martes, 27 de noviembre de 2007

El necesario sentido común

La resistencia civil pacífica se reunió el domingo pasado en el hemiciclo a Juárez, como cada domingo, pero ahora con el particular interés por los acontecimientos ocurridos una semana atrás. Gerardo Fernández Noroña explicó que la inusual fuerza y duración del tañer de las campanas de la catedral metropolitana fue utilizado para que algunos provocadores incitaran a otros asistentes a la tercera asamblea de la CND a entrar al templo católico. (Ver video "Campanas al vuelo".)



Justo en el momento en el que Fernández Noroña mencionaba los nombres de quienes al parecer estuvieron involucrados en esa acción, el equipo de sonido dejó de funcionar: el cable de energía eléctrica que lo alimentaba había sido cortado. Aprovechando este incidente y siguiendo una sutil pero evidente coreografía, personas nunca antes vistas en las asambleas de la resistencia civil pacífica comenzaron a discutir violentamente, sin argumentos, arengando a quienes les rodeaban.






Lo expresado por Fernández Noroña y remarcado en una carta de la actriz Jesusa Rodríguez era claro, se había acordado que nadie, bajo ninguna razón iría a protestar a catedral, so pena de ser separado de la resistencia civil pacífica. Los acontecimientos del domingo 18 hicieron que de manera consciente o inconsciente algunos compañeros olvidaran ese compromiso.



Varios miembros de la resistencia civil pacífica reaccionaron en contra, argumentando que "a cualquiera le pudo haber sucedido eso", "cualquiera pudo haber estado ahí". El punto, como siempre en estos sinsentidos del tipo "si mi abuela tuviera ruedas...", fue acallado con el peso de la evidencia: sí, pero no fue así.



Otros integrantes de la resistencia civil pacífica demostraban su inconformidad ante las medidas que mencionó Fernández Noroña, como el tener objetivos claros contra el gobierno usurpador y sus efectos, evitar "malas palabras" y acciones positivamente violentas contra terceros y agresiones a los medios de comunicación. Estos lineamientos fueron sometidos a votación por los asistentes: una indubitable mayoría levantó la mano aprobando lo expuesto. Cuando se invitó a que alzaran la mano quienes no estuvieran de acuerdo nadie izó la suya para defender su posición. Siendo así, quedó aprobada la propuesta y refrendado el compromiso.




Generalmente, cuando asiste Gerardo Fernández Noroña los medios informativos comerciales hacen su aparición, sin embargo en esta ocasión habían acudido más, incluso Televisa, cuyos "reporteros" fueron verbalmente agredidos por los ahí presentes por largo tiempo, ante la satisfecha mirada de las cámaras que grababan todo.



La asamblea informativa de la resistencia civil pacífica terminó, como siempre, cantando todos juntos el himno nacional.



Como seguro no faltará quien, en auténtica duda o con la simple intención de hacer ruido, tal y como los provocadores del domingo en el hemiciclo, e inicien con esto las previsibles diatribas en contra de la resistencia civil pacífica, recordemos que:
  • No es un club social.

  • Tiene objetivos concretos y métodos definidos para lograrlo.

  • Como movimiento intrínsecamente pacífico, la violencia, en ninguna de sus expresiones, tiene cabida.

  • No responde a objetivos personales, ni es grupo de choque de corriente o partido político alguno.

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