14 de noviembre del 2008
El Fallo del Tribunal Federal Electoral respecto a las elecciones internas del Partido de la Revolución Democrática puede ser calificado de todo excepto de sorpresivo.
La mezcolanza y entretejido de los intereses de los magistrados con los de los partidos es tan intrincada que difícilmente se les concede la especie de que actúan "apegados a derecho e imparcialmente". Todo parecería apuntar a un pago de favores.
El llamado de Alejandro Encinas Rodríguez a Jesús Ortega en el sentido de no asumir la presidencia es un llamado de congruencia y de sensatez, no es posible permitir al Tribunal intervenir en la vida interna de los partidos. Aunque sabemos que los olmos carecen de peras, y que tras sucesivas derrotas, Nueva Izquierda no asumirá una conducta digna y responsable y desoyendo el fallo del Tribunal pues Jesús Ortega cuenta ya con su constancia de mayoría.
Las interrogantes que estos acontecimientos nos han propuesto y en un arrebato de pureza y de enojo por la impertinente intromisión judicial a la vida partidaria son: ¿debo abandonar mi partido?, ¿debo dejar el control del partido a quienes desde la burocracia medrarán con los intereses y necesidades del pueblo?
La respuesta es y seguirá siendo: el partido es un instrumento de la sociedad, del pueblo todo y debemos mantenernos dentro de sus filas y dar la batalla ideológica, seguir luchando desde dentro por los intereses legítimos y más sentidos de la población y conservar clara y firme la convicción de que el pueblo sabrá elucidar quiénes les representan y quiénes solo buscan medrar con su voto.
Es evidente que, en un acto de congruencia y dignidad, Alejandro debe asumir la Secretaría General del Partido y desde ahí continuar siendo un polo de atracción para las diferentes expresiones democráticas y de izquierda que aún sobreviven dentro del Partido de la Revolución Democrática y en la sociedad misma.
Es necesario que aunado a lo anterior se retome la creación e impulso de un verdadero proyecto de nación desde la perspectiva de la Izquierda Revolucionaria, es menester evidenciar el agotamiento del modelo capitalista, hoy más que nunca queda clara la verdad histórica de quienes nos hemos reivindicado de izquierda y la falacia de aquellos cuyos planteamientos económicos y políticos han sido enarbolados por el gobierno de Calderón, por supuesto, sin reconocer la paternidad de las propuestas.
Es urgente la creación y fortalecimiento de un verdadero proyecto de izquierda desde el Partido de la Revolución Democrática, incluyente y de largo plazo, en el entendido de que la izquierda no se agota ni se circunscribe exclusivamente al partido, hay otros grupos, un movimiento social cada vez más amplio, otros partidos, otras propuestas, pero una sola nación, luchemos por ella.
MOVIMIENTO RED DE IZQUIERDA REVOLUCIONARIA
COORDINACION NACIONAL
Escribe: izquierda.debate@hotmail.com
Visitanos: http://movimientoredir.org
El Fallo del Tribunal Federal Electoral respecto a las elecciones internas del Partido de la Revolución Democrática puede ser calificado de todo excepto de sorpresivo.
La mezcolanza y entretejido de los intereses de los magistrados con los de los partidos es tan intrincada que difícilmente se les concede la especie de que actúan "apegados a derecho e imparcialmente". Todo parecería apuntar a un pago de favores.
El llamado de Alejandro Encinas Rodríguez a Jesús Ortega en el sentido de no asumir la presidencia es un llamado de congruencia y de sensatez, no es posible permitir al Tribunal intervenir en la vida interna de los partidos. Aunque sabemos que los olmos carecen de peras, y que tras sucesivas derrotas, Nueva Izquierda no asumirá una conducta digna y responsable y desoyendo el fallo del Tribunal pues Jesús Ortega cuenta ya con su constancia de mayoría.
Las interrogantes que estos acontecimientos nos han propuesto y en un arrebato de pureza y de enojo por la impertinente intromisión judicial a la vida partidaria son: ¿debo abandonar mi partido?, ¿debo dejar el control del partido a quienes desde la burocracia medrarán con los intereses y necesidades del pueblo?
La respuesta es y seguirá siendo: el partido es un instrumento de la sociedad, del pueblo todo y debemos mantenernos dentro de sus filas y dar la batalla ideológica, seguir luchando desde dentro por los intereses legítimos y más sentidos de la población y conservar clara y firme la convicción de que el pueblo sabrá elucidar quiénes les representan y quiénes solo buscan medrar con su voto.
Es evidente que, en un acto de congruencia y dignidad, Alejandro debe asumir la Secretaría General del Partido y desde ahí continuar siendo un polo de atracción para las diferentes expresiones democráticas y de izquierda que aún sobreviven dentro del Partido de la Revolución Democrática y en la sociedad misma.
Es necesario que aunado a lo anterior se retome la creación e impulso de un verdadero proyecto de nación desde la perspectiva de la Izquierda Revolucionaria, es menester evidenciar el agotamiento del modelo capitalista, hoy más que nunca queda clara la verdad histórica de quienes nos hemos reivindicado de izquierda y la falacia de aquellos cuyos planteamientos económicos y políticos han sido enarbolados por el gobierno de Calderón, por supuesto, sin reconocer la paternidad de las propuestas.
Es urgente la creación y fortalecimiento de un verdadero proyecto de izquierda desde el Partido de la Revolución Democrática, incluyente y de largo plazo, en el entendido de que la izquierda no se agota ni se circunscribe exclusivamente al partido, hay otros grupos, un movimiento social cada vez más amplio, otros partidos, otras propuestas, pero una sola nación, luchemos por ella.
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