El 19 de julio, el portal del periódico El Universal, haciendo uso de los modernos sistemas de comunicación, permitió a los ciberlectores conversar con los politólogos Jorge Lofredo (investigador del Centro de Documentación de los Movimientos Armados—cedema.org) y Leonardo Curzio, analista político considerado dentro del top five en asuntos de Seguridad Nacional en México, con un único tema planteado: “Guerrilla y Seguridad Nacional”.
Detallaremos algunas de las preguntas, pero vale antes comentar que el quid de esta conversación digital giró en torno al atentado a los ductos de Petróleos Mexicanos en el Bajío Mexicano, hecho que por cierto sucedió solo días antes.
Las preguntas oscilaron en el siguiente tenor: “¿por qué los sistemas de inteligencia del gobierno no detectaron esa amenaza?”; “la aparición del EPR en el Bajío, ¿rompe esquemas?”; “lo de las explosiones en PEMEX ¿será una bomba de humo para sacar del mapa mediático el asunto del chino embarcador?”. Estas y otras preguntas similares fueron las que ahí se trataron.
Reconocemos que en ese mismo espacio flotó el espectro pegajoso de las fracturas dentro de las Instituciones (...y cuasi instituciones) de la seguridad interior y nacional en México, asunto en el que Curzio ha dejado saber con su pluma que es uno de los mejores analistas; pero vayamos de una vez a la panza de este entuerto.
Le preguntan directamente a Lofredo: ¿Realmente los servicios de inteligencia mexicanos tienen la capacidad de prevenir este tipo de ataques? Llámese CISEN (Secretaría de Gobernación), SEDENA (Ejército), Procuraduría General de
Otra de las preguntas apuntó: “¿qué es lo que sucederá en México si este país se aleja de la paz?, ¿nos veremos como otros tantos países donde ya es normal este tipo de atentados? La respuesta fue elegante: “Hay muchos focos rojos encendidos en el México de hoy. En la mayoría de los países latinoamericanos, cada uno con sus particularidades, enfrentan amenazas similares.
Tal vez aquí cabe un comentario de este escribidor: desde el espacio geográfico donde escribimos, bien se puede hacer una serie de reflexiones acerca de los trabajos político-militares de ciertos grupos armados (GA), y no sobra decir que Guerrero, matriz de lo que se ha dado en llamar “la generación de Aguas Blancas” (esto en alusión a la aparición de una célula del Ejercito Popular Revolucionario (EPR) durante la conmemoración del 1er aniversario de la matanza en ese vado), está dentro de un proceso de reacomodo, tras las elecciones que llevaron a Zeferino Torreblanca a la oficina principal del palacio de gobierno estatal. Esos grupos han permitido una suerte de tregua a la administración del factor Z, no así con el gobierno federal que sigue siendo “el enemigo”. Tanto el EPR como el que otros grupos han permitido que la izquierda moderada guerrerense camine en el territorio que ganaron en las elecciones, cierto es que al sur del estado, en Oaxaca, los reflectores alumbran bien las acciones por lo que no se pueden perder de vista.
Créalo amigo lector, la atmósfera en esa charla fue muy inteligente. Se comentó el silencio del EZLN, que desde su rebelión de Las Cañadas se ha dejado escuchar y que ahora hace escándalo por no decir nada. (En los GA, los silencios prolongados suelen ser escandalosos.) Se dijo que desde 1994 se vive un cambio en los sistemas de inteligencia en el país, esto seguramente provocado por el surgimiento de GA, e incluso se tocó el tema de las diferencias entre los que es seguridad pública y privada, tema en el que Leonardo Curzio se las gasta, por cierto...
El mismo fue quien dejó saber que hoy no existe un GA en México que esté en condiciones de desafiar al Estado Mexicano, aunque el EPR ha salido fortalecido por su aparición en el teatro mediático nacional e internacional; y además, proyectó el politólogo, y entrelíneas no descartó que otros GA se acerquen al EPR para hacer “mas gordo el caldo”. En los comentarios de ambos especialistas, se logra estimar que la dinámica en la que ha entrado el tema de los GA no ha afectado el asunto de las inversiones ni la actividad comercial en el país; aunque, bien apuntó Curzio, que PEMEX se ha convertido, esto desde ya hace muchos años, en el pulmón de las finanzas públicas de México.
Independiente al tema de los GA, Lofredo, en unas líneas más abajo dejó entrever que “el principal problema para la seguridad nacional es la entrada de personas, el goteo de pandilleros o maras por la frontera sur, que es un problema que hasta el día de hoy no ha encontrado ninguna solución”. El mismo académico dejó claro que para el CEDEMA, “toda guerrilla es un GA pero no a la inversa: no todo GA es una guerrilla”. La diferencia estriba en los fundamentos ideológicos, señala el especialista.
A lo largo de las entrevistas virtuales, respondidas en tiempo real, quedó claro que existe una distancia real entre Marcos y la generación Aguas Blancas; y se apuntó que la “estrategia de tensión” sigue su ruta normal; incluso se dejó saber que hasta la hora de esta “charla” no se ha detectado la mezcla de asuntos de los GA y el crimen organizado.
Créalo amigo lector: 1 hora 13 minutos y tras 38 preguntas, de 98 en total que no dieron tiempo de ser respondidas, fueron insuficientes. Tener la posibilidad de cruzar conversación con estos dos expertos en el tema dejó a los presentes en ese espacio de los ordenadores electrónicos con las falanges tibias… y seguramente quedaron en los teclados otras cientos de preguntas.
Ultimo Patrullaje.- De manera audaz Fernando, un cibernauta listo hizo dos preguntas. En una inquirió: “¿Cuáles son las fases de la guerrilla latinoamericana” y “¿en qué etapa considera que se encuentran las acciones realizadas por el EPR respecto a las fases de la guerrilla latinoamericana? La respuesta no se hizo esperar: “con respecto a la guerrilla latinoamericana, debemos considerar dos ejemplos: Colombia y México; en el primer país existen desde hace muchos años, aún antes de la revolución cubana; en México, se debe considerar una nueva etapa (generación pues) de organizaciones político-militares que vieron la luz luego de 1994. Actualmente, creo que están en una etapa de combinar todas las formas de lucha, (actividad militar-actividad política)”, subrayó Lofredo.
Balazo al aire.- Las acciones político-militares de los GA han encontrado otro teatro de operaciones: en el ciber espacio también se pueden plantar trincheras.
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