viernes, 26 de diciembre de 2008

AMÉRICA LATINA: HORA DE INDEPENDENCIA



Por Luis Enrique González/ PL.

Casi dos siglos demoró América Latina para reunirse por voluntad propia, mirarse por dentro, y desde su interior, proyectarse hacia la integración real, lo que José Martí llamó Nuestra América.

Por primera vez, los gobernantes desde el sur del Río Bravo hasta la Patagonia decidieron sentarse a la mesa de una eventual nueva concertación política, bajo la convocatoria del hermano mayor, Brasil, y su presidente Luis Inacio Lula da Silva, en este balneario del noreste del país.

Lo significativo, la ausencia de las potencias extrarregionales- Estados Unidos, España y Portugal-, para hablar con voz propia, en busca de integración y desarrollo.

En la Declaración Final de la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC), los días 16 y 17 de diciembre, los dignatarios de las 33 naciones manifestaron estar conscientes del significado histórico de esta primera cita para la unidad de la región.

El rumbo marcado fue el de profundizar la integración, establecer compromisos efectivos de acción conjunta para la promoción del desarrollo sostenible desde una perspectiva latinoamericana y caribeña.

Para el presidente brasileño, la Cumbre de Sauípe puede verse como el inicio del pago de la deuda con los pueblos y su aspiración histórica de integración política, económica, social y cultural.

La CALC desnudó la falta de credibilidad en mecanismos manipulados por Estados Unidos como la Organización de Estados Americanos (OEA), como coincidieron los presidentes Hugo Chávez (Venezuela) y Daniel Ortega (Nicaragua), y la coincidencia de la prensa de Bahía, como el diario La Tarde.

Varios fueron los ejemplos presentados por los asistentes para demostrar la necesidad de impulsar la verdadera independencia regional, para solucionar las diferencias a partir de esfuerzos propios.

La OEA se desacreditó aquí por su incapacidad reciente de propiciar una salida al conflicto tras la incursión militar de Colombia en Ecuador, que obligó a la mediación del Grupo de Río.

Al mismo tiempo, la Organización de Estados Americanos cedió el protagonismo a la Unión de Naciones Suramericanas en el esclarecimiento de la matanza ocurrida en el departamento de Pando, acción desestabilizadora contra el gobierno del presidente Evo Morales.

El presidente Chávez manifestó que el acto de justicia histórica fue la presencia de Cuba. Qué bueno que esté Cuba, Cuba retorna adonde siempre debió estar, ahora estamos completos, armando un buen equipo.

Me parece de lo más interesante y lo más positivo para nuestro continente que nos reunamos nosotros solos, sin la hegemonía, el protectorado de imperio alguno, ya basta de imperios, dijo.

Uno de los momentos cumbre en este balneario fue cuando Cuba y su presidente asistieron a un acontecimiento trascendental, descrito así por Raúl Castro, con la bienvenida a la Isla al Grupo de Río y las emotivas palabras de quienes lo respaldaron de manera unánime.

Es un privilegio dar la bienvenida a Cuba como miembro del Grupo de Río, expresó el mandatario mexicano, Felipe Calderón, antes de enfatizar que la presencia de este hermano país será muy valiosa para la construcción de un destino común con valores compartidos.

Resistimos y estamos aquí, en este acontecimiento trascendental, expresó Raúl Castro, quien advirtió que resulta esencial que esta Cumbre tenga seguimiento, que esta promisoria iniciativa no se reduzca a la oportunidad de vernos e intercambiar en esta ocasión.

Nuestra región experimenta un formidable renacer del espíritu de sus pueblos, con el surgimiento de una pujante fuerza ciudadana dispuesta a asumir los destinos de sus respectivos países, para hacer valer la prioridad que merecen los programas sociales, defender las riquezas nacionales y luchar por la justicia.

El presidente cubano señaló que el momento es claramente propicio para proponernos un paradigma regional, que rebase las diferencias, privilegie nuestra comunión de intereses y necesidades, promueva la acción solidaria y amplíe la cooperación.

Nuestras diferencias no deben privarnos de una integración que haga realidad los justos anhelos de la gran mayoría de los 550 millones de personas que convivimos desde el Río Bravo hasta la Patagonia, añadió.

Al hablar de esta hora de libertad, el presidente Lula consideró extremadamente importante que a 200 años de la conquista de la independencia de muchos países, nunca había habido una reunión de todas esas naciones.

Solo se reunían cuando Estados Unidos lo permitía. Hoy por libre y espontánea voluntad todos esos países se encontraron para hablar y por unanimidad piensan que precisamos de la existencia de un nuevo mecanismo, enfatizó el mandatario brasileño.

La proyectada continuidad fue tema permanente en la CALC, que sesionó junto a las cumbres del Mercado Común del Sur y de la Unión de Naciones Suramericanas, además de la reunión del Grupo de Río para recibir en pleno a Cuba.

En tal sentido, Chávez propuso "convocarnos cada año, que Brasil nos convoque en el 2009" y a partir de ahí regularizar este nuevo mecanismo de concertación.

La mayoría de edad, como dijo el presidente Raúl Castro, se demostró con el llamado a impulsar herramientas de cooperación y solidaridad, trato diferenciado a las economías más vulnerables y el rechazo a las medidas coercitivas unilaterales.

El desafío de unir voluntades y tender puentes entre las naciones de la región, pese a la diversidad, garantizó el resultado exitoso de este encuentro, opinó Lula.

América Latina y el Caribe sortearon aquí un importante obstáculo al esquivar el muro de las potencias para ser, por primera vez, independientes en casi 200 años.

La cumbre regional efectuada durante dos días en este balneario brasileño marcó la diferencia al reunir a las 33 naciones latinoamericanas y caribeñas sin el consentimiento de potencias extranjeras.

Es un hecho histórico lo acontecido con la inclusión de Cuba para conformar la verdadera comunidad regional, manifestó el presidente brasileño al clausurar el encuentro, tras la firma de la Declaración Final y de otros tres pronunciamientos.

La Cumbre también adoptó un planteamiento sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, incluida la aplicación de la llamada Ley Helms-Burton

Cuatro reuniones cimeras, todas con sus verdaderos protagonistas, marcaron el eventual inicio de una etapa crucial, indicaron los dignatarios en el documento firmado para cerrar la cita sobre integración y desarrollo.

El Mercado Común del Sur, la Comunidad de Naciones del Sur, el Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe concentraron la esencia del proyecto de concertación, a partir de intereses propios.

Si solo hubiésemos asistido al ingreso de Cuba al Grupo de Río, valió la pena reunirnos aquí, aseguró Lula antes de precisar que hicimos lo que anteriores gobernantes no tuvieron el coraje de hacer.

Un día histórico para América Latina y el Caribe, coincidieron los estadistas en breve conversación con la prensa antes de abandonar este balneario, como expresó a Prensa Latina la argentina Cristina Fernández.

El dignatario cubano remarcó que Costa de Sauípe constituye el primer paso de ese largo camino, ya hemos recorrido un trecho muy grande, lo que queda no es tan largo.

Depende de los latinoamericanos, depende de que nos quitemos los complejos, depende de que tengamos el compromiso de representar los intereses de nuestros pueblos ante potencias, las más grandes del planeta, subrayó Raúl Castro.

Fuente: Alternativa Bolivariana.

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