Con la Declaración de Lima, los mandatarios de América Latina y la Unión Europea acordaron adoptar medidas inmediatas para asistir "a los países más vulnerables".
Agencias / La Jornada On Line
Publicado: 16/05/2008 18:31
Lima. Los presidentes de América Latina y Europa resolvieron adoptar “medidas inmediatas” para enfrentar la crisis alimentaria y sus efectos en la región, durante la cumbre llevada a cabo en Lima, Perú.
En la Declaración de Lima, documento final del cónclave birregional, los gobernantes señalaron la urgente necesidad de asistir "a los países más vulnerables y las poblaciones afectadas por los altos precios de los alimentos".
El documento, que será suscrito por los jefes de Estado y de gobierno al concluir la cita esta tarde, expresa la necesidad de dar "una respuesta duradera a la crisis alimentaria actual", lo cual requiere "acciones coordinadas de la comunidad internacional".
El tema de la crisis alimentaria estaba ausente de la agenda de la cumbre, que tuvo como principales asuntos "Pobreza, desigualdad e inclusión" y "Desarrollo sostenible: medio ambiente y energía", pero los mandatarios resolvieron abordarlo por su notable vigencia.
Medio centenar de gobernantes latinoamericanos y europeos se dieron cita este viernes en la capital peruana para participar en la cumbre, la cual culminará con la suscripción de la Declaración de Lima. El documento señala que ante la crisis alimentaria es necesario fortalecer las capacidades agrícolas de los países y el desarrollo rural pues es la única forma de encarar la creciente demanda de alimentos.
En ese sentido "tomamos nota del anuncio de Naciones Unidas sobre la preparación de un plan de acción y trabajaremos para lograr resultados concretos en la Conferencia Mundial sobre seguridad alimentaria" a realizarse en roma el mes próximo, añadió el texto.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el alza intensa y persistente de los precios internacionales de los alimentos castiga "con especial dureza" a los sectores más pobres de América Latina y el Caribe.
La pobreza y la indigencia, que afectan al 35.1 y al 12.7 por ciento de la población de la región, aumentarán entre dos y tres puntos porcentuales a causa de la crisis alimentaria, señaló la Cepal en un estudio. Según el organismo de Naciones Unidas, "especialmente preocupante son las alzas en los precios del maíz, el trigo, el arroz, y oleaginosas, que en algunos casos superan el 100 por ciento".
Desde principios del 2006 y, en especial desde 2007, los índices de precios al consumidor de alimentos se han acelerado en la mayoría de las economías de la región, con tasas que oscilan entre seis y 20 por ciento en los distintos países latinoamericanos.
La Cepal estimó que un incremento del 15 por ciento en el precio de los alimentos podría provocar que 15.7 millones más de latinoamericanos caigan en la indigencia y una cantidad similar de personas pasaría a ser pobre.
La Jornada
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