miércoles, 1 de octubre de 2008

Energéticos y Capitalismo


Políticos neoliberales y corruptos exigen unidad frente a desastres cuando son participes de sus causas

Nicolás Alfredo Hernández Peñaloza*

A todo el pueblo de México, se nos esta sometiendo a una condición de temor y shock.

Primero se alimentó haciendo notar la acción de las fuerzas militares y de seguridad pública, para contener la resistencia pacífica contra el fraude electoral y después para criminalizar la reacción social en contra de la carestía y las políticas antilaborales.

Después, resultado de las fanfarronadas de Calderón para someter al narcotráfico, con las muertes y saña creciente entre narcotraficantes, militares y policías y con los abusos e impunidad desatada en los cuerpos preventivos, represivos y de procuración de justicia.

Con los tabasqueños, la naturaleza y la corrupción priísta intensifica los efectos.

Los políticos neoliberales se especializan en manipular estas condiciones o pronto aprenden a utilizarlas a su favor. La única manera de evitar el shock y quedar indefensos para actuar frente a las adversidades o en manos de estos manipuladores es comprendiendo que está pasando, es no perder la memoria.

Demos elementos para evitar el shock o salir de él lo más pronto.

Calderón exige la unidad contra la inseguridad que provocó; Granier, que al fin apareció, apela a la unidad contra la amenaza de inundaciones cuando políticamente administró los recursos solidarios y oficiales para calendarios electorales.

Calderón y Mouriño, el contratista preferido de PEP, exigen confianza; Granier y Humberto Mayans le reprochan a la ciudadanía que no se les crea, cuando cada vez más mexicanos se dan cuenta que unos y otros se han dedicado a manipular los desastres después de ser participes de sus causas.

A nivel federal, insensiblemente han mantenido una política entreguista y corrupta que sigue desmantelando las cadenas productivas y desintegrando la industria petrolera y eléctrica provocando el estancamiento económico, el crecimiento del desempleo y con ello abonando al crimen organizado; en aras de que sus cómplices tengan tiempo de maquinar sus negocios con los despojos de las paraestatales e instituciones de gobierno que gradualmente privatizan, sea de la energía, la salud, la educación o la seguridad pública.

Aunado a una forzada y burda estrategia populachera, Calderón autodenominado “el hijo desobediente que no se arredra ante los retos” y ufanándose que lo que más disfruta es estar bajo tensión; innecesariamente ha sumido a las familias mexicanas en un ambiente real y en una psicosis de peligro por sus vidas, sea por las querellas (simuladas o reales) entre el crimen organizado o por la impunidad desatada en las agrupaciones de seguridad y procuración de justicia.

En Tabasco, Granier hace pagar a los tabasqueños su obsesión de ser gobernador a toda costa. Traicionó a los perredistas empresariales y electoreros que anhelando tenerlo en sus filas alimentaron su comités y popularidad, se convirtió en salvavidas de la devastadora mafia madracista-trujillista que antes lo había vetado y que él afirmaba combatir, aceptó la gobernatura a sabiendas que era resultado de un proceso electoral escandalosamente fraudulento y represivo, y terminó asesorado por compadres y oportunistas disfrazados de intelectuales progresistas. Hoy administra (??) Tabasco con un cuerpo de gobierno integrado por una mezcla de intereses mezquinos y de grupos que solo produce y seguirá produciendo anarquía, corrupción e ineficacia. Más aún y para desgracia del pueblo, le ha tocado enfrentar las herencias de los regímenes neoliberales (sector petrolero, agrícola, ganadero y pesquero desmantelado) y de gobernantes estatales que saquearon los recursos millonarios que debieron destinarse a obras de contingencia y protección como el Plan Hidráulico e infraestructura de comunicación y urbanización.

Se nos reprocha que es momento de unidad y no de buscar culpables. La unidad y la conciencia de las causas y causantes de la situación no son incompatibles. En este momento, frente a la falta de información, memoria y organización en el pueblo, la inundación les permitirá encubrir su incompetencia.

Entender el fenómeno nos prepara para resistir el shock o salir de él lo más pronto; para resuelta la urgencia que hoy enfrentamos en Tabasco, de inmediato contribuyamos a poner orden en nuestra sociedad. Con todos los recursos presupuestales que durante cuatro décadas han recibido los gobiernos priístas y empresarios de abolengo tabasqueños, Tabasco debiera tener un gran desarrollo, la mejor infraestructura pluvial y fluvial, la ciudad energética prometida en los 90s y un futuro promisorio para nuestros hijos.

El pueblo y sus trabajadores y la población en su conjunto debe entender que la situación es resultado del manejo de ineptos, pero que también que los políticos han aprendido a explotar las crisis como oportunidad para legitimarse como líderes salvadores y ganar la autoridad y confianza para avanzar con sus grandes negocios entreguistas.

Basta de indefensión frente a los políticos corruptos y empresarios ambiciosos; basta de manipulación de los desastres naturales reales o provocados, basta de indefensión frente a la naturaleza.

Si ellos aprenden a manipular las crisis, nosotros aprendamos a entender las causas de nuestros males y comencemos a tomar en nuestras manos nuestro destino.

Trabajador de PEMEX Exploración Producción, fundador de la UNTCIP y el Comité Nacional de la Energía, coordinador del Instituto de Estudios Energéticos de los Trabajadores de América Latina y el Caribe en México.

No hay comentarios: