viernes, 9 de mayo de 2008

“Simuladora y privatizadora”, la reforma energética: PRD y PRI

jenaro villamil
* Refutan senadores exposición de Georgina Kessel y Reyes Heroles


México, D.F., 8 de mayo (apro).- Legisladores de oposición, particularmente del PRD y PRI, refutaron hoy la defensa que Georgina Kessel, titular de Energía, y Jesús Reyes Heroles, director de Pemex, hicieron de la propuesta de reforma energética enviada al Senado por el presidente Felipe Calderón.

En lo que constituyó la primera sesión del debate sobre la reforma energética, los senadores de oposición calificaron de “simuladora y privatizadora” la iniciativa del gobierno federal.

En su comparecencia, Kessel desplegó una singular estrategia para salir al paso de los cuestionamientos de los senadores perredistas, Graco Ramírez y Arturo Núñez: citó al expresidente Lázaro Cárdenas para tratar de justificar la posibilidad de la inversión privada en el sector.

Acompañada de Carlos Morales Gil, director de Pemex-Refinación, y Francisco Javier Salazar, presidente de la Comisión Reguladora de Energía, aparte de Reyes Heroles, Kessel echó mano de la exposición de motivos de la iniciativa de ley reglamentaria del 27 constitucional, expuesta por Cárdenas del Río el 26 de diciembre de 1939.

Por cierto, esta iniciativa prohibió el otorgamiento de concesiones a particulares para la explotación petrolera.

“Si me permite –abundó Kessel-- un segundo párrafo de esta exposición de motivos:

“Finalmente conviene indicar que como la Constitución sólo ha prohibido la explotación mediante concesiones del petróleo, pero no la posibilidad de la construcción de oleoductos, refinerías y sistemas de distribución para gas, el proyecto adjunto conserva estos tipos de concesiones, si bien introduce el criterio que deben quedar sometidos a un régimen de servicio público”.

La secretaria de Energía insistió así en que, las tres leyes reglamentarias del artículo 27 –la de 1940, la de 1946 y la de 1958--, “tienen visiones diametralmente diferentes y las tres fueron emitidas bajo el mismo marco constitucional”.

Tanto Kessel como Reyes Heroles machacaron en que la crisis de Petróleos Mexicanos no es sólo financiera sino, sobre todo, operativa, tecnológica y de emergencia para no rezagarse frente al mercado internacional.

Y en respuesta a un cuestionamiento del senador Arturo Núñez, Kessel afirmó que las reservas probadas de petróleo en México son suficientes: Según ella, ascienden a 14 mil millones de barriles de crudo que pueden llegar hasta cien mil millones de barriles probables.

En su réplica, Arturo Núñez le recordó que debido a esos datos, las reformas enviadas por el presidente Felipe Calderón son “simuladoras”, y también trajo a colación a Lázaro Cárdenas, al señalar que si no hubiera habido disposición política, no se hubiera producido la expropiación petrolera.

Kessel dijo que, entre 1997 y 2007, Pemex tuvo un promedio de inversiones por unos 110 mil millones de dólares, y para el 2008 los fondos sumaron el doble de lo que tuvo en promedio durante la anterior década.

“Es decir, los problemas no son sólo financieros. Pemex tiene problemas importantes desde el punto de vista operativo, en materia de capacidad de ejecución, y también tiene problemas importantes en materia de administración de las nuevas tecnologías con las que va a tener que estar trabajando en el futuro”, abundó Kessel.

En el mismo tenor, el director de Pemex insistió en que los principales desafíos para la reforma de la paraestatal consisten en mantener la producción de crudo en los niveles de 3 a 3.1 millones de barriles diarios, incorporar “lo más pronto posible producción de aguas profundas”.

Reyes Heroles advirtió que en materia de refinación se requiere “remontar las cuantiosas pérdidas de la subsidiaria de Pemex-Refinación; reconfigurar tres refinerías pendientes; construir o reformar las 39 plantas para mejorar las características ambientales de los combustibles; construir capacidad adicional a un ritmo suficiente para cubrir los 310 mil barriles diarios de gasolinas que ahora son importadas”.

El funcionario federal subrayó que uno de los principales aspectos de la reforma lo constituyen las propuestas de nuevas modalidades para contratar adquisiciones, obras y servicios.

“Se plantean nuevos modelos contractuales para proyectos de alta complejidad, que podrían incluir compensaciones fijas o variables, ajustes a las condiciones pactadas durante la ejecución de los proyectos, e incentivos por eficiencias. No serían contratos de producción compartida, ni contratos de utilidad compartida”, advirtió el director de Pemex.

