La justicia no aparece en Oaxaca, 26 asesinatos continúan impunes, 6 presos políticos continúan en las cárceles purgando condenas por delitos fabricados por el gobierno[1], los desaparecidos continúan sin ser encontrados, los compañeros procesados continúan siendo juzgados por delitos que jamás cometieron; el panorama nos presenta un horizonte donde el asesino URO y sus cómplices continúan en total impunidad.
La represión selectiva continúa, en un Estado Policiaco-Paramilitar en que miles de policías (apoyados por fuerzas federales, Agencia Federal de Investigación (AFI), Policía Federal Preventiva (PFP), Ejercito Mexicano) permanentemente han instaurado la intimidación, el hostigamiento y el acoso como norma contra la población, partícipe o no en el movimiento.
A esta situación se agrega la aún más impune actuación cínica y asquerosa de quienes consideraron oportuno que la lucha combativa y digna de nuestros pueblos debería convertirse en una lucha que mendigara por votos en las urnas, es decir, que en lugar de seguir en la lucha por transformar de raíz nuestras formas de vida para cambiar nuestra realidad, se debería de convertir en una lucha sometida a los “cauces institucionales”, es decir, electorales; son los mismos que ahora con un asqueroso cinismo en mesas de negociación se lavan las manos con la sangre de nuestros compañeros asesinados, muestra de ello es la negociación efectuada el 5 de febrero en
Sin embargo, también hay que decir que mientras algunas de las “combativas” integrantes del movimiento disfrutan de un café en los portales del Zócalo, C.O.M.O. si el pueblo de Oaxaca tuviera la intención y pudiera darse el lujo de cenar en esos lugares, otr@s tant@s compañer@s intentan rearticular
Tan solo en seguridad pública el municipio de Oaxaca ha gastado 2, 700 000 pesos en 2007 y el asesino URO ha solicitado millones de pesos de los fondos federales para incrementar las actividades represivas, no siendo suficiente para los asesinos la designación para “seguridad pública” de943, 346 661 pesos en el Presupuesto de Egresos para el estado de Oaxaca en 2008, y el que se les haya equipado el pasado noviembre con “150 equipos de radio-comunicación, 400 fornituras, seis mil 35 piezas de equipos antimotín, 500 máscaras anti-gas, 605 bastones, cien armas cortas y largas de diverso calibre, 65 mil cartuchos útiles y 40 unidades de motor” en el caso de laSecretario de Protección Ciudadana.
La impunidad y la represión se manifiestan en un estado policial y terrorista donde el solo hecho de no bajar la mirada frente a los paramilitares y policías uniformados constituye grave osadía, que puede ser castigada con una revisión ilegal y en otros casos con la detención arbitraria y la posterior tortura física y psicológica.
Los asesinos, dejando de lado las “tradicionales” formas de explotación y dominio, han asumido una noción del Estado, no como un cuerpo político organizado de acuerdo con las expectativasy perspectivas prevalecientes entre los miembros de la comunidad que otorgan poder a una elite, que a su vez reconoce los derechos humanos fundamentales de los primeros, sino como un instrumento de la élite para la dominación directa e incondicionada de la comunidad. Una vez concebida la institución estatal como un instrumento de dominación, la élite gobernante diseñará un aparato que le permita el logro de sus metas a través de la subyugación de la población y pretenderá el control de cada aspecto dela vida”[2], es decir, la opresión permanente y diaria de las mujeres y hombres de Oaxaca.
“La situación de los derechos humanos en Oaxaca permanece en un estado extremadamente crítico. La marginación social, económica y política de las comunidades indígenas y campesinas así como de buena parte de la población urbana, constituye un escenario propicio para una vulneración generalizada de los derechos humanos.”[3]
Es esta situación critica la que cada día se hace cada vez más insoportable, la que hace crecer la desesperación, el enojo, la rabia que no encuentra desahogo en nuestros cuerpos y que desviada será inútil, pero es también la que hace crecer el coraje, la que alimenta nuestra conciencia, la que impulsa a los esfuerzos y voluntades de reorganización, como el Encuentro de Mujeres Oaxaqueñas o el Encuentro de Jóvenes del Movimiento Social Oaxaqueño, por mencionar algunos de los muchos ejemplos de rearticulación, el trabajo constante que no se puede enfocar en una foto protagónica en los medios, ni grabar en una ostentosa declaración de autonombrados voceros; es esa lucha que intenta rearticular la decisión de nuestros pueblos, la que se realiza en colonias, comunidades, pueblos, colectivos, espacios que reconstruyen día a día; que tejen de nuevo esas redes que el poder opresor pretendió hacer pedazos.
El conflicto continúa y, “una vez que la existencia del conflicto es reconocida, la élite directiva puede confrontarlo a través de dos estrategias muy diferentes, que derivan de dos perspectivas distintas de la sociedad y el conflicto. Para aquellos que creen que el origen de la sociedad es un esfuerzo integrativo, sea histórica o meramente racional el conflicto no es intrínsicamente negativo y, por el contrario, puede y debe ser regulado, por medio de diferentes mecanismos y con el propósito de convertirlo en un factor de integración y de progreso democrático. Para aquellos que, por el contrario, creen que el origen de la sociedad es básicamente una relación de coerción entre aquellos que gobiernan y los que son gobernados, el conflicto social es intrínsicamente negativo y condenable, y debería ser eliminado por medio de la creación de una sociedad homogénea, uniforme y políticamente estable y ordenada”[4], y es la segunda estrategia la que han impuesto los asesinos en el gobierno por la fuerza de las armas.
El acoso gubernamental y la represión intentan hacernos creer que “todo puede perderse: el esfuerzo, la identidad; todo puede ser falseado y podemos quedar conformes con las cosas tal como son y nuestra indignación desgastarse”[5], incluso con muestras patológicas de autoritarismo queriendo mostrar un falso clima de tranquilidad pretendiendo que su noción de orden sea “traspasada del ámbito material y transformada en un patológico afán por la limpieza y el arreglo de las cosas, calles limpias, estaciones pulcras, murallas inmaculadas, parques sin trazas de huellas humanas, son la representación grafica de un orden en medio del cual la gente no parece vivir, sino morir lentamente, a vista y paciencia de alegres e ingenuos turistas”[6]
Sin embargo, el asesino ni siquiera puede garantizar esto, en pleno Santo Domingo puede leerse una pinta “OAXACA NO ESTA EN PAZ”, y metro a metro de cada una de las calles cientos de manchones de pintura resaltan en las fachadas, el intento patético de callar las voces de rebelión, hace más obvio que la “tranquilidad” no existe; la lucha transcurre diariamente, por mencionar sólo un ejemplo; la huída del asesinoex Secretario de Gobierno y ahora candidato a la presidencia estatal del PRI, Jorge Franco Vargas, de “Santa María Zacatepec para después llegar a Putla de Guerrero el pasado 19 de febrero, en que tuvo que abandonar dos actos de proselitismo político”[7], perseguido por el pueblo, haciendo uso de un helicóptero para fugarse del lugar; no sin que cohetones despidieran con coraje el escape de la aeronave.
Ante el oportunismo, la traición y frente a la represión, hay que resistir y reorganizarnos con la cabeza fría y el corazón caliente, mantener la llama de la rebelión encendida ya que muy pronto esa llama incendiará la pradera, porque como dijo Flores Magón;Ora sí ¡tenemos que ganar!.
¡NI PERDON NI OLVIDO CASTIGO A LOS ASESINOS!
¡PRES@S POLITICOS LIBERTAD!
¡LIBERTAD ABSOLUTA A LOS COMPAÑEROS PROCESADOS!
¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!
¡POR EL REGRESO DE L@S COMPAÑER@S EXILIAD@S!
¡MOVILIZACION NO NEGOCIACION!
DanielOaxaca de Magón, Febrero 2008.
[1] Compañeros presos políticos a raíz del estallido de 2006. Tan solo en Oaxaca 28 compañer@s luchadores sociales se encuentran encarcelados por motivos políticos. 18 de ellos se encuentran en
Penitenciaría Central
[2] El terrorismo de estado : La doctrina de la seguridad nacional en el cono sur / Jorge A. Tapia Valdés México : Nueva imagen, 1980
[3] Boletín de Prensa de la visita de
[4] El terrorismo de estado : La doctrina de la seguridad nacional en el cono sur / Jorge A. Tapia Valdes México: Nueva imagen, 1980
[5] Era de nieblas : Derechos humanos, terrorismo de estado y salud psicosocial en América latina / Horacio Riquelme U., Ed. Venezuela : Nueva sociedad, 1990
[6] Ibid
[7] Proceso digital 19 de febrero “Intentan maestros de Oaxaca derribar helicóptero de aspirante al PRI estatal” Pedro Matías.
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