miércoles, 10 de septiembre de 2008

"Acuerdo de seguridad", parto de los montes




¿Y la Tele ‘apá?

POR MANUEL MAGAÑA CONTRERAS


El llamado Acuerdo para la Seguridad Nacional, la Justicia y la Legalidad, hecho para lo mediático, mantiene la miopía oficial de limitar el combate al "crimen organizado" a lo meramente policíaco, sin considerar las causas de la delincuencia en nuestro país, acosado por el hambre, la desigualdad, la corrupción, el saqueo de las riquezas del país propiedad del pueblo mexicano, ante lo cual se requiere, urgentemente, de un Plan de Salvación Nacional con base en los valores que nos identifican como persona, sociedad y nación.

Para descrédito de dicho "acuerdo", lo firmaron funcionarios acusados de corruptos y represores de la libertad de expresión, o sea, violadores de la Ley, como Mario Marín, gobernador de Puebla; Ulises Ruiz, gobernador de Oaxaca; Fidel Herrera Beltrán, gobernador de Veracruz etcétera.

Sus enunciados son los mismos de siempre y se enderezan a pretender que la policía sola, sea la que resuelva la inseguridad en el país. Desde luego, es muy meritoria y necesaria la participación policíaca, algunos de cuyos miembros son merecedores de reconocimiento, pero pretender que la tarea la cumplan solamente ellos, es condenar a la "guerra" contra la delincuencia -como la llama el presidente del empleo, Felipe Calderón-, al más sonado de los fracasos, como ocurre hasta ahora. Dicho esto a sabiendas de que otros muchos policías forman parte de las bandas de criminales y secuestradores que actúan en el país, tal como lo han reconocido las propias autoridades federales.

La corrupción judicial

Hemos leído con sumo cuidado el texto de dicho "acuerdo". Nada concreto encontramos sobre la corrupción qua campea en el Poder Judicial, pese a que sus fallos, de la Suprema Corte de Justicia para abajo, causan el descontento de la ciudadanía en general, porque "la justicia" únicamente se aplica a los pobres por lo cual las cárceles de todo el país están sobrepobladas de delincuentes de escasos recursos. Los delincuentes de "cuello blanco" que tienen influencias y millones suficientes para comprar la justicia, jamás pisan los reclusorios. Si no hay un proceso de regeneración ética entre jueces y magistrados, la justicia simplemente seguirá en calidad de inexistente en México.

A ningún funcionario acusado de corrupto por enriquecido rápida e ilimitadamente al amparo del poder, de Vicente Fox para abajo, jamás es tocado ni siquiera "con el pétalo de una rosa", no obstante sus inocultables riquezas que no tenía antes de llegar a la primera magistratura del país. ¿A qué nivel de "seguridad" se podrá llegar si la impunidad y la corrupción campean en el mundo judicial sin que se advierta el menor intento de ponerle remedio a esta anomalía?

Los pederastas, especialmente los de sotana, nunca pisan los umbrales de la justicia y los que luchan contra la desigualdad y la injusticia, causas de la pobreza de más de 48 millones de mexicanos", son reprimidos y encarcelados, según la opinión pública generalizada..

Además, las deficiencias en materia de métodos para la regeneración de los delincuentes encarcelados, dan como consecuencia que las cárceles están convertidas en escuelas de delincuentes y los reos que, en vez de enmendarse quieren seguir en el mundo de la criminalidad, desde la prisión fraguan secuestros y extorsiones con la utilización de celulares, sobre los cuales no existe el control que l seguridad pública reclama.

La T V, escuela del crimen

No vemos en el "acuerdo" nada sobre el hecho de que en determinados canales de la T. V.,especialmente en Televisa, se difunden programas para delinquir. Hay series, como las de los hermanos Almada, que dan "verdadera cátedra" en relación al mundo del narcotráfico, la delincuencia y en series de similar corte, hasta se "idealiza" a los narcos. ¿Cómo se dice que se lucha contra la delincuencia en México si se permiten tales "planteles de la maldad" puestos para el conocimiento del público, dentro de los hogares mexicanos?

El problema que se sufre actualmente en México es de índole moral y de allí parten otros males, como la presencia en el mundo del hampa, de asesinos que matan a los secuestrados aunque se les haya pagado el rescate.

Las telenovelas, difundidas por la televisión en canales demasiado "comercializados" como los de Televisa, cotidianamente y en diferentes horarios del día y de la noche, difunden violencia, infidelidad, destrucción del hogar, ausencia de valores morales, traición: el apego a lo material y al lujo, al triunfo del éxito meramente económico ausente de elementos éticos, etcétera.