Sin embargo, en dos ocasiones Reyes Heroles evadió responder a las preguntas de los legisladores del Partido de la Revolución Democrática.

Graco Ramírez, y en especial Arturo Núñez, le recordaron a Jesús Reyes Heroles que su padre, el exdirigente y teórico del PRI del mismo nombre, se opuso en los años setenta, como director de Pemex, a los contratos de riesgo.

El actual director de Pemex respondió que la reforma calderonista permitirá “la inversión de particulares en el transporte y almacenamiento de combustibles”.

También se propone que particulares puedan prestar servicios de refinación a Pemex, el que suministraría el crudo y recibiría todos los productos derivados del proceso correspondiente.

Según el funcionario, estas propuestas permitirían “aumentar la capacidad de ejecución de Pemex”.

En su intervención, Francisco Javier Salazar, presidente de la Comisión de Energía, defendió la reforma de apertura del gas consumada en 1995, y argumentó que los mismos efectos se podrían observar en las áreas de transporte y distribución de ductos.

Ejemplificó con el caso del gas natural para minimizar los temores de que una eventual apertura a la inversión privada en aquellas áreas significará que Pemex pierda el control de la entrega de los hidrocarburos.

“De manera análoga al petróleo, el gas natural es un insumo fundamental para Pemex, y la reforma del 95 no conllevó ni ha conllevado en ningún momento riesgos operativos o de suministro para los procesos de la industria petrolera. Más aún, la mayor seguridad de suministro que ha significado beneficia a Pemex mismo”, insistió.

En materia de ductos, Salazar argumentó que no se trata de una reprivatización similar a la de Teléfonos de México (Telmex) en 1990.

Para el funcionario, Pemex seguirá jugando un papel fundamental con varios jugadores, similares a “monopolios regionales” que llevarán a cabo funciones similares.

Anuncia el PRI su propia iniciativa

Al filo del mediodía, después de dos horas de exposición de los funcionarios, los diputados y senadores presentes en la sesión realizaron distintos cuestionamientos, y pidieron precisiones a los representantes del gobierno federal.

Moderada por el senador Francisco Labastida, presidente de la Comisión de Energía, durante la primera ronda destacó el anuncio del senador priista Raúl Mejía, de que su partido prepara su propia iniciativa de ley.

“Nosotros sí vamos a una reforma, haremos una propuesta los próximos días, una propuesta seria, responsable, quizás nos quedaríamos en reformar la propuesta del Ejecutivo, pero no nos gusta cómo está planteada por el gobierno federal”, afirmó.

Mejía indicó que el PRI aspira a una “reforma integral”, y tachó de “débiles” las propuestas para fortalecer la autonomía real de Pemex.

Criticó, además, la propuesta de Calderón de reservarse el nombramiento de dos nuevos consejeros del Consejo de Administración de Pemex sin consultar el Congreso.

El priista expresó también su oposición a la apertura de la inversión privada en alguno de los sectores planteados en la reforma.

“No estamos de acuerdo en que algún segmento de la integridad que tiene Petróleos Mexicanos se privatice, no queremos que se conviertan monopolios privados en algunos de los segmentos, ya sea de transporte, ya sea de la refinación; que sean empresas filiales, quizás, que se invierta con recursos públicos, y que esas empresas sean absolutamente del Estado”, advirtió.

En un tono más crítico, el senador perredista Graco Ramírez describió la propuesta de reforma energética como “la historia de un crimen largamente anunciado”.

Destacó datos de la crisis de Pemex: de 220 equipos de perforación quedan 20; de 62 plantas de proceso petroquímico, sólo 14 operan normalmente y 18 están a medio trabajo por falta de materia prima, y “fracaso total” de la inversión privada en petroquímica secundaria desde la administración de Ernesto Zedillo.

Y refutó: “¿Qué nos proponen?”, se preguntó. “Fortalecer a Pemex pero ahora desmantelando a Pemex; exploración y desarrollo de yacimientos de petróleo y de gas con ‘contratos de pago determinable de desempeño’. Esta es la nueva versión de los contratos de riesgo, para aguas someras y aguas profundas”.

El perredista cuestionó además la existencia de “hoyos negros” en las finanzas de Petróleos Mexicanos Internacional (PMI), y advirtió que solicitará formalmente, a través de la Comisión de Energía, toda la información disponible sobre los contratos off shore y el fideicomiso Master Trust en Delaware, que emite deuda bajo reserva de Pemex como garantía.


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