Reproducimos textualmente una carta del periodista internacional Orestes Martí, recibida en la redacción de @DIN esta mañana.
Director de
Estimado amigo: por motivos que ya conoce, me mantengo al día del acontecer de este mundo "globalizado" y bastante desinformado -en algunas ocasiones, como he dicho en otras oportunidades, por "ruidos" y en otras por "blancos" informativos-.
De esta suerte, ayer tuve la ocasión de recibir una información de Adin bajo el título de "Ecuador, Venezuela, Colombia: Hipótesis de guerra" firmado por Julio Carreras (h) y después, tarde en la noche, otro que según decía la propia Agencia, era la "respuesta" de un suscriptor al mencionado artículo.
En primer lugar quiero subrayar que considero el artículo de Carreras muy objetivo y -después de leer durante dos días las "reacciones" internacionales- muy en la línea de personas y analistas verdaderamente independientes de la política internacional, que denuncian la manipulación mediática de los centros de poder, fuertemente vinculadas a los "tanques pensantes" y a los servicios especiales norteamericanos.
Poco a poco se ha ido desentrañando lo que hay detrás de la indudable violación del espacio y la soberanía de Ecuador por parte de las fuerzas armadas colombianas, el sábado 1 de marzo. Hoy mismo, leyendo artículos de opinión y despachos cablegráficos he encontrado una curiosa similitud: en un artículo de José Steinsleger, aparecido en "
No cuestiono el derecho que puedan tener los "usuarios" del servicio de Adin a exponer libremente sus criterios; a criticar los errores que consideran puedan aparecer; a discrepar de opiniones que internamente circule
Estoy convencido de que el hecho de tener una nacionalidad determinada no brinda "Patente de corso" a nadie para ser "opinante infalible" de una situación política dada en un determinado contexto, incluyendo el del conflicto colombiano. Yo puedo perfectamente citar, ahora mismo, a decenas de periodistas colombianos honrados y honestos que piensan -y escriben- más o menos como lo ha expresado Carreras (que por cierto, no escribe a "la carrera", sino de forma muy meditada y concisa y no precisamente "acomodado" a lado específico alguno).
Cualquier persona puede escribir asumiendo una identificación determinada y decir cualquier cosa; pero hablar del "conflicto de Colombia" y sólo constreñirlo al ámbito geográfico de esa nación y sus vecinos y desconocer los vínculos geopolíticos internacionales, especialmente de los intereses norteamericanos es, como mínimo, una señal inequívoca de una gran incultura política o de la ocultación de un propósito de manipulación y desinformación. En Colombia NADA de lo que suceda es fortuito ni desvinculado de todo el proceso político internacional.
Querer desconocer que el conflicto que vive ese país tiene sus raíces afincadas en los años 40 del siglo pasado -creo que ni Chávez, ni Correa, ni Lula, ni Ortega habían sido elegidos por sus respectivos pueblos- después de un conflicto entre liberales y conservadores, en que un grupo de liberales radicales y comunistas no aceptaron los términos de la pacificación y sin entregar las armas se internaron en la selva para fundar la llamada República de Marquetalia; que en 1964, ya como guerrilla clásica, tomaron el nombre actual y se asumieron como brazo armado del Partido Comunista; que desde esa época hasta ahora hubo varios procesos de paz e intentos de las FARC de volcarse a la actividad política, pero todos terminaron con acusaciones cruzadas entre ambos bandos; que a mediados de los '80 las FARC participaron en la creación de la fuerza política Unión Patriótica y que alrededor de cinco mil de sus dirigentes, incluido su candidato presidencial, Bernardo Jaramillo, fueron asesinados -lógicamente ellos ya no pueden ir a votar por el Sr. Uribe-; es querer ocultar la realidad, si es que ella se conoce en toda su terrible magnitud.
Querer así mismo denominar a las FARC -con errores o sin ellos- como "terroristas" y no reconocer su estado como fuerza beligerante, es ni más ni menos que apostar por la no solución pacífica del conflicto interior y seguir la rima a la "Guerra contra el terrorismo" del Sr. Bush lleva a cabo con resultados de millones de muertos en todo el mundo.
Finalmente, debo transmitirte mi tristeza al comprobar hasta donde la manipulación, la desinformación y la propaganda de los "medios" influyen en las personas y hacen sus pensamientos realmente reaccionarios; hasta el punto de continuar viendo la paja en el ojo ajeno pero no ver la viga en el propio.
Un saludo
Orestes Martí
Periodista - Islas Canarias
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