Los jerarcas desertan de su misión

¿Cómo puede haber vigencia de los principios fundamentales de la ética si los jerarcas eclesiásticos, del arzobispo primado de la arquidiócesis de la Ciudad de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, han desertado de su misión de guías pastorales de su grey en materia religiosa, para convertir el púlpito en tribuna política? Nada vemos en el citado texto del "acuerdo", que indique la mínima preocupación por la distorsión de la misión pastoral que ha politizado a la fe, con olvido de los principios cristianos. Las sacristías están convertidas en "cenáculos" de las prédicas político religiosas, a favor del super capitalismo salvaje, el neoliberalismo, la macroeconomía y la globalización económica, sistema con el cual conviven en el fango, en el cieno de la corrupción y el contubernio con las cúpulas de mando farisaicas que en la práctica niegan los principios religiosos que dicen profesar.

¿Cómo es posible que haya seguridad y justicia en México si a los pederastas de sotana se les encubre de parte de las más altas autoridades religiosas y de la cima del poder judicial como es la Suprema Corte de Justicia de la Nación? Enseñar los principios morales verdaderos por parte de los sacerdotes que sí cumplen lealmente con su misión espiritual, resulta de vital importancia para la lucha en nuestro país contra las fuerzas del mal que inspiran a la delincuencia que agobia a la sociedad. Ese salvajismo característico en nuestra época, es signo inequívoco de que los guías espirituales han fallado en la enseñanza de los principios cristianos que salvan.

Destrucción del hogar, una constante

Es de lamentar que nada veamos en el "acuerdo", suscrito en Palacio Nacional, relacionado con la preservación del hogar y la institución de la familia. Lo que conocemos, en cambio, es la persistente labor que en la Asamblea Legislativa realizan los miembros de la bancada del partido Acción Nacional, para que los divorcios en la Ciudad de México, con proyección a todo el país, sean más rápidos. Resulta realmente imperdonable que para cuestiones de prevención de la delincuencia, en del citado documento no se considere que el hogar es célula de la sociedad y escuela de formación para los ciudadanos.

¿Qué hace la clase empresarial para que se pague al trabajador el salario justo, suficiente, para la manutención de la familia para que, tal como ocurrió en otros tiempos, con lo devengado por el jefe del hogar fuera suficiente económicamente, sin necesidad de que la esposa tenga que trabajar par completar "el gasto" y con ello deje solos y sin dirección al os hijos que resultan víctimas de pervertidores y drogadictos, fácil e impunemente?

La avaricia llevó a la clase empresarial a establecer los "pactos" con Carlos Salinas para no mejorar el salario y desde entonces, el deterioro en el hogar es notorio. ¿Podrá salvarse una sociedad sin la existencia de la institución del hogar, de la familia? Una grave omisión el no considerar todo esto, como punto de partida de programas de prevención del delito en México, dentro del "acuerdo".

La educación, un desastre

Con hampones en la secretaría de Educación Pública, ambiciosos de poder político y enriquecimiento, como Elba Esther Gordillo y, a la vez, con gente que notoriamente carece de capacidad para desempeñar el cargo de titular de la secretaría de Educación Pública, como Josefina Vázquez Mota, la educación básica registra el peor nivel de oda la historia del México independiente.

Es deplorable, por todos conceptos, en el "acuerdo" no haya capítulo de la prevención del delito y además de este vacío, no se considere al mundo de la educación como cimiento de una sociedad sana, guiada por criterios nacionalistas, conocimiento de la historia nacional, la ética y el civismo.

Resulta criminal que la corrupta líder del magisterio nacional, Elba Esther Gordillo, quien goza de los más fuertes apoyos del presidente del empleo, Felipe Calderón, con el sofisma de que "sobran maestros" haya propuesto el cierre de las escuelas normales, fundamentos de la educación pública en México y que la cúpula de mando le haya aprobado inmediatamente su propuesta. Desde el punto de vista de la cultura y de la seguridad pública, a nivel preventivo, en México no sobran maestros, porque la verdad es que faltan escuelas.

¿Qué país puede salvarse de la corrupción, la delincuencia en general, el narcotráfico, las acechanzas de los enemigos de México de dentro y de fuera si a su población se le mantiene en la ignorancia? ¿Cómo es posible que se pretenda que sólo la enseñanza particular en manos de negociantes tenga la exclusiva de enseñar si el pueblo no tiene para pagar las altas colegiaturas que allí se cobran?

