sus resultados".
Sin embargo, Nelson Vargas acudió a las oficinas de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) para conocer detalles de las indagatorias, mientras que en su boletín recordó que "no es la primera ocasión que la familia Vargas Escalera debe esperar los resultados de estudios periciales".
Silvia Vargas Escalera, de 18 años de edad, fue secuestrada en 10 de septiembre de 2007. Sin embargo, la familia del exdirector de la Conade no denunció el plagio por temor a que los secuestradores atentaran contra la vida de la joven.
De acuerdo con información del personal allegado a las investigaciones, la PGR recibió una llamada anónima denunciando que el domicilio antes citado había sido utilizado como casa de seguridad de secuestradores, por lo que la dependencia solicitó la orden de cateo.
La mañana de este viernes, al revisar el inmueble se localizó un cuerpo en estado de descomposición, que está siendo sometido a pruebas periciales para su identificación.
La respuesta de la PGR se dio una semana después de que Nelson Vargas denunciara las irregularidades en que había incurrido la Policía Federal Preventiva (PFP) y la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en la indagación del caso.
En una conferencia de prensa, el pasado 26 de noviembre, en la que acusó a los encargados de las indagatorias de "no tener madre", Vargas señaló que diez días después del secuestro de su hija entregó información al director general de Secuestros de la PFP, Benito Roa, así como a Vicente Ibarra, suboficial de la Coordinación de Inteligencia de la misma corporación.
De acuerdo con el exfuncionario, a las autoridades federales les confió sus sospechas de que en el plagio estaría involucrado Oscar Ortiz González, quien era su chofer. Además, reveló que el pasado 8 de octubre, la familia Vargas Escalera confirmó que su exempleado era hermano de Raúl Ortiz González, miembro de la banda de secuestradores "Los Rojos".
Raúl Ortiz González, originario de Guerrero, estado en el que fue procesado por secuestro; fue encarcelado y se fugó del penal de Chilpancingo el 8 de octubre de 1999; en septiembre de 2008 fue detenido por el mismo delito, y se escapó el 28 de ese mes cuando era atendido en el hospital Xoco de la Ciudad de México.
Vargas reprochó la falta de resultados de las autoridades federales y acusó: "Hubo muchas omisiones, muchos errores, la telefonía, la camioneta; no investigar a quienes ellos mismos nos pidieron sus datos personales... Les dimos todas las posibles evidencias."
Después de señalar que hubo errores, "falta de profesionalismo y negligencia", Vargas consideró que los motivos para no abundar en las investigaciones del secuestro de su hija es que los funcionarios "temen que resulten involucradas autoridades de alto rango, de la PFP, SIEDO o la AFI, como ha pasado en otras ocasiones de secuestro y narcotráfico".
El exfuncionario federal denunció la policía no investigó el número celular desde el cual la familia recibió la primera llamada de negociación; no practicó pruebas periciales a la camioneta donde fue secuestrada su hija y que fue abandonada en la colonia Guerrero de la capital; así como tampoco se tomaron huellas dactilares de las dos bolsas que contenían las pertenencias de su hija, enviadas por los secuestradores seis días después de los hechos.
En una entrevista concedida al diario Reforma, Nelson Vargas acusó que los agentes de la SIEDO encargados del caso hicieron "una investigación de primaria" en Guerrero, a donde se trasladaron a petición suya para investigar a la familia de su exchofer.
Dijo que a pesar de que existen 40 cámaras en el trayecto de la casa a la escuela de su hija, los funcionarios de la PGR le dijeron que no había ninguna, y que la indagatoria se ha mantenido abierta gracias a la información que ha recabado la familia.
El mismo día en que Vargas denunció la ineficiencia de las autoridades federales, la PGR emitió un comunicado en el que informó que seguía cuatro líneas de investigación sobre el caso Vargas Escalera.
Según ese documento, la PGR concluyó que el exchofer, no había elementos para inculpar a Oscar Ortiz González del delito de secuestro, después de un interrogatorio y nueve cateos.
Otra línea agotada fue la referente al colegio donde estudiaba la joven, donde se cometieron otros tres secuestros, pero no se encontraron coincidencias en las voces de los secuestradores.
Dos más, se refieren a las redes de secuestradores, lo que condujo a 11 cateos en diferentes entidades, sin resultados, así como una más que la dependencia tiene abierta y que se desprende de información confidencial interinstitucional, por la que se han revisado 15 averiguaciones previas.
En su libro autobiográfico, "Más aciertos que errores. Una pasión incansable", publicado en septiembre de 2008, Nelson Vargas señala en el apartado destinado al 2007: "El peor año de 65 que tengo de vida. Me han robado lo más preciado que puede tener un padre. Subsisto porque tengo una familia, hijos y nietos que no pueden verme caer."
Y añade: "Es increíble que en un México tan maravilloso con tantos mexicanos emprendedores y capaces en el deporte, así como en la impartición de justicia, la corrupción y el beneficio personal de los servidores públicos, y de muchas asociaciones civiles, sean el principal obstáculo para el bienestar de la sociedad."
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