domingo, 18 de mayo de 2008

Pese a elevadas remesas, tuvo menor éxito en disminuir el fenómeno que otras naciones


Sólo con empleos de mejor calidad México reducirá la pobreza: Cepal
El país debe dar un paso más allá de la maquila y la manufactura, destaca en un documento

América Latina tiene hoy más pobres e indigentes que en 1980; este año sumarán 190 millones

Roberto González Amador



La escasa generación de empleos de calidad y una posible reducción de las remesas, asociada a la crisis hipotecaria en Estados Unidos, pueden frenar la reciente disminución en los índices de pobreza en México, advirtió este jueves la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

El organismo confirmó que México ha tenido un ritmo menor de disminución de la pobreza en la región, comparado con países como Argentina, Venezuela y Perú.

“La pobreza en México sigue siendo elevada”, dijo en teleconferencia José Luis Machinea, secretario ejecutivo de la Cepal, organismo de las Naciones Unidas. La reducción de la pobreza observada en los últimos años, expuso, es explicada por las remesas y programas como Oportunidades, “y menos por el aumento del empleo y sobre todo de los salarios reales”.

Mientras la economía mexicana no logre generar empleos de mejor calidad, diferentes a los que ahora ofrece la manufactura en general y la maquila en particular “difícilmente se reducirá más la pobreza”, aseguró Machinea durante la teleconferencia, ofrecida desde Santiago, capital de Chile –donde se ubica la sede de la Cepal–, que fue transmitida a la capital mexicana.

Los datos dados a conocer ayer por José Luis Machinea, en la presentación del informe anual de la Cepal Panorama social de América Latina 2007, muestran que la región tiene hoy más pobres que en 1980, antes de comenzar el proceso de reforma económica y apertura comercial y financiera.

El documento reveló que este año 190 millones de latinoamericanos vivirán en condiciones de pobreza, 4 millones menos que en 2006, pero una cantidad que supera en 54 millones de personas –casi la mitad de la población actual de México– al número de pobres reportados en la región en 1980, que eran 136 millones.

Problema estructural

“Aun con la reducción de la pobreza observada en los últimos años, hoy hay más gente en la pobreza que en 1980”, comentó Machinea durante la presentación del documento. “La región sigue teniendo un problema estructural de pobreza y desigualdad: 27 años más tarde, tenemos más pobres e indigentes que en 1980”, añadió.

En los datos reportados ayer por la Cepal se observa que entre 1980 y 2007 el número de latinoamericanos en situación de pobreza alcanzó un máximo en 2002, cuando esta condición afectó a 221 millones de personas. Al cierre de 2007, los latinoamericanos en pobreza serán 190 millones.

Como porcentaje de la población total, la pobreza afectará este año 35.1 por ciento del total de latinoamericanos, un universo 5.4 puntos menor al reportado en 1980, de acuerdo con los datos de la Cepal.

“Prácticamente todos los países latinoamericanos presentaron un buen desempeño económico” el último año, indicó la Cepal. Destacan República Dominicana y la República Bolivariana de Venezuela, con aumentos del producto interno bruto (PIB) per cápita de 9.1 y 8.5 por ciento, respectivamente, seguidos de Argentina (7.4 por ciento), Perú (6.8) y Uruguay (6.8).

Con excepción de Haití, cuyo producto por habitante creció 0.7 por ciento, todos los países lograron tasas de crecimiento per cápita superiores a 2 por ciento, “hecho sin precedentes en las dos últimas décadas”, añadió el organismo.

En cuanto a la reducción de la pobreza, la Cepal mencionó que entre 2002 y 2006 ocurrió una disminución de 25 puntos porcentuales en Argentina; de 18 puntos en Venezuela; 10 en Perú, ocho en Ecuador y siete puntos porcentuales en México.

La mayor parte de la reducción en el número de pobres en América Latina entre 2002 y 2006 provino de los avances observados en Argentina, donde el volumen de la pobreza se redujo en 9 millones de personas, seguido de Brasil, México y Venezuela, en cada uno de los cuales el número de personas pobres cayó entre 4 y 6 millones.

En conjunto estos cuatro países representan una disminución de 23 millones de personas, frente a una reducción total de 27 millones para la región. A que hubiera 26 millones menos de indigentes contribuyeron principalmente Brasil, que representa alrededor de una cuarta parte del total, y Argentina y México, donde cerca de 5 millones de personas dejaron la condición de indigencia en cada país.

El empleo, factor esencial

En comentarios posteriores a la presentación del documento, José Luis Machinea llamó la atención sobre las limitaciones que puede haber en México para que la pobreza siga disminuyendo en los siguientes años.

Por ahora, explicó, México logró cumplir anticipadamente la meta de reducir a la mitad, respecto al número que había en 1990, el número de personas que viven en pobreza extrema. Se trata de una de las llamadas Metas de Desarrollo del Milenio, que los países pertenecientes a la ONU se fijaron cumplir para 2005. Por ello, añadió Machinea, es pertinente que México se fije una meta más ambiciosa y se plantee disminuir a la mitad el universo de sus habitantes en situación de pobreza.

En el caso de América Latina, la pobreza ha disminuido en los últimos años por una mayor generación de empleos, porque cada persona con un ingreso fijo tiene ahora menos dependientes económicos que hace dos décadas, y también por los programas focalizados (como el Oportunidades mexicano) y las remesas, indicó el reporte de la Cepal.

Respecto del caso de México, José Luis Machinea expuso que la pobreza disminuyó en los últimos cuatro años por el efecto de las remesas que envían los migrantes, 23 mil millones de dólares el último año, y los programas focalizados de transferencia de recursos a los más pobres, como Oportunidades, que llega a 25 por ciento de la población.

En este sentido, agregó, ha habido “menos éxito en reducir la pobreza por efecto de la generación de empleo y de los salarios reales”. Añadió que el empleo “es el elemento realmente relevante para sacar a las personas de la pobreza”.

Al contestar a la pregunta sobre qué se requiere hacer para lograr una mayor disminución de las tasas de pobreza en México, respondió: “empleo de calidad. Da la impresión de que México tiene que dar un paso más allá de la maquila y la manufactura y generar empleo de mejor calidad; mientras no haga eso, difícilmente se reducirá más la pobreza en el país”.

–Si las remesas han contribuido a reducir la pobreza, ¿qué ocurrirá si disminuye el ritmo de crecimiento de este ingreso de divisas hacia México?

–Una parte importante de emigrantes mexicanos y centroamericanos laboran en la industria de la construcción de Estados Unidos. Hasta ahora, la crisis del sector inmobiliario no ha provocado una caída seria en la construcción. Pero si ocurre, va a afectar el envío de remesas, aunque no se sabe ahora en qué magnitud. Pero sí va a haber un impacto, una disminución en el envío de remesas. En la medida que sea coyuntural, no debería afectar de manera permanente los niveles de pobreza, pero a corto plazo algún efecto va a tener, expuso Machinea.

La Jornada

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