lunes 20 de agosto de 2007
- Junto con policías amenazan y violan derechos humanos en pueblos, informa la ONG
- Instalan campamentos militares y hacen cateos a viviendas
- Denuncia Tlachinollan irrupción del Ejército en comunidades indígenas
A. GARCIA, S. OCAMPO Y R. GONZALEZ
Con amenazas de cateo a domicilios en el transcurso de este mes, militares y agentes policiacos federales y estatales intensifican su presencia en comunidades indígenas de La Montaña y la región Centro, y han cometido actos que violentan los derechos humanos de la población, denunció ayer el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan.
Incluso, en uno de los poblados desde hace unos días funciona un campamento militar que, a decir de las autoridades comunitarias, representa un acto de invasión.
De acuerdo con versiones de indígenas de la zona, el Ejército mexicano ha instalado retenes en Tlaquilcingo y Temalacatzingo, y supuestos efectivos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y la policía investigadora ministerial (PIM) hacen patrullajes que, para sus habitantes, son inusuales.
En Temalacatzingo, habitantes denunciaron el 15 de agosto la instalación de un retén integrado por un centenar de soldados, quienes también montaron un campamento a orillas de la localidad, en tierras pertenecientes a los bienes comunales, sin autorización de las autoridades comunitarias; además militares interrogaron e revisaron a transeúntes durante tres días en un retén asentado sobre un camino que conduce a la localidad de Ixcamilpa.
Para el comisario municipal de Temalacatzingo, Felipe Santiago Bello, el campamento del Ejército constituye una invasión que atemoriza a la población, porque los soldados ingresan al pueblo armados y “no queremos al Ejército porque en el pueblo no hay problemas; tampoco se siembra droga, la gente está en paz y así quiere estar”, asentó.
Testimonios de dos habitantes de Tlaquilcingo, en tanto, aseguran que el 11 de agosto 10 vehículos de la PIM con varios agentes abordo les advirtieron que ingresarían a sus casas ante la negativa que mostraron cuando el grupo de policías les pidió acercarse a ellos.
Temen más violaciones
El Centro de Derechos Humanos Tlachinollan asegura que en esas comunidades hay antecedentes de graves violaciones a los derechos humanos cuando el Ejército, en 1997, allanó domicilios, aplicó interrogatorios ilegales, violó a mujeres y desapareció a indígenas después de torturarlos.
El coordinador del organismo, Abel Barrera Hernández, denunció que los efectivos del Ejército presionan a los pobladores de esas comunidades y, por ello, dijo que los pueblos exigen el retiro de los militares y agentes policiacos con presencia en la zona.
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