El Poder Legislativo, corrupto

No hay congruencia en la afirmación de que se quiere combatir al crimen organizado y al narcotráfico en México, como se dice en "el acuerdo nacional para la seguridad" y a la vez se ignore que el protector número uno del narcomenudeo en México es el Poder Legislativo. ¿Porqué el poder Legislativo es protector del narcomenudeo? Porque de acuerdo a la denuncia de secretarios delegacionales, diputados y senadores, del contubernio PR-PAN, acordaron legislar que los narcomenudistas que poten de 40 "grapas" para abajo, no se les puede considerar delincuentes, sinoenfermos cuyas dosis son para autoconsumo. En esta forma, la policía que sí cumple con sus obligaciones, ve nulificada su labor porque al conducir a los traficantes hormiga de estupefacientes ante el Ministerio Público, allí se les deja libres porque "no ha delito qué perseguir", ante la protección otorgada por los diputados y los senadores corruptos.

Situaciones como éstas, no son consideradas en el "acuerdo nacional". ¿Es por ignorancia? ¿Es por omisión? ¿Es por complicidad? En cualesquiera de los tres casos resulta grave que elementos como estos no los tomen en cuenta quienes dicen enfrentar al crimen organizado, con lo que la muerte de muchos buenos policías en el cumplimiento del deber, está resultando inútil.

Desempleo, desigualdad e injusticia

La carencia de fuentes de trabajo algo tiene que ver con la incorporación de jóvenes que en mala hora deciden ingresar al mundo del narcotráfico. En nuestro país continúan el desempleo, el subempleo, el cierre de centros laborales por la gradual destrucción de la planta productiva mexicana auspiciada por la tecnocracia neoliberal que está entregando todos nuestros recursos al extranjero. No se puede soslayar el mundo de necesidades a que se ha condenado a gran parte de la sociedad mexicana, al grado de que el Banco Mundial admite la existencia de más de 40 millones de mexicanos que sufren pobreza extrema.

En el acuerdo de Palacio Nacional suscito con tintes mediáticos, no se mencionan todas estas causas que en alguna forma contribuyen a la inseguridad pública.

La carestía , la espiral inflacionaria, el bajo poder adquisitivo del salario del trabajador, puede inducir a la gente para que, en u acto de desesperación para escapar de las manos de la miseria, se introduzca al mundo del delito. ¿Cuántos de los que dicen luchar contra la inseguridad pública, como el gobernador Bours de Sonora, son generadores de violencia en sus ínsulas?

Una voluntad sincera de luchar contra el crimen organizado, la inseguridad pública, los secuestros, el narcotráfico, etcétera, debe conducir a quienes dicen defender a la sociedad mexicana, ante tan terribles flagelos, a considerar las causas que inciden en el universo de la maldad.

Lo hemos dicho en repetidas ocasiones y no nos cansaremos de reiterarlo: mientras la lucha contra la inseguridad pública se reduzca a sólo acciones policíacas, el fracaso será el resultado. Se necesita considerar y remediar las causas de la situación que se sufre, para neutralizar con eficacia las consecuencias de ese mal.

La verdadera paz, fruto de la justicia

Y, conocidas las causas del mal, en el presente caso, la inseguridad pública, lo que se requiere de inmediato es trabajar por el imperio de la justicia. Porque también como lo hemos dicho en bastantes ocasiones, "la verdadera paz es fruto de la justicia".

Con ausencia de la justicia en beneficio de nuestra sociedad, cualquier intento por "luchar contra el crimen organizado", se verá reducida a fórmula declamatoria destinada al consumo, al engaño, sobre todo a través de los "spots" televisivos que tanto daño están causando a la generación presente, porque distorsionan la realidad.

Las manifestaciones públicas manipuladas por El Yunque, la ultraderecha y el capitalismo salvaje, son meros recursos mediáticos que también se quedan en lo superficial de únicamente tocar el aspecto de las consecuencias, sin llegar hasta el fondo de la cuestión que son las causas que jamás se deben eludir.

El llamado "Acuerdo Nacional por la Seguridad y la Justicia y le Legalidad" es por tanto, un espejismo que se reduce a sólo la acción policíaca, cuando esta, únicamente, lo que puede hacer es reprimir el mal cuando ya se ha producido. Lo importante es crear en la sociedad una realidad justa que reforme al sed humano, a partir del interior de su corazón.

No hay comentarios: