domingo, 10 de febrero de 2008

RESOLUTIVO GENERAL DEL V DIÁLOGO NACIONAL

1.- SOBRE LA SITUACIÓN ECONÓMICA Y POLÍTICA NACIONAL.

La llegada de Felipe Calderón Hinojosa a la presidencia de la República anunciaba graves conflictos sociales y políticos.

Su “toma de protesta” reflejó la forma ilegítima e ilegal, del modo en que fue impuesto en la silla presidencial mediante el fraude electoral. Por lo que era previsible la aplicación de la mano dura para contener y golpear a los movimientos sociales, cuestión que más adelante fuimos puntualmente corroborando con los casos de los Sindicatos Minero, de los Tres Poderes al Servicio del Estado de Querétaro, de la Vidriera del Potosí, General Tire, Magisterio y pueblo oaxaqueño, el movimiento social contra la minera San Xavier y un larguísimo etcétera.

Junto a ello, y derivado de la profundización del modelo neoliberal, se aplicaron a rajatabla dos reformas estructurales: la primera, a la ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de Trabajadores del Estado (ISSSTE) que contiene gravísimas afectaciones al magisterio nacional y a los trabajadores del sector público, y la segunda, al régimen recaudatorio y fiscal, que devino en mayores impuestos a la clase obrera y al pueblo trabajador.

Por otra parte, se incrementaron las tarifas de diesel, gasolina, electricidad y gas, de igual manera, aumentaron los precios de productos de primera necesidad como maíz, fríjol, arroz, leche, huevo, azúcar, entre otros. Con el comienzo del presente año, se han empezado a sentir los estragos de la política económica calderonista, sumándosele la entrada en vigor de la última fase del capitulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que arruina ya, a millones de campesinos, indígenas y trabajadores agrícolas, multiplicando la emigración hacia los Estados Unidos. A ello se agrega, el miserable “aumento” a los salarios mínimos del 4%, el cual ha exacerbado la ira y el enojo de amplísimos segmentos sindicales, sociales y populares.

Además, al profundizar la Alianza Para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN) y para enfrentar el descontento popular, los neoliberales pretenden llevar adelante la llamada “Iniciativa Mérida” (de manufactura norteamericana) y aprobar la reforma judicial con el propósito de que las corporaciones policíacas y militares, so pretexto de la supuesta lucha contra el narcotráfico, combatan y desintegren a los movimientos sociales y populares.

Pero, la necedad de la derecha gobernante no conoce los límites del entreguismo, se aprestan a aprobar el siguiente paquete de “Reformas Estructurales”; dictadas desde el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio, los “sicarios” del gobierno federal y los “jefes” parlamentarios prianistas pretenden imponer las Reformas, Energética y Laboral, con las cuales proyectan darle la puntilla a los derechos y conquistas más preciadas de los trabajadores y el pueblo, y liquidar la Soberanía Nacional y el Patrimonio Social de todos los mexicanos.

Para todos esos afanes, el presente año es clave para los neoliberales. Desde ahora mismo, articulistas, reporteros, locutores, “lideres de opinión”, “intelectuales orgánicos”, dirigentes empresariales, directores de empresas públicas, líderes charros y jerarcas eclesiásticos, están descargando una ofensiva feroz contra los trabajadores y el pueblo, obsequiándonos su más acendrado odio y desprecio de clase, enderezando sus mentiras e insultos en contra nuestra. Ello tiene un sentido, aprobar las Reformas Estructurales, ellos sienten que éste es su año y su oportunidad, y no quieren desperdiciar tiempo, espacio ni recursos, es ahora o nunca.

Sin embargo, ahora la palabra es de los trabajadores y del pueblo. Como en 1936, la situación y condiciones son inmejorables para propuestas de procesos unitarios, estamos en la posibilidad real de impulsar y concretar el Frente Grande y de Todos. Los acuerdos y la movilización iniciales del 31 de enero pasado cobran una relevancia mayúscula, que deberemos valorar en sus justos términos, puesto que si cuidamos ese proceso convergente y unitario estaremos más cerca que nunca para detener las reformas estructurales, e incluso pasar a la ofensiva. Ello dependerá de mantener nuestra coherencia programática y una política de alianzas adecuada y flexible, para garantizar el rumbo de nuestro camino.


2.- BALANCE SOBRE LOS PROCESOS UNITARIOS Y LA POLÍTICA DE UNIDAD Y ALIANZAS.

La clase obrera y el pueblo, hemos venido resistiendo en pequeñas y grandes luchas, pero de manera aislada, sin alcanzar aún la suficiente coherencia programática ni la necesaria sincronía política de acción unitaria.

El Dialogo Nacional, espacio amplio, incluyente y plural, en donde convergen tanto el Frente Sindical Mexicano (FSM), la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), la Organización Nacional del Poder Popular (ONPP), el Movimiento Organizado Nacional “Aquí Estamos” (MONAE), el Movimiento la Esperanza se Respeta (MER), el Frente Popular Revolucionario (FPR), el Movimiento de Liberación Nacional (MLN), entre otros muchos referentes populares, sociales, indígenas y políticos. Hemos dado vida e impulsado importantes movilizaciones en defensa de los derechos y conquistas de los trabajadores y el pueblo, entre ellas, la lucha por la abrogación de la ley del ISSSTE, por mayor presupuesto a las empresas e instituciones públicas, la defensa de las libertades democráticas y la libertad de presos políticos, entre otras importantes luchas.

La situación social y política, abierta y expresada multitudinariamente por la ALIANZA CLASISTA, Obrera y Campesina del pasado 31 de enero, cobra una relevancia especialmente rica para la lucha de clases, tanto en las definiciones políticas como en las modalidades de la organización frentista y la movilización popular convergente, para lo cual se requiere que nosotros como Diálogo Nacional, realicemos los mayores esfuerzos para pulir nuestra unidad programática y mejorar la eficacia en la actividad práctica.

Deberemos darle cauce a la organización sectorial y territorial, de alcance nacional. Estamos obligados a realizar esfuerzos extraordinarios para levantar las instancias frentistas en toda la República y acompasar los ritmos de la movilización para impedir que se sigan deteriorando los niveles de vida y trabajo, los derechos laborales, democráticos y políticos de la clase obrera y el pueblo, para frenar las reformas neoliberales, y conquistar el cambio de la política económica, para vivir con libertad, justicia y democracia.

En esta ruta, es necesaria la presencia de todos, sin protagonismos ni sectarismos, Seguirá siendo necesario insistir en la coordinación y acción conjuntas, trabajando con acuerdos que incorporen a nuestras bases, impulsando aquellos puntos en los que haya acuerdo, desde luego en planos de igualdad y respeto mutuos. Llamamos a todas las organizaciones campesinas, sindicales y populares que se movilizaron el 31 de enero, al Congreso Nacional Indígena, al Ejército Zapatista de Liberación Nacional, a la Convención Nacional Democrática y a todos los referentes pequeños y grandes del país, a discutir la construcción conjunta y unitaria de un plan de acción que haga posible la realización de una Huelga Política Nacional en contra de las reformas neoliberales en marcha. Nadie piensa ilusoriamente que la unidad es sencilla ó fácil, pero habrá que persistir en ella. Todos debemos comprender la necesidad de caminar juntos pues sólo así golpearemos fuerte y contundentemente a nuestros enemigos, y juntos hilar el complicado tejido de la urgente y necesaria UNIDAD POPULAR.

Es el tiempo de conjugar esfuerzos y fuerzas, de caminar juntos y sin dobleces, de actuar contundentemente a favor de los nuestros, los de abajo, los explotados y oprimidos, y en contra de los de arriba, de aquellos que nos someten y desprecian.

En una palabra, ES EL TIEMPO DE LA CONVERGENCIA CLASISTA, NACIONAL Y UNITARIA, es el momento de llegar a acuerdos y de concretarlos, de recorrer la Republica para levantar y organizar el descontento, la ira y el coraje, de caminar por y para la Patria, no hay tiempo que perder, la Soberanía Nacional se encuentra en grave peligro.

3.- EJES PROGRAMÁTICOS, FORMAS ORGANIZATIVAS Y PLAN DE ACCIÓN.

Por ello, el V DIÁLOGO NACIONAL levanta con toda convicción y firmeza, “La Declaración de Querétaro” y el “Programa Mínimo No Negociable” como nuestras banderas inclaudicables y acordamos movilizarnos de manera unitaria bajo los siguientes ejes programáticos:

I.- POR LA DEFENSA DE LA SOBERANÍA NACIONAL, ENERGÉTICA Y ALIMENTARIA.

II.- POR LA CANCELACIÓN DE LA DEUDA EXTERNA Y LA RENEGOCIACIÓN DEL TLCAN.

III.- POR LA DEFENSA DE LOS DERECHOS LABORALES, DEMOCRÁTICOS Y POLÍTICOS, DE LOS TRABAJADORES Y EL PUEBLO.

IV.- POR LA DEFENSA DE LA ECONOMÍA POPULAR, POR AUMENTO SALARIAL DE EMERGENCIA Y LA CREACIÓN DE EMPLEOS DIGNOS.

V.- POR LA DEFENSA DE LA SEGURIDAD SOCIAL, SOLIDARIA, INTEGRAL E INTERGENERACIONAL Y POR LA ABROGACION DE LA LEY DEL ISSSTE.

VI.- POR EL RESCATE DEL CAMPO MEXICANO Y POR EL RESPETO A LOS DERECHOS Y CULTURA DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS.

VII.- POR LA DEFENSA DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA, LAICA, CIENTIFICA Y GRATUITA.

VIII.- POR LA LIBERTAD INMEDIATA A TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS DEL PAÍS.

IX.- POR UN FRENTE GRANDE Y DE TODOS, Y UN CONGRESO NACIONAL CONSTITUYENTE, POPULAR Y DEMOCRÁTICO.

X.- POR UN NUEVO PROYECTO DE NACIÓN, ALTERNATIVO AL NEOLIBERALISMO.


Y con las siguientes acciones iniciales:

1.- Del 1 de febrero al 30 de abril, declararnos en alerta y emergencia total, durante el periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, ante la posibilidad de la introducción y aprobación de las reformas: energética, laboral y judicial.

2.- Trabajar en el seno de nuestras organizaciones y con el resto de los referentes sindicales, campesinos, sociales, populares y políticos, la iniciativa de una huelga política general para frenar la política neoliberal y para avanzar hacia un nuevo proyecto de nación, en consecuencia proponemos a discusión y consulta:
a) La formación de una coordinación permanente de todos los referentes sociales y políticos en resistencia.
b) Emplazar políticamente a los poderes del Estado, a que desistan de sus proyectos y reformas antipatrióticas y antipopulares.
c) Y la realización de tres paros escalonados para los días 6 de marzo, 10 y 11 de abril y 30 de abril, 1 y 2 de mayo.

3.- Del 6 de febrero al 18 de marzo, campaña nacional de información y organización, estatal, municipal y delegacional, en defensa de la Soberanía Nacional y en contra del neoliberalismo.

4.- Cobertura y Solidaridad a las Revisiones Contractuales y Salariales.

5.- El 7 de febrero, Mitin-Plantón en la Cámara de Diputados de San Lázaro.

6.- El 19 de febrero, marcha por una ley de amnistía, contra la reforma judicial y en apoyo a las viudas de Pasta de Conchos.

7.- El 6 de marzo, Gran Marcha Obrera y Popular, contra las Reformas Energética y Laboral, por la independencia y autonomía sindicales y por la restitución del poder adquisitivo de los salarios.

8.- El 18 de marzo, Gran Concentración en Defensa de la Industria Petrolera.

9.- El 10 de abril, 2ª Gran Movilización Campesina.

10.- El 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo.

Fraternalmente

V DIÁLOGO NACIONAL.

No hay comentarios: