Cuauhtémoc Cárdenas escribió que todos los días y cada vez con mayor profusión se habla de “una reforma energética sin que nadie precise de qué se trata”. Según él, se está hablando de la necesidad de instrumentar una política energética diferente a la actual. En lo que hace al petróleo, propone “antes que otra cosa” conceder autonomía de gestión a Pemex. Eso es, precisamente, lo que quiere el gobierno de la ultraderecha con la reforma energética que Cárdenas dice desconocer.
Según Cárdenas, “Todos los días y cada vez con mayor profusión e intensidad, los distintos medios de información dan cuenta de declaraciones de diferentes actores de la vida pública –legisladores, funcionarios públicos, financieros, conductores de programas de televisión y radio, académicos, articulistas, dirigentes políticos– sobre la necesidad y conveniencia de llevar a cabo una reforma energética, sin que nadie precise de qué se trata, qué es lo que se pretendería modificar o qué es lo que se quiere que no cambie con respecto a la situación actual”
Cuauhtémoc está informado y sabe bien que la reforma energética que pretende el gobierno federal es muy precisa. Manlio Fabio Beltrones, senador del PRI, ha dicho que se reúne con Cárdenas porqué este es experto en la materia. Manlio Fabio conoce el paquete de iniciativas que promueve su colega Francisco Labastida, en calidad de cabildero de Calderón. Más aún, ambos saben que el 17 de abril de 2007 se aprobó ya la primera de las leyes secundarias para sustraerle funciones a Pemex trasladándolas ahora a la secretaría de energía (Sener) y que, de acuerdo a esas reformas, a
Se omite la privatización energética furtiva
Regular significa privatizar, como ha sido desde
Todas estas acciones son explícitamente inconstitucionales. Los párrafos 4º. y 6º. del artículo 27 constitucional reservan para la nación la realización de las actividades estratégicas que constituyen el proceso de trabajo petrolero. En esta materia, dice
Como Cárdenas parece no estar enterado de lo anterior, no dice una palabra en contra de la privatización petrolera furtiva en marcha desde las ilegales reformas de
Ambigüedad e incongruencia
Cárdenas señala que el transporte de petrolíferos por oleoducto o poliducto debe seguir siendo función exclusiva del Estado, que sería absurdo privatizar la red de ductos de Pemex, que la refinación debe mantenerse con exclusividad para el Estado. Eso es correcto.
También ha dicho que “Es necesario, y así parece estar aceptado por quienes opinan desde distintas posiciones políticas y los hacen con diferentes visiones, que se invierta en exploración, en la construcción de nuevas refinerías, en la modernización de la flota petrolera, en nuevos ductos, en mejorar el mantenimiento de las instalaciones existentes, etcétera, pero, dicen algunos, Pemex carece de recursos, no tiene dinero. Esta es una afirmación falsa y falaz”. Cuauhtémoc agrega que “Pemex, es necesario repetirlo, genera recursos”. Correcto.
El discurso suena bien pero no es congruente. ¿Porqué no se toma una posición clara respecto de la exploración y producción de petróleo crudo y gas natural en las aguas profundas del Golfo de México? ¿Porqué se mantiene la ambigüedad ante la creciente presencia de las transnacionales y sus filiales en el ejercicio de funciones constitucionales que le corresponden realizar a Pemex?
En todo caso, Cuauhtémoc se refiere a la mitad del problema pero, falta la otra parte, aquella en la cual está interesado el gobierno de Calderón, a quien Cárdenas reconoce como presidente.
Propuesta inaceptable
“Sin saber” pero sabiendo de qué se trata la reforma energética, Cárdenas ha escrito que “quiero entender que cuando se hace referencia a ésta, se está hablando de la necesidad de instrumentar una política energética que tenga una orientación y mecanismos distintos a los de la política en la materia vigente en los últimos sexenios”. No es precisamente otra política energética sino la continuación de la misma, consistente en mantener elevadas plataformas de producción y exportación de petróleo crudo. Cárdenas lo sabe pero lo omite. Lo nuevo sería la intervención del capital extranjero mediante inversiones o alianzas en actividades prohibidas al capital.
De inmediato, Cárdenas saca una conclusión ligera y errónea que quiere hacer pasar como adecuada. Según él, “en lo que hace al petróleo, es necesario antes que otra cosa conceder a Pemex autonomía de gestión, separándolo del presupuesto federal y liberándolo consecuentemente del estrangulamiento al que lo tiene sometido
Borrosidad e inconstitucionalidad
El planteamiento es ambiguo a conveniencia. La autonomía de gestión es, precisamente, la propuesta de Calderón, Reyes Heroles, Labastida, Manlio, del PAN, del PRI y del PRD. Eso significaría que la administración de Pemex en turno pueda decidir, unilateralmente, a espaldas de la nación, entre cuatro paredes, las alianzas con el capital privado. Cárdenas sabe bien que la administración de Pemex NO es responsable ante el país, absolutamente de nada, peor aún, esos burócratas son enemigos de Pemex.
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También sabe que las inversiones por realizar no las quiere el gobierno para hacerlas por administración directa sino mediante concesiones y contrarios, hecho contrario a lo dispuesto por
Cárdenas indica que sus propuestas serían “sin modificar nuestra Constitución”. Es, exactamente, lo que dicen Calderón, el PRI y el PAN. Ese NO es el debate. Las propuestas del gobierno neoliberal, al que Cárdenas reconoce, es privatizar a Pemex SIN modificar
¡Abajo la reforma energética!
La reforma energética de Calderón, apoyada en todo o en parte, por legisladores y políticos de todos los partidos es lesiva para la nación. La oposición a esa reforma requiere congruencia y honestidad política. El petróleo de México no es del gobierno, ni de Cárdenas, ni siquiera es del Estado, es de la nación y, ésta somos todos.
Se necesita, en efecto, de una nueva política petrolera radicalmente diferente a la actual. Eso NO está previsto por la reforma energética del gobierno federal. La pretensión es, simplemente, entregar los recursos de hidrocarburos y la infraestructura petrolera industrial a las transnacionales en un acto de despojo explícito a la nación.
Cárdenas sabe bien de qué se trata pero, ambiguamente, contemporiza con el gobierno de Calderón, omitiendo los aspectos cruciales. El FTE de México está en desacuerdo con esa política. Llamamos a impedir la reforma energética neoliberal privatizadora de Pemex.
Frente de Trabajadores de
de México
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