GUERRERO: Militares mantienen en vilo poblaciones indígenas: ONG. (Fuente: Apro, Cimac). En el estado de Guerrero, los militares --los “verdes” o los “guachos”, como les dicen en la región de la Montaña--, mantienen a la población en vilo por las constantes incursiones y ataques que sufren poblaciones indígenas que habitan en esa zona, según denuncian organizaciones sociales.
Ejemplifican con el caso de Fortunato Sierra, un voluntario civil de la policía municipal. Sierra también se dedica al comercio: sube a la Montaña, a vender frutas de temporada, legumbres, quesos y hasta chivos. Hace seis años, un grupo de militares violaron presuntamente a su esposa, y ahora sufre el acoso constante de un grupo de paramilitares. En repetidas ocasiones, ha sido golpeado y amenazado de muerte. Las agresiones comenzaron inmediatamente después de que denunció la violación contra su esposa.
Enterados, el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan y la Organización del Pueblo Indígena Me´Phaa, intervinieron en su defensa y solicitaron por escrito medidas de protección a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a fin de garantizar la vida de Fortunato yd e su familia. Incluso, Amnistía Internacional (AI) emitió una acción urgente, debido al “temor por la seguridad” de Fortunato. Pidió a las autoridades que garanticen que él y su esposa “reciban medidas de protección para garantizar su seguridad, conforme a los deseos de los propios afectados”. También demandó una investigación “exhaustiva, inmediata e imparcial” sobre el origen de las amenazas y de los ataques.
Las organizaciones defensoras de derechos humanos también acudieron a diversas instancias gubernamentales, entre ellas el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, y el presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del estado de Guerrero, Juan Alarcón Hernández.
Recientemente, el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan denunció que el Ejército mexicano se ampara en la lucha contra el narcotráfico y la búsqueda de armas de alto poder de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, para realizar vejaciones contra la población indígena, como en los casos de Fortunato Sierra y de la violación de su esposa, en 2001. De acuerdo con datos oficiales, la Secretaría de la Defensa Nacional ha movilizado a 27 mil 579 militares de enero a julio de este año, de los cuales 7 mil 600 efectivos fueron enviados al estado de Guerrero, a zonas indígenas, principalmente. “Es una guerra de intimidación emprendida por el Ejército contra las poblaciones indígenas de la Montaña y la Costa Chica de Guerrero, bajo la justificación de su campaña de combate al narcotráfico y la aplicación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, lo que provoca violaciones sistemáticas a los derechos humanos de una población ya de por sí excluida de los beneficios sociales”, acusan las ONG.
Para más información descarga el archivo haciendo click: Regiones Indias 02 09 07.
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