Frente de Lucha Estudiantil Julio Antonio Mella
La incursión de Uribe en Ecuador tuvo como resultado una estudiante mexicana herida y el asesinato de otros cuatro jóvenes pertenecientes a
A LA COMUNIDAD UNIVERSITARIA
A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES
AL PUEBLO DE MÉXICO
Sobre la masacre de universitarios y los asesinos
El pasado primero de marzo, el ejército colombiano comandado por Álvaro Uribe Vélez, llevó a cabo un ataque militar que tenía por objetivo el asesinato del comandante Raúl Reyes, comisionado diplomático de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo (FARC-EP). Este hecho que intentó presentarse como un operativo de "inteligencia" y que fue justificado por Uribe como una incursión "en caliente" tuvo como resultado una estudiante mexicana herida (Lucía Andrea Morett) y el asesinato de otros cuatro jóvenes pertenecientes a
Nuestros compañeros universitarios habían acudido a la ciudad de Quito, Ecuador para participar activamente en el II Congreso Continental Bolivariano, evento de carácter académico que convoca a interesados de todo el mundo en la problemática social latinoamericana. Asistieron llamados por su interés en la discusión de temas de relevancia actual para nuestra región, así como por el enriquecimiento que representaba para el proceso de sus respectivas investigaciones; trabajos con los que se enriquece
Sin embargo, su interés por el conocimiento de los procesos políticos que se expresan en movimientos sociales se vio truncado para siempre por el vil operativo que "en caliente" dirigió su objetivo contra el campamento pacífico donde se encontraban. Eran personas desarmadas; civiles con inquietud de investigación personal y colectiva; individuos que no habían declarado la guerra contra Estado alguno y que no poseían armamento; estudiantes que planearon una estancia temporal en el cono sur para empaparse de una realidad dolorosa; alumnos universitarios desarmados que poseían boletos de regreso a México con fecha de marzo. Esos sujetos indefensos que dormían mientras les eran arrojadas bombas son las víctimas de la política belicista de Álvaro Uribe, no los culpables. A raíz de esos hechos, los gobiernos colombiano y mexicano seguidos por plumas arribistas y acomodaticias que dicen escribir para periódicos y editoriales, se han atrevido a señalarlos como miembros de la guerrilla colombiana, han asegurado que se encontraban en Ecuador recibiendo entrenamiento militar de las FARC; incluso han tratado de vincularlos en su pestilente batalla contra el narcotráfico ¿Cómo es posible pensar que un grupo que ha llevado a cabo trabajo académico desde
Uribe, en su calentura por aniquilar todo lo que huela a guerrilla colombiana, arrastró consigo las vidas de nuestros compañeros. Poco le importan las personas que se encuentra en su camino, así como no le interesa llevar a cabo crímenes de Estado desde su posición privilegiada. De ello pueden dar cuenta las decenas de retenidos tanto por las FARC como por el gobierno en las cárceles, quienes tenían puestas sus esperanzas en la entrega humanitaria que el grupo insurgente venía llevando a cabo desde finales del año 2007. Esta negociación de liberación era comandada precisamente por el asesinado Raúl Reyes. Con la masacre de Sucumbíos, la entrega se ha complicado.
Interesa aquí remarcar un punto: el ataque perpetrado por las fuerzas militares colombianas en territorio ecuatoriano constituye, no sólo la violación a la soberanía de ese país –hecho altamente cacareado en
Los distintos niveles de indignación
A raíz de estos hechos, la respuesta de las autoridades colombianas y mexicanas resulta ofensiva. Por un lado, Uribe manda a su ministro de relaciones exteriores a balbucear que lo siente. Casi podemos escuchar que piensa que "son gajes del oficio". Por otro lado, y todavía más oprobiosas, las declaraciones de Felipe Calderón al respecto: "lamentable", sólo si se comprueba que los ciudadanos de su país son inocentes de pertenecer a la agrupación armada.
El tibio balbuceo de perdones y lamentos contrasta con la avalancha de declaraciones exigiendo no el castigo a los autores materiales e intelectuales de la masacre, sino el "esclarecimiento" de la presencia de mexicanos en un campamento diplomático en Ecuador dentro del marco de la celebración de un congreso académico. Antes que condenar fuertemente la invasión y la masacre de sus conciudadanos, antes que exigir justicia para las víctimas y la reparación de los daños; antes que hacer un llamado enérgico contra la política belicista de Uribe, Calderón prefiere facilitarle a su homólogo el camino hacia sus fechorías. Ambos prefieren fabricar una cortina de humo alrededor de los hechos: ¿qué hacían ahí los mexicanos? ¿Tenían nexos con las FARC-EP? ¿Se vinculaban con el narcotráfico? Y las notas amarillentas del periodismo mexicano hacen eco a la estrategia: "
Excélsior, el Universal,
No es la primera vez que se pretende vincular al movimiento estudiantil con organizaciones guerrilleras. En el año 2003 el entonces embajador de Colombia en México –Luis Ignacio Guzmán- evidenció la política colaboracionista de espionaje que se llevaba a cabo al interior de la máxima casa de estudios. Sin embargo, al no encontrar elementos que ligaran a los estudiantes con la guerrilla, tuvieron que echar mano de la mentira al afirmar que en la universidad operaban grupos de las FARC. Cuando sus "argumentos" fueron echados por tierra, este sujeto no tuvo más remedio que renunciar; pero la política injerencista de Colombia en territorio autónomo universitario ya había sido evidenciada, aunque ello parece no indignar a muchos de la clase política.
Pero afortunadamente existen voces verdaderamente indignadas que se están haciendo escuchar a nivel nacional e internacional. Los padres, familiares y compañeros de los masacrados son quienes se han atrevido a señalar a los verdaderos culpables, al asesino intelectual Álvaro Uribe y como asesino material al ejército colombiano. Son ellos quienes están dando el ejemplo de fortaleza que articulará la solidaridad. Su intención de demandar al colombiano ante
¡Contra la criminalización de la lucha social!
¡Por la justicia a los compañeros asesinados en territorio ecuatoriano!
¡Por el castigo al asesino intelectual, Álvaro Uribe, y a los asesinos materiales, militares colombianos!
¡Todos a respaldar las iniciativas de los familiares agraviados!
¡El presente es de lucha, el futuro es nuestro!
Frente de Lucha Estudiantil Julio Antonio Mella (FLE-JAM)
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Frente Nacional Contra